sábado, 19 de noviembre de 2016

Decálogo para escribir necrologías, de Arcadi Espada



1.– Tenga en cuenta que usted sigue vivo.

2.– Evite ponerse, por si acaso, en el lugar del muerto, tipo "a él le habría gustado así".

3.– Evite las cartas a tumba abierta, tipo "allá donde estés, amigo, quiero que sepas".

4.– Evite convertir una muerte natural en un suicidio, tipo "se fue tan discretamente como había vivido".

5.– No espere una mejora de su conducta, tipo aquel necrologista que riñó a su muerto.

6.– Sobre todo, no hable de su sonrisa, tipo "nos acompañará siempre".

7.– Si siempre ocultó lo que realmente pensaba sobre él, haga ahora un pequeño y postrero esfuerzo.

8.– Examine si supone un acto de respeto haber esperado a su muerte, tipo "ahora ya se puede desvelar cómo".

9.– No olvide jamás que la necrológica que está escribiendo puede ser lo único vivo que quede de él.

10.– Y dado que en algún caso, aunque escaso, el muerto se ha levantado y ha leído, escriba usted siempre con las precauciones del que espera réplica.


ARCADI ESPADA, Periodismo práctico, Espasa, Madrid, 2008, extraído del artículo de Santiago González, Cartas a quienes no pueden leerlas, El Mundo, 28 de marzo de 2009 (AQUÍ)