viernes, 4 de julio de 2008

El libro de mis amigos

El que nunca se entera de qué va la historia, el que corre tras el tren y lo pierde, y pierde el bus y el tiempo y el juicio y la impaciencia, y el soplo. El que no sabe escribir, ni dibujar, ni amar, ni está orgulloso de sus logros, ni envidia los de los demás. El que teclea con un dedo, pero con las dos manos, Eh?. Y con una mano dibuja, con la otra se arrasca, la tiene libre por si se lía a pedradas. El que no se ríe de las gracias y el que se carcajea de lo que no tiene puta gracia. El gruñido, el dientes apretados, el puñetero, el que salta por la ventana, el que rompe la botella, el que tropieza en las inauguraciones, el que no distingue los tiempos, el donde todo es hoy, el donde no hay futuro, el donde lo de hace tres años fue hace unos días. El escandalo. El que no se nombra, el beso del demonio, al que no pasan lista. El fuego. El que no vota, ni sabe porque nunca lo ha hecho. El que no se confiesa, porque no sabe y nunca lo ha hecho. El que sueña con bombas, el que encierran en la jaula de los leones. Al que nadie lee, al que nadie escucha, al que se le encasilla, al que se prejuicia. El don nadie. El pincha-neumáticos. El lobo. El que nunca invitan a las fiestas, pero siempre está. El que se despide con cortes de manga o proposiciones de cama. El de las novelas inacabadas, los poemas sin rima. Al que los curas decían que no iba a llegar a nada. Ese era yo, o eras tú, no lo sé muy bien, porque casi lo mismo que yo eres tú. Eh! pero yo más guapo, claro, si no de que?
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De la serie "cosas que uno escribe porque está borracho"
capitulo 3º Exaltación de la amistad

Maravillosas tardes

Maravillosas tardes
en el cine porno de la calle Magallanes.
Vicente, el acomodador,
sabía que me sentaba
de la mitad hacia adelante,
y solía -si me retrasaba- tranquilizarme:
"Está de suerte el señor, acaba de empezar"
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GONZALO SANTELICES QUESADA
"Vida de un vendedor de fotocopias"

martes, 1 de julio de 2008

Manifiesto de las nubes

Manifiesto de la Sociedad de Observación de Nubes

Creemos que las nubes reciben un trato injusto y que la vida sería infinitamente pobre sin ellas.
Pensamos que las nubes son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas.
Nos comprometemos a luchar contra la obsesión por los cielos azules allí donde la encontremos. La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes.
Pretendemos recordarle a la gente que las nubes son expresiones de los cambios de humor de la atmósfera y que pueden interpretarse como las del rostro de una persona.
Creemos que las nubes son para soñadores y que su contemplación beneficia el alma. De hecho, los que piensen en las formas que ven en ellas se ahorrarán las facturas del psicoanalista.
Así pues, declaramos ante todo aquel que quiera escuchar:
Alza la vista, maravíllate ante su efímera belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes.
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Guía del Observador de Nubes, Gavin Pretor-Pinney (fundador de la Cloud Appreciation Society). Editorial Salamandra, 2007.
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Texto copyandpaste de "Maquinaria de la nube"