domingo, 21 de abril de 2024

EL ROSA Y EL NEGRO


El mar una copa de negro licor de arándanos.
El cielo de color rosa observándome con tristeza.
La mano que fue mía, inmóvil,
entre episodios de un relato.
El sonido absorbente bajo el agua respirando, escupiendo.
Las burbujas de limo rielando en el mar.
La forma cambiante que llamamos hombre, alzándose liberada,
toda nariz y labios tras un cristal.
Las aletas fluorescentes golpeando contra la piedra caliza
como un abanico español en unas perlas.
Los cuerpos flácidos de los tentáculos rosados, abatidos,
en filas perfectas, colgados del cinturón.
La roca nacarada sobre la que nos sentamos.
La cara adormilada que me miraba.
Los pies cruzados.
La nube entintada, como la secreción de un pulpo,
alejándose en lo alto.
El sol una mezcla blanquiaguada.
La delicada red de ganchillo donde dormían los erizos de mar.
Las grandes púas del que capturé.
El machete, afilado como las palabras de un cura, cortando, cortando.
El intratable mar calmándose y calmándose.
La espalda metálica de algo que escapa,
entrevisto bajo las sombras.
He estado tan solo, hambriento como una serpiente.

AUTORRETRATO CON OJOS ROJOS


Durante todo nuestro affaire de once años,
que se deshizo en actos de placer hasta la muerte
que ahora reconozco como amor, y que luego
siguen orbitando en los sueños más profundos,
en los cuales la memoria, motor de todo,
se regenera, no me importó nada
la vida fuera de las paredes de nuestra habitación.

La mano que borra escribe lo que es real,
y en ello estoy. Amé la vida y ahora veo
que fue una debilidad. Amé los pequeños
nacimientos y muertes que nos ocurren cada día.
Incluso la blanca saliva en tus dientes sensuales
fue espuma del amor, diciéndome: no es cierto,
después de todo, que nunca fueras amado.

La primavera


La primavera se recibirá con felicidad porque las orquídeas florecerán en la cocina y las ventanas se abrirán de par en par y la ropa se aligerará de nuestros cuerpos. La ropa tendida se secará antes y siempre habrá luz, casi a cualquier hora. Los más afortunados tendrán un sexo mucho más luminoso porque los días son más largos y la temperatura dejará nuestra desnudez al amparo de la brisa del atardecer. Las comidas tendrán mucho más sabor a pesar de no tener que cocinar tanto, y las recetas frías tendrán sentido. La primavera embellece y nos vuelve ligeros. 

sábado, 20 de abril de 2024

Entre la insignificancia y la histeria


La idea del fin de los tiempos, el apocalipsis, el fin del mundo, la amenaza terrorista o posibilidad de guerra en el mundo occidental nos provoca sentimientos de desamparo, malestar, ideas suicidas y pensamientos límites que se pasean entre la insignificancia y la histeria.

Bares de barrio

Yo me crié en bares de barrios como los de Villaverde, Ciudad de los Ángeles, Lavapiés, Chueca, Malasaña o la Latina. A los dieciocho la zona era Moncloa, Marqués de Vadillo, Plaza de España, Manuel Becerra y la carretera de Valencia. Después Malasaña y Lavapiés y Chueca, de bar en bar durante años. En Madrid vas de bar en bar desde que empiezas hasta que te acabas.

Después aprendí a ser lo que soy ahora, en estos mismos sitios. Hice amigos y me enamoré y canté y lloré y a veces simplemente estuve y me tomé algo. 

En Madrid la vida está en un bar. Los bares de Madrid son el refugio, la esperanza y la rutina.

15.000 bares. Uno por cada 200 madrileños.

Amor por el apocalipsis


Millones de personas que sienten amor por el apocalipsis y que imaginan el final de los tiempos como un medio rápido e inminente de liberarse de las dificultades y sinsabores de la vida.
 
Domina aquí una voraz curiosidad y una obsesión casi enfermiza por averiguar si los hechos pasados, presentes y futuros se ajustan a lo que dice la Escritura, que más que Palabra de Dios se asemejaría a un libro de complejos significados que tan solo unos pocos serían capaces de descifrar, pese a que nadie les haya ungido como profetas.

Mucha gente que piensa que vivimos en el tiempo inmediato al final, como en la última fase de un  videojuego o película de ciencia ficción, buscando en la biblia y en particular en el capítulo 13 de San Marcos, donde Jesús se refiere a la destrucción de Jerusalén y al fin de los tiempos, poco después de que sus discípulos expresaran su admiración ante la belleza del templo. 
Este pasaje es a la vez una llamada a no considerar nada como definitivo en este mundo, y refiere algunos ejemplos históricos en los que los acontecimientos, que nunca son ajenos a los designios de Dios, han echado abajo la seguridad de haber edificado un reino de Dios permanente en la tierra. Sucedió en el año 410, cuando los visigodos de Alarico saquearon Roma, un preludio de la caída definitiva del Imperio, pero que es algo inexplicable porque unos treinta años antes el cristianismo había pasado a ser la religión oficial romana. ¿Y qué pensar de 1348, el año de la Peste Negra? Es una época en la que la pandemia afecta a la mitad de la población, en que se inicia la Guerra de los Cien Años entre ingleses y franceses, y en el que la Cristiandad se desgarra con el traslado del papado a Aviñón y el posterior cisma de Occidente. ¿Dónde quedaron entonces las esperanzas puestas en la Cristiandad medieval? En la batalla de Hattin (1187) Saladino derrotó aplastantemente a los cruzados, y no les salvó el que hubiera llevado al combate desde Jerusalén la reliquia de la Vera Cruz.

