lunes, 30 de noviembre de 2020
Sabrina
domingo, 29 de noviembre de 2020
Las pesadillas de Paola
domingo, 22 de noviembre de 2020
El Truco del Trilero
sábado, 21 de noviembre de 2020
Preguntó si estaba escribiendo algo
Un desconocido silba en el bosque
Los patios se llenan de niebla.
El padre lee un cuento de hadas
y el hermano muerto escucha tras la puerta.
Se apaga en la ventana
la bujía que nos señalaba el camino.
No hallábamos la hora de volver a casa,
pero nos detenemos sin saber dónde ir
cuando un desconocido silba en el bosque.
Detrás de nuestros párpados surge el invierno
trayendo una nieve que no es de este mundo
y que borra nuestras huellas y las huellas del sol
cuando un desconocido silba en el bosque.
Debíamos decir que ya no nos esperen,
pero hemos cambiado de lenguaje
y nadie podrá comprender a los que oímos
a un desconocido silbar en el bosque.
He dormido donde un amigo
Ahora sé que el Diazepam es lo mismo que el Valium 10
Los gallos cantan a cualquier hora
Salgo al patio
Hay cinco gatos vagos cuyos nombres no conozco
Pero me saludan como a un viejo colega.
Llega mi amigo. Salimos a beber Santa Emiliana a la calle
Capitán Ávalos
Somos los últimos en salir del boliche
Y tal vez mañana los primeros en llegar.
Hace años no me despertaban los gallos a esta hora
Estoy en un lugar donde se lee: “The Ring”
Los libros de Rubén Azócar y “La Balada del Café Triste”.
No sé por qué tengo una ceja rota
¿Escribiré una nueva carta al Suicida?
¿Viajaré al Deep South a mirar los últimos trenes a vapor?
¿Comeré kuchen de manzana en donde aún se creen alemanes?
¿Leeré versos a quienes sólo escuchan a Julio Iglesias?
Con una chaqueta de terciopelo
Que alguien que creía amarme me regaló en Madrid
Y una horrenda corbata obsequio del poeta Cameron
Veo morir el atardecer en la Gran Avenida
“Muerte no te enorgullezcas”.
Qué importa terminar como Stan Laurel
Haré cuenta que fui actor de una mala película
Cuyo guión no dejé redactar a nadie más.
No Future en 2020
Ahora que John Lydon (Johnny Rotten) apoya a Trump, y se pone la camiseta de «Make America Great Again» y declara que la muerte de George Floyd está justificada, con argumentos del tipo: «A mí me han acusado de lo mismo, así que me siento ofendido cuando le pasa lo mismo a alguien, sea quien sea» refiriéndose a pegar a un negro. El negro en este caso era el cantante de Bloc Party, Kele Okereke, y la agresión fue en Madrid, en el Summercase.
Ahora que John Lydon responde sobre el tema racial: «No hay nadie que conozca en ningún lugar que no diga que aquella muerte no fue espantosa. ¡Absolutamente! Pero eso no significa que todos los policías sean desagradables o que todos los blancos sean racistas. Porque todas las vidas importan. Por supuesto que soy antirracista, pero nadie, ni ninguna organización política, me va a decir cómo debo pensar».
Ahora que John Lydon considera la Anarquía poco práctica y piensa que la familia real sufre mucho en su jaula dorada. Que se ha ganado el carnet de embajador de la clase obrera, mientras esquía o visita centros comerciales, porque fue un Sex Pistol.
John Lydon dice: «Empecé a esquiar en Estados Unidos y ya nunca he dejado de hacerlo. Me encantan las estaciones de esquí americanas... Puedes divertirte todo el día en las montañas más excelentes»
John Lydon dice: «Me encanta el consumismo, la cultura televisiva, los centros comerciales. No hay nada que nunca compraría, pero me gusta estar allí. Es una locura»
Ahora que John Lydon dice que "sería tonto si no votara a Trump"
Ahora, puedo poner un video en Youtube donde John Lydon berrea con 20 años: No hay futuro. No hay futuro. No hay futuro para tí.
Y ahora es totalmente cierto.
No hay futuro.
lunes, 9 de noviembre de 2020
Homosexual
domingo, 8 de noviembre de 2020
Escribo para no dibujar
martes, 3 de noviembre de 2020
Mentiras aprendidas
El congreso de los diputados se convierte en la escenificación continua de franquiciados ideológicos del espectro izquierda-derecha, sin contenido específico, pero que arrastran multitudes. Franquiciado "Arriba España" y Franquiciado "Por la Economía" y Franquiciado "Ahora soy de centro" y Franquiciado "Yo También" y Franquiciado "De centro pero social" y Franquiciado "Yo siempre fui de izquierdas" y Franquiciado "Ahora la izquierda soy YO" y Franquiciado "Yo no soy Español, que asco" y Franquiciado "Soy Catalán". Luego ya no hay más franquiciados... Por Ahora... En el congreso de los diputados.