El cristianismo es la religión del amor. El problema radica en que el amor de Dios, ofrecido gratuitamente hasta el extremo de la cruz, puede ser rechazado. Lo subrayó san Francisco de Asís en su entrevista con el sultán de Egipto en 1219: “El amor no es amado. El amor siempre es crucificado en este mundo”. Por eso la esencia del pecado, como bien señala el autor, es no dejarse amar por Dios. De ahí que la conversión no consista en adoptar una identidad cristiana sino la acogida del amor de Dios encarnado en Cristo. Con todo, una reacción muy frecuente es la de pedir a Jesús que se aparte de nosotros, del mismo modo que hicieron los gerasenos, ávidos de las ganancias derivadas de sus piaras de cerdos y que no valoraron la curación de un endemoniado (Mc 5, 1-20).

Frente a la mentalidad apocalíptica, es preciso leer el evangelio, si bien no es un manual de sabiduría que nos da consejos para afrontar las dificultades. Es la revelación del reino de Dios. Además, es una invitación a velar, a no alarmarse y a no tener miedo, pues en toda crisis “hay una victoria final del proyecto de Dios”. Tenemos que ver el reino de Dios dondequiera que se encuentre. No es, sin duda, una casualidad que, poco antes de su discurso sobre el final de los tiempos, Jesús haga un elogio de la viuda que da como limosna para el templo todo lo que tenía para vivir (Mc 12, 41-44).

Todos los tiempos son difíciles, pues la fe no es un lujo para tiempos de calma, ni tampoco es un tranquilizador deísmo. Podría decirse que siempre estamos al final de los tiempos, pero lo externo no es lo más importante. Para un cristiano lo importante es la actitud interior, pues de otro modo viviremos de forma permanente en inquietud, en una interminable espera en la que la imagen de Cristo, del Cristo del evangelio, irá quedando relegada a un plano a la vez formal y secundario.

Imagina ahora un mundo ateo, igual al que vivimos, donde Jesucristo sea un actor secundario, pero lleno de señales que indican que el apocalipsis se acerca y no tendrá ningún dios que sirva de sponsor.
Sin Dios, los humanos acabaremos con nosotros mismos sin excusa ni compasión, haciendo único caso a nuestra razón destructiva y autodestructiva.




Paseos al atardecer

Ahora, todas las tardes, salgo a caminar con Paola. Hacemos 10000 pasos por lo menos y procuramos que coincida con el atardecer. 

Ese tiempo que caminamos es para hablar. Hablamos de cualquier cosa y está bien. Caminar y conversar y ver el atardecer, está bien.

Pienso que eso mismo es lo que hace la gente mayor y luego pienso que ya soy mayor y que lo que hago es lo que hace la gente que es mayor como yo.

Paseo con Paola al atardecer y hablamos de cualquier cosa mientras vemos el atardecer y nos hacemos mayores.

Stories from the City, Stories from the Sea


Han pasado 24 años desde que compré este disco: "Stories from the City, Stories from the Sea" de PJ Harvey. Por entonces, todas las mañanas empezaban y acababan con este mismo disco. Había otros, hubo buenos discos entonces.
En el 2000 el formato era el CD y todavía se escuchaban los discos enteros. Los discos tenían sentido desde el principio hasta el final. Te convencían. Te sentabas a escuchar un disco. Disfrutabas de la escucha. Existía el momento de escuchar un disco y no hacer nada más.
Parece que ahora la música tiene otra función, la de ocupar tiempos entre esto y lo otro o el espacio de desplazamiento entre un sitio y otro, como si no soportásemos los tiempos y espacios muertos. Música para la permanente mirada a la pantalla de un teléfono móvil.
Entonces parecía que todo lo que pasaba era lo último, después no habría nada más. Era el fin. Vivía en el derrumbe. Parecía que el 2000 era el final de un montón de cosas, y en realidad así fue.
Pero en realidad no era el fin sino el principio del tiempo en el que vivimos ahora.

Matar al presidente


Podemos matar al presidente, solo es un hombre.

Podemos matar al presidente y prohibir el amanecer.

Jesucristo vino del cielo y  también lo matamos,

con facilidad.



Todo es nuevo Ahora


Otra vez inventando nuevos medios de supervivencia. Agotando sistemas económicos sin parar desde la adolescencia hasta ahora, y preguntándome cómo han hecho los demás, los que han perseverado en una misma cosa toda una vida y afianzando una posición estable. 

Yo no sé. Siempre he estado haciendo cosas y más cosas y ganando dinero pero siempre poco o no lo bastante, y con la sensación de que nada es suficiente. 

Ahora estoy pintando cuadros y los cuadros se venden, pero no se venden todos los que necesito y no siempre se pagan tan bien, y entonces sigo pintando, sin parar. Pinto miles de cuadros. Lo de miles no es una forma de hablar, porque pinto miles. Pinto de continuo 10 o más cuadros todas las semanas y vendo todos los que puedo, al precio que sea y luego los embalo y los facturo y los envío y luego sigo pintando sin parar. Una máquina de pintar que no para nunca. Si viajo, mi taller se traslada conmigo y sigo trabajando en una u otra casa, hotel, apartamento, terraza o en cualquier sitio donde pueda montar mi taller de viaje.

Si me preguntas que pintura es la mía. La mía es una pintura rápida y alimenticia. Mis mejores cuadros son los que pagan antes las facturas. No hablan de mí ni de la angustia existencial, ni reflexionan sobre la historia o el arte, son cuadros que llenan las paredes de los europeos de colores y motivos fáciles de combinar con un concepto de diseño de interior moderno. 

Hay cuadros míos repartidos por cientos de ciudades y cuadros que me compran y se revenden en galerías y subastas por tres o cuatro veces lo que me pagan, a veces más. Fantaseo con la idea de que mi empeño consiste en conquistar Europa, colocando un cuadro en cada casa de cada europeo.

Ahora todo está cambiando otra vez. Me pongo a ello, maniobro para encajar las cosas de nuevo. Me digo que todo es nuevo ahora y aunque soy consciente de repetir esto como una especie de mantra, cada vez soy mas viejo y mis palabras mas gastadas.

viernes, 19 de abril de 2024

La poesía es lo que escribo solo para mí

Miles de palabras que se acumulan tropezando unas con otras en mi teclado. muchas de ellas rectificadas por mi dislexia. Palabras que acompañan dibujos. Palabras que a veces dicen más que lo que cuentan.  

Yo no tengo propósito ninguno al escribir. Escribir para mí es como una jam sesion, una improvisación. 

Solo miro el teclado y dejo que mis manos intenten alcanzar la velocidad del pensamiento.

Tecleo sin saber donde voy y lo que quiero decir, simplemente escribo. Me acuerdo de Henry Miller y su flujo de pensamiento y sigo enlazando palabras en el teclado, como Burroughs o los surrealistas, o como cualquiera que no le importe quien le lea.

Escribo por y para mí. Nadie me lee y nadie me corrige.

Luego, siempre me pierdo. Miro la pantalla y leo lo escrito. Corrijo y estoy atento al ritmo. El ritmo es lo que más me importa. Intento que las palabras vayan al ritmo de mi corazón tensionado. 

Pienso que escribir es como caminar y que el ritmo de la escritura se debería acoplar al paso de mis derivas o paseos o caminatas o lo que sean.

Como luego no sé como llamar a esas cosas que escribo, decido que son poemas y que sirven para entender mis pasos al caminar.

Apellidos

Escucho que en los pueblos se hereda el nombre, el mote y la fama de los padres. Si naces en una mala familia, ya eres siempre malo: "Eres de los malos"

De igual manera al nacer serás rico o pobre o terrateniente o agricultor o de los que mandan o de los mandados. Según tus padres y abuelos y de la casa donde vivas. Si naces tonto pero rico serás rico pero tonto, pero si naces pobre y tonto serás tonto y pobre.

A veces la delincuencia se hereda.

Mucha gente emigra a las ciudades. En la ciudad la gente se reinventa porque puede ser lo que quiera, porque a nadie le importa quien es tu familia. 

El plástico te trascenderá

La carne se pudre mucho más rápido que el plástico. El día que mueras tus células se degradarán mucho más rápido que tus implantes. El plástico con el que vives ahora mismo será lo último en desaparecer de ti mismo. El plástico, el titanio o el oro te trascenderán. 


RockandRoll


Una vez dije que la gente que te enseña nueva y buena música es la gente a la que le importas. 
Ahora mismo pienso que solo le importo a Spotify.
1,2,3... RockandRoll
 

domingo, 7 de abril de 2024

Los puños de MazingerZ


Yo tenía la fuerza de los puños de Mazinger Z. Luego los vendí en Wallapop. Pedí mucho dinero por dos trozos de plástico que me pagaron sin regatear y en dos plazos. Luego envié mi fuerza por correos y dije adiós a mi infancia.

La fuerza del puño de Hulk


Yo tenía la fuerza del puño de Hulk. 
Luego la vendí por Wallapop.

sábado, 16 de marzo de 2024

Los objetos te sobreviven

Los objetos seguirán existiendo cuando tú te mueras. Al fallecer todas tus cosas estarán donde las dejaste. Existirán a pesar de ti y aunque dejen de tener el significado que les diste, por un tiempo, estarán dispuestos a tu manera. 

Luego se dispersarán, algunos se perderán o acabarán en el basurero y otros formarán parte de otra colección de objetos de otro humano por fallecer en un futuro más o menos cercano. 