Luego, estos diputados que se matan a gin-tonics o a putas o a rayas de coca o a fármacos de todo tipo. Parafilias varias y tendencias sado-masoquistas en compañías extremas, sin cámaras de por medio que te escuchen decir: "La azotaría hasta sangrarla", etc. ¿Diputados de Podemos con amigos de Vox? Pues claro, ¿Por Qué No? Viva la democracia y Viva el entretenimiento. ¿Porque todos coinciden en olvidar porqué están ahí y lo que representa su franquicia? Seguramente porque su cuenta bancaria se empieza a llenar de ceros, gracias a tí.
Porque la F.R.A.N.Q.U.I.C.I.A. no entiende de ideas, sino de clientes. Cuantos más clientes, más ceros.
¿Tú me quieres? YO TE QUIERO. Todos nos queremos. Yo te quiero más.
Cuanto más emocional es un voto, más dinero da. Este modelo de negocio lo conocen muy bien los norteamericanos. Al menos, hasta ahora, que van a empezar a matarse en un nuevo ensayo de algo similar a una guerra civil.
Volviendo a casa, tenemos Pablos-casados compartiendo experiencias hetero-patriarcales con Pablos-iglesias en espacios institucionales y empatizando y encontrando puntos en común como "actores", en lugar que diputados, más preocupados de una buena estadística que en la defensa de los intereses de nadie, fuera de su círculo de poder. Lo que hasta hace unos meses se venía a llamar "la Casta", ahora es una molestia de gente con prejuicios de clase.
Porque "La Casta" es un fantasma del pasado. Ahora todos somos "Bien".
I.R.E.N.E.
La realidad se aleja de uno cuando está en el poder. Pero ahora, la cosa es más grave, porque la realidad es que la gente se muere mientras no se sabe muy bien que hace el diputado. Porque si te estás muriendo todo lo que ves que dicen todos estos, delante de una cámara, es tan absurdo como grotesco.
Pongamos un ejemplo:
A.Y.U.S.O. es un franquiciado errático y confuso, en Madrid. Todos lo saben, pero todos lo consienten. La gente se muere y E.L.L.O.S. hablan del tiempo. La estadística dice que ahora te mueres menos o más que ayer, y si te mueres, del todo, te sumas a la cifra del martes o del miércoles, si no te cuentan el mismo día. Ninguno está preocupado de verdad, lo que importa es la economía. A.Y.U.S.O. lo dice: "Lo que importa es la economía". Alguno lo disimula, pero todos saben que la gente se muere. Morirse va a más o a menos, pero quien se muera y como se muera da igual. El paquete de muertos diarios no tiene presencia. Los muertos son invisibles. Gente que se muere y ya está.
Los muertos aparecen y desaparecen de las listas según que día sea y qué hora sea, y no pasa nada porque los que vamos a morir hemos aceptado que nos digan mentiras, incluso cuando morimos en un momento inoportuno.
Es lo que hay: Tu intentas no morir mientras el presidente se pone moreno, el facha hace mociones de censura por hacer algo más estúpido todavía, el responsable de la pandemia hace chistes machistas en youtube y otro que hace un momento era la derecha ahora dice ser el centro cuando la estadística se lo aconseja, etc, etc... Y así uno y otro no nos dicen más que estupideces. Mientras tanto, tú siempre estás por morir. Porque el que se muere eres Tú, no ellos, Tú. Y si finalmente te mueres es por tu falta de responsabilidad. La muerte es tuya, algo habrás hecho.
En España seguimos teniendo Reyes a los que no poder juzgar ¡Qué más quieres! Ser E.S.P.A.Ñ.O.L. es como tener reducida alguna capacidad.
En los noventa se decía: VOTA IDIOTA!!! y al final pasa el tiempo y votas.
"Desde sus poltronas, prometieron solución para todos los problemas de esta nación. Paro, miseria, humillación es lo que obtuvimos. solo una casualidad podrá desatar una reacción."
Yo, ahora, también voto. Qué equivocado estoy!!!
Mañana será otro día. Estoy escuchando ESKORBUTO
Espero no morir mañana
lunes, 2 de noviembre de 2020
Si me vengo…
No recuerdo lo que me pidió Paola el día que me dijo que Sí, que se venía a vivir conmigo, pero sé que me pidió algunas cosas. Casi todas las cosas que me pidió fueron materiales, cosas que tenían que ver con cómo colocar las cosas y cómo organizarnos. Pero otras también tenían que ver con nuestras almas. No me importó lo más mínimo sacar mi ropa y mis libros a un destierro sin retorno que más de catorce años después sigue sin resolverse. Todo en favor de que ella durmiese conmigo todas las noches. En esta ecuación siempre salgo ganando, cada noche cuando cierro los ojos y la abrazo.
Ahora leo este poema de Diane di Prima, y pienso que algo así me pudo decir:
Si me vengo a vivir contigo,
¿me prometerías
un pedazo de carne los domingos,
una hojita de azucena
para olerla en la almohada,
un queso en el refrigerador,
un beso de lengua
entre las pesadillas?
Si no es así,
no me vengo contigo.