Pienso en los coleccionistas y su angustia al pensar en lo que sucederá con esos objetos que suponen el empeño de una vida, cuando sus propietarios dejen de estar. ¿Qué pasará con sus colecciones? Conservadores de objetos que tienen un valor incalculable en manos de sus dueños, pero que pierden todo el valor ante su ausencia.

Oración por los borrachos

 

Dios les dé de beber a esos borrachos
quienes despiertan en la madrugada,
totalmente agotados, balbuceando
sobre el pecho de Belcebú, mientras una vez más,
espiando a través de las ventanas,
observan cómo se avecina
el terrible puente quebrado
del amanecer.

Ciudad cero



 Ciudad cero

Una revolución.
Luego una guerra.
En aquellos dos años –que eran
la quinta parte de toda mi vida–,
ya había experimentado sensaciones distintas.
Imaginé más tarde
lo que es la lucha en calidad de hombre.
Pero como tal niño,
la guerra, para mí, era tan sólo:
suspensión de las clases escolares,
Isabelita en bragas en el sótano,
cementerios de coches, pisos
abandonados, hambre indefinible,
sangre descubierta
en la tierra o las losas de la calle,
un terror que duraba
lo que el frágil rumor de los cristales
después de la explosión,
y el casi incomprensible
dolor de los adultos,
sus lágrimas, su miedo,
su ira sofocada,
que, por algún resquicio,
entraban en mi alma
para desvanecerse luego, pronto,
ante uno de los muchos
prodigios cotidianos: el hallazgo
de una bala aún caliente,
el incendio
de un edificio próximo,
los restos de un saqueo
–papeles y retratos
en medio de la calle...
Todo pasó,
todo es borroso ahora, todo
menos eso que apenas percibía
en aquel tiempo
y que, años más tarde,
resurgió en mi interior, ya para siempre:
este miedo difuso,
esta ira repentina,
estas imprevisibles
y verdaderas ganas de llorar.


viernes, 15 de marzo de 2024

Todos los días



Todos los días como dos o tres veces, cocino, me ducho y salgo para hacer la compra.

Todos los días pinto al menos un cuadro.

Todos los días duermo y tengo sueños que parecen verdad.

Todos los días huelo a mi mujer y la deseo.

Todos los días duermo con ella y luego la preparo el desayuno.

Todos los días escribo en mi libreta y hago cuentas.

Todos los días miro la cuenta del banco.

Todos los días pierdo el tiempo todo lo que puedo.

Todos los días son como empezar de nuevo.

Todos los días empiezan y acaban en mí mismo.


Soy lo que tengo


Erich Fromm dice que nos definimos por lo que tenemos. Tener esposa, hijos, un título, un trabajo, son las cosas que una persona dice para presentarse cuando se le pregunta quién es; sin embargo, como señala Fromm, estas cosas no tratan de quienes somos, sino de lo que tenemos. Y no nos definen.

Todo lo que realmente tenemos es a nosotros mismos. No hay nadie en la vida, cuya relación construimos con ellos, que pueda ser más valiosa que la que construimos con nosotros mismos. El hecho de que una persona que no puede establecer su propia soledad de una manera saludable no puede establecer una relación saludable con otra persona es la misma razón.

Déjame intentar explicar la línea entre "nuestros mismos" y "fuera de nosotros mismos". Mi esposa es lo mejor que me ha pasado nunca. Pero las novelas que yo escribo, por ejemplo, no son nada de lo que me ha pasado. La publicación de nuestros libros es algo que nos pasa, es un acontecimiento que se desarrolla fuera de nosotros; escribir los libros es nuestra acción, nos pertenece directamente y por eso nos da mucha felicidad. La declaración de Sartre es muy exacta cuando rechazó el premio Nobel cuando dijo "Conseguí el premio cuando escribí mis libros". Una persona que escribe una novela tiene capacidad de escribir incontables novelas. Nadie puede leer ni publicar el libro que has escrito, pero nadie te puede quitar la capacidad de escribir un libro, si has escrito un libro, tu capacidad de escribir incontables libros y ponerlo en tu escritorio. Este es el principal problema que hace que una persona se sienta fuerte. Mi esposa es lo mejor que me ha pasado, como deje, puede morir de repente un día o quere seguir adelante con otra persona. Cuanto más fuerte me puedo hacer en esta situación, menos me preocuparía por la perdida de mi conyuje, que no es yo. Creo mis novelas y mis novelas me crean. Creamos nuestras vidas y nuestras vidas nos crean. Podemos reemplazar novela con cualquier otra cosa o no hablar de extorsión en absoluto. Pero transformar una idea en una forma concreta, una acción, que es crear y presentar algo, es el ejemplo más hermoso y claro de la autoconstrucción humana.

Me preguntas si creo en el alma

Me preguntas si creo en el alma y digo: "claro que sí, cómo no voy a creer en el alma. Yo soy un artista, si no existiese el alma no existiría el arte."

De nada sirve ni una cosa ni la otra. El alma sin cuerpo o el cuerpo sin alma. El alma sin arte, el arte sin cuerpo, el arte sin alma. 

De nada sirve el arte.

De nada sirve el alma.

De nada sirve el arte igual que de nada sirve el alma. Ambas cosas son tan inútiles como necesarias. Precisamente esa falta de utilidad es lo que nos define como humanos. La humanidad no es útil o inútil, es otra cosa.

El resto, todo lo que tiene que ver con la utilidad, es capitalismo, materialismo, neoliberalismo y otro montón de términos que definen lo que separa el alma del cuerpo, y que, en últimas, convierten el cuerpo en máquina de producción y consumo, y nada más.

Me preguntas si creo en el alma si no creo en Dios y digo: "Que no crea en Dios nada tiene que ver con si siento o no lo que tu consideras lo espiritual. De hecho creo que no sabes nada de lo que me estás preguntando."

¿Quién soy yo para hablar sobre la vida, el amor, la felicidad?


¿Quién soy yo para hablar sobre la vida, el amor, la felicidad? Sobre si todo está bien con el mundo, o si solo es un valle de lágrimas... Creo que es increíble, fabulosa, esta vida nuestra... todo, los pájaros y las abejas, el ciervo y el antílope, los amplios cielos, el rocío con niebla, los bebés rockabye... El abrazo de mi esposa, un aterrizaje en la luna, espacio, tiempo, eternidad. No entiendo una maldita cosa sobre nada de esto, excepto que es suficiente para mantenerme en un constante delirio de deleite, sorpresa, entusiasmo, desesperación, lo suficiente para mantenerme vagbundeando, tropezando, flaqueando, maldiciendo, adorando, odiando la destrucción, la violencia en mí y en los demás

Ed van der Elsken

Sin dinero

Llevo escribiendo libretas desde hace 20 o 30 años. Muchas las conservo, de 2010 en adelante. Antes de eso tengo cuadernos sueltos que se salvaron de 2003 o 2004. Pero antes de eso no queda nada. Recuerdo tener cuadernos y libretas desde antes,  igual que ahora, pero se han perdido todas. Miro en cualquiera de las que conservo, y siempre hay alguna página donde hablo de no tener dinero, igual que ahora. A partir de ahí el resto de temas sobre los que escribo, sobre lo que me preocupa es cómo sobrevivir al hecho de no tener dinero. Y luego sigo a lo mío. Y así, siempre la misma historia.


martes, 6 de febrero de 2024

viernes, 2 de febrero de 2024

Deja ya de citar a Borges


Es que no puedes ser tan intelectual, le digo. Te falta un par de buenos polvos. Deja ya de citar a Borges, y a toda esa tropa. No vas por buen camino. Basta ya de Kierkegaard y toda esa mierda sin destino. Saca tu boina del Ché. Dame una buena mamada. Dale que ya conozco a Bukowski. Está muerto el puto finado. Ven y ponte en cuatro patas. Dale que te follo hija de la gran chingada. En verdad, yo dominaba idiomas. Y le digo: Quiero tu chocho en mi pico y que tu boca húmeda se adentre en mi polla. Está bien, me dijo. Lo haré. Pero conste que eres un bruto de mierda, al cual nunca le ha interesado la literatura ni la política. Que lo hago sólo porque me pagas bien. Le digo que no me importa la mierda que piense. Ni sus años de militancia en un partido de izquierda. Que quiero que me lo chupe y nada más. Que nada más le pido. Sólo eso. Me hace caso. Le pago y se va. Tiro el preservativo a la basura.

Hugo Vera Miranda

martes, 30 de enero de 2024

El rincón de pensar


El rincón de pensar es esta butaca que acabo de retapizar. Una butaca para descansar o sentarme a leer  o para simplemente contemplar el amanecer o el atardecer, que son igualmente espectaculares desde donde me siento a mirar tras las ventanas de este pueblo de León: Laguna de negrillos. Es una butaca cómoda donde descanso  sin que se me olvide de donde vengo, quien soy y como pienso que se mueve todo, cada vez que pongo bien alto el disco de los Sex Pistols. 

Solo hay un disco de los Pistols, así que es fácil que te guste o no. No hay un después y no hay un antes. Los Sex Pistols son 1977 y son todos los años después que escuchas ese mismo disco una y otra vez, desde entonces. 

Para mí esta es la música que importa. La que me mueve y emociona. De donde vengo. La que me representa:

Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols




domingo, 28 de enero de 2024

El taller del artista

 


El taller del artista:

Un local en el Rastro de Madrid: "El Hígado es la cresta del Gallo" o "EHELCDG". Donde al entrar, en el suelo ponía: La cabeza es redonda para que el pensamiento pueda cambiar de dirección.

El local del rastro que se convirtió en un local de Malasaña con un sótano donde pasé casi 15 años haciendo muebles y pintando cuadros tan grandes que a veces no subían por las escaleras. Se llamó DelGallo y mucha gente me conoce por eso y por mis muebles. 

En 2020 cerró DelGallo y mi taller se volvió itinerante: Un sótano que antes fue un gimnasio. Un cortijo de Almería. Una casa de piedra en Antas, en la provincia de Pontevedra. Muchas habitaciones de Hotel y pisos de Airbnb de España y Francia. Un mes y medio en la costa tropical de Granada, Ítrabo y Salobreña. Pisos de playa y apartamentos prestados por amigos. Oropesa. Un trastero. De nuevo la cocina. De nuevo en Almería. Siempre con vuelta en Madrid.

Intento hacer memoria y sé que se me olvidan un montón de sitios. Muchos son de paso. El maletero del coche me ha servido muchas veces de oficina entre un sitio y otro. Oficinas de correo, Ups Access Point y DHL o SEUR. Cartón y cinta de embalar para seguir pintando y enviando mis cuadros desde cualquier lugar.

Ahora estoy en León. Voy a montar aquí mi estudio y mi biblioteca y voy a traer todos mis vinilos.

Desde aquí voy a pintar todos los cuadros que me quedan por pintar. Este va a ser mi cuartel general por un tiempo largo. Laguna de Negrillos. Aquí la luz es perfecta y el tiempo infinito.
Ahora voy a PINTAR!

Voy a pintar un millón de cuadros y luego caeré rendido.

El taller del artista


El taller del artista:

En un piso de Villaverde Alto, Madrid, donde forré todas las paredes de fotos, que recortaba de revistas y suplementos dominicales, de todo aquello que me llamaba la atención. Espejos por todas partes que amplificaban la sensación de caos. Tabiques a medio tirar y una fotocopiadora que utilizaba para fabricar carteles que luego pegaba por todo Madrid con ayuda de mis compañeros de las FN (Formaciones Nonatas).

La casa de mi abuela donde monté un laboratorio fotográfico cuando ella, ya mayor, se vino a vivir con mis padres. Pasaba mucho tiempo en ese piso entonces. Ahora vivo en él.

Un gimnasio. Parece raro, pero tuve mi taller más de 10 años dentro de un gimnasio. 

La parte superior de un local en obras donde se iba a instalar una cafetería. Con mi amigo Iñaki pintamos unos telones enormes de más de 20 metros de largo sobre un forjado de hormigón que todavía no habían solado. Tardamos dos semanas y no recuerdo que nos pagasen gran cosa.

La cocina de mi casa, donde vuelvo una y otra vez, cada vez que me traslado. Ahora mismo, si estoy en Madrid, pinto en la cocina.

El taller del artista



Mi taller ha mudado muchas veces y otras muchas otras veces ha sido itinerante o se ha montado y desmontado en días porque estaba de viaje. Recuerdo algunos:


La cama de la habitación compartida con mi hermano mayor fue mi primer taller, donde dibujaba tebeos en cartulinas A4 con lápiz y Rotring. Quería ser dibujante de tebeos. Luego mi madre me compró una mesa para que trabajase más a gusto, pero la usé poco porque prefería la cama. También en esa cama empecé a escuchar música mientras dibujaba y desde entonces no he hecho otra cosa que escuchar música y dibujar. Cuando escribo no escucho nada. Dibujar y escribir son cosas diferentes.

La habitación de casa de mis padres donde me trasladé, dejando atrás el dormitorio compartido con mi hermano, como si me hubiese independizado. Tenía una televisión diminuta que le compré a un amigo y una cámara que grababa constantemente sobre la pantalla de ese televisor. Los dibujos sobre la cama. Ceniceros, posters, revistas de comics y música, cintas de VHS. Los lienzos en el pasillo.

Mi taller de agosto en la habitación de arriba, junto al trastero, de la casa del pueblo de Burgos donde podía fumar y dibujar y escribir días enteros sin que me molestasen, porque nadie subía jamás esas escaleras. Recuerdo el calor y el sudor y el humo del tabaco rubio escapando por una diminuta ventana. Esa casa se vendió mucho después y sentí que perdía parte de mi historia allá arriba, cerca del tejado.

Un garaje de la calle Martínez Izquierdo de Madrid, enorme, que me subvencionó una amiga que por entonces estaba enamorada de mí y que además de dejarme trabajar en ese espacio, propiedad de sus padres, me compraba telas y materiales para trabajar. Además me llevaba en coche por todas partes. Su amor nunca fue correspondido y la cosa no terminó del todo bien. 

La facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, donde subía una planta y luego otra y abría otra puerta y en el rincón más apartado de todos trabajaba todo el día mientras recibía visitas para ver que estaba pintando. Por entonces sentía tanto interés por mi trabajo que pensaba que lo estaba haciendo bien.
 

viernes, 26 de enero de 2024

El taller del artista


Tener un taller siempre ha sido una prioridad. Tener donde trabajar y según el lugar, cómo trabajar. 
No es igual disponer de un sitio amplio y bien iluminado, que tener que apañarte con una mesa o una tabla sobre tus piernas. Si trabajo sobre mis piernas, dibujo con rotuladores en A4 y luego mejoro los dibujos en un ordenador. Y si tengo 300 metros de local para mí solo, tiendo lienzos gigantes sobre todas las paredes y gasto kilos y kilos de pintura para llenar todas esas paredes de ideas que no cabían sobre mis piernas. El lugar determina el tamaño de la obra. Pero en el fondo es lo mismo el dibujo A4 a rotulador que la tela gigante. Todo es lo mismo, el tamaño casi nunca decide la importancia de la obra. Ni siquiera valen más o menos cuando las vendes.

He tenido muchos talleres. Los artistas de verdad los llaman estudios. A mí me gusta más la idea de taller, porque en el taller puedes hacer más cosas, no solo pintar: Puedes cortar madera, arreglar una moto y quedar con los amigos para terminar emborrachándote, también puedes quedarte a dormir o follar con tu chica y también puedes pintar. En el estudio haces exactamente lo mismo pero lo haces como si todo tuviese un propósito o si todo tuviese que ver con tu "yo artista", y eso es mucho peso para mí. En los talleres se trabaja y en los estudios se piensa. Y yo, por mi impaciencia continua, siempre me he puesto a trabajar antes de ponerme a pensar. 

Debería pensar mejor lo que pinto, porque luego, es verdad, que pinto cualquier cosa.

domingo, 7 de enero de 2024

¿Qué es la poesía?

 


Amor recuéstate conmigo
y te lo habré de decir.

La poesía es aquello que exclamaríamos habiendo
llegado a nosotros mismos en un bosque  oscuro
en la mitad del camino de nuestras vidas.

Los poemas son arcos en llamas, los poemas son
flechas del deseo, la poesía le brinda al corazón
sus palabras.

La poesía es la verdad que revela todos los engaños,
el rostro sin máscara.

¿Qué es la poesía? El viento revuelve los pastizales,
aúlla en los desfiladeros.

Voz perdida y soñante, una  puerta puesta a flotar
sobre el horizonte.

O flauta ebria O boca dorada, besa, besa en los
boudoirs de piedra.

¿Qué es la poesía? Un payaso ríe, un payaso solloza,
dejando caer su máscara.

La poesía es el huésped desconocido en la casa.

La  poesía es la Gran Memoria, cada palabra una
metáfora viva.

La poesía el ojo del corazón, el corazón de la mente.

Las palabras esperan para renacer en las sombras
la lámpara de la poesía.

Primera luz y un pájaro oscuro aletea alejándose,
eso es un poema.

La tórtola en la mañana velando la noche es mi
deleite.

Los poemas son correos electrónicos desde lo
desconocido más allá del ciberespacio.

La poesía es el supremo refugio interior.

Los poemas son luz emitiendo resplandores.

La poesía como un ancla en tu vida sólo será
tan beneficiosa como las profundidades que
pueda alcanzar.

La poesía como una primera lengua antes de
la escritura todavía canta en nosotros, una
música muda, una música naciente.

La vida vivida considerando la poesía es en
sí mismo un arte.

Los poemas como las polillas golpean el cristal
de la ventana, intentando alcanzar la flama.

La poesía, el grito del corazón que despierta
a los ángeles y mata a los demonios.

La poesía es escritura blanca sobre negro,
escritura negra sobre blanco.

Los poemas se ocultan en los cielos nocturnos,
en pobres conventillos, en las hojas barridas por
el viento del otoño, en cartas perdidas vueltas a
encontrar, rostros perdidos en la multitud…

La poesía puede ser el bluegrass de la literatura,
invitándonos a regresar a la vida comunitaria,
la vida simple de las aldeas  de los comienzos.

La poesía, el acto de pintar los estados de la mente
y los profundos perfiles de los rostros.

La poesía una mujer desnuda, un hombre desnudo,
y la distancia entre ellos.

La poesía, la ficción suprema.

La poesía, una noticia  que nos llega del borde creciente
en las lejanas fronteras de lo consciente.

La poesía, una melodía silenciosa en la cabeza de cada
animal mudo.

La poesía una canción elevándose desde el mudo
corazón de las tinieblas.

Es la soledad privada hecha pública.

Es la luz al final del túnel y la oscuridad
en su interior.

Es la tórtola de la mañana velando el amor,
y ningún grito es más poderoso que el grito
del corazón.

La poesía mantiene la muerte a raya.

La poesía no es todo exaltación y Rimbaud.
También es la plegaria impotente del
pasajero de avión ajustándose el cinturón
de seguridad para el descenso final.

Los poemas satisfacen anhelos y añoranzas
y recomponen la vida.

La poesía es la distancia más corta entre dos
seres humanos.

Cada pájaro una palabra, cada palabra un pájaro.

Y cada poema una exageración, expuesta con
modestia.

La poesía es aquello que precede a las aves
acuáticas en vuelo mezclada con accidentes
automovilísticos.

La poesía es pájaros de larguísimas colas
cantando  en las copas de los jacarandaes
en la plaza de San Miguel Allende mientras
el sol desciende.

Y todos los pájaros del universo reuniéndose
en una gran bandada en un grandísimo libro.

Un poema es un instante fosforescente
iluminando el tiempo.

La poesía es más que pintar la luz del sol
en el costado de una casa.

La función imposible de la poesía es
desentrañar el destino del hombre
y trascenderlo.

La poesía es la oreja de Van Gogh en la
que reverbera toda la sangre del mundo.

La poesía es la fundamental conductora
de la emoción.

Es un pararrayos transmitiendo epifanías.

No es una luz consumida, una lámpara quemada,
ni una  lume spento.

Es una libélula incendiándose.

Es la luciérnaga de la imaginación.

Es  la luz del mar de Grecia, la luz diamantina
de Grecia.

La poesía es una visión luminosa oscurecida,
una visión oscura transformada en luz.

Es lo que la temprana primavera está diciendo
acerca de las muertes en el invierno.

Es un niño negro bailando a la noche alrededor
de un bananero en un patio de la calle Toulose.

La poesía es grafiti eterno en el corazón de todo
el mundo.

Es el solaz de los solitarios, la soledad siendo en sí
misma, poética.

Palabras sobre una página de poesía son un código
para la emoción humana.

El papel puede arder pero las palabras lograrán
escapar.

Un poema es un espejo caminando por una calle
del centro comercial, una calle plena en deleites
visuales.

La poesía es el luminoso papel de aluminio de
la imaginación. Puede brillar y su resplandor
casi cegarte.

Es el sol, sus rayos descendiendo en la mañana
a través de las nubes tejiendo una trama de luz
y sombra

Es las noches blancas y las bocas del deseo.

Un poema es un árbol con hojas vivas hechas
con grandes troncos de palabras.

Un poema debería elevarse hacia el éxtasis en
algún punto entre el lenguaje y el canto.

Es el sonido inmóvil entre las cuerdas de un
viejo violín que alguien ejecuta al atardecer
en el patio de un conventillo.

La poesía es la esencia de las ideas antes de
que estas se destilen en pensamientos.

La poesía es un temblor en la piel de la
eternidad.

Está hecha de  la disolución de luminosas
aureolas en océanos de sonido.

Es el habla de la calle, el habla de ángeles
y demonios.

Es un sofá ocupado por cantantes ciegos que
han dejado de lado sus bastones blancos.

Los poemas son salvavidas cuando tu bote
se hunde.

La poesía es la anarquía de los sentidos
produciendo sentido.

La poesía es todas las cosas nacidas con alas
que cantan.

La poesía es la voz del disenso que enfrenta
el desperdicio de las palabras y la enloquecida
abundancia de la palabra impresa.

Es lo que existe entrelíneas.

Un verdadero poema puede crear una divina
quietud en  el mundo.

Está hecha con las sílabas de los sueños.

Es una lejana, lejana exclamación en una playa
al atardecer.

Es un faro moviendo su megáfono  sobre el mar.

Es una fotografía de Ma en su corpiño comprado
en la tienda Woolworth mirando a través de la
ventana hacia un jardín secreto.

Es un árabe cargando coloridas alfombras y
jaulas para pájaros en una calle de Bagdad.

Un poema puede estar hecho con ingredientes
comunes, caseros. Ocupa una sola página sin
embargo puede llenar un mundo y cabe en el
bolsillo de un corazón.

El poeta un cantante callejero que rescata
en los parques a los gatos del amor.

La voz del poeta es la otra voz, aquella que
está dormida en todo ser humano.

La poesía son aquellos  pensamientos que te
vienen a la mente cuando estás recostado en
la cama luego de haber hecho el amor.

Los poemas son las páginas perdidas del día
y de la noche.

Es la destilación de aquellos animales con voz y
palabra llamándose uno al otro a través de un
golfo extenso.

Es un palpitante fragmento de la vida interior,
una música sin ataduras.

Es el diálogo de estatuas desnudas al sonido
de la alegría y el llanto.

Es el sonido del verano  bajo la lluvia
y también el de aquellos que ríen en la
noche detrás de postigos cerrados en
un callejón.

Es el pelo de paja de Helena bajo la  luz
del sol.

Es  la espada de Ulises en llamas.

Es una desnuda bombilla eléctrica en un
hotel para los sin techo iluminando las
desnudeces de mentes y corazones.

La poesía no vale nada y por lo tanto
no tiene precio.

Es un débil resplandor en la taza de la
mañana.

La poesía es la incomparable inteligencia
lírica puesta en escena para enfrentar la
diversidad de  cincuenta y siete tipos de
experiencia.

Es la energía del alma, eso, si el alma existe.

Es una gran mansión en la que resuenan todas
las voces que alguna vez hablaron palabras locas
palabras prodigiosas.

Es una incursión subversiva al olvidado lenguaje
del inconsciente colectivo.

La poesía un arma de vida desplegada en los campos
de la muerte.

La poesía el perfume de la resistencia.

La poesía una rebelión perpetua contra el silencio
el exilio y las artimañas.

La poesía deconstruye el poder. La poesía absoluta
deconstruye absolutamente.

La poesía es un canario verdadero, real, en una
mina de carbón, y nosotros conocemos la razón
del canto del pájaro enjaulado.

Es una soga que puedes atar alrededor de tu torso
en las profundidades de un rumoroso océano sin
costas a  la vista.

Es la sombra producida por nuestra imaginación a
pesar de todas las opiniones en contrario.

La poesía en esencia es pensamiento nocturno. Si
puede a si misma arrancarse de la ilusión, no será
negada antes del alba.

En los labios de la amada, la poesía es una perla
divina.

La poesía se hace evaporando la risa liquida de la
juventud.

La poesía es un libro de luz en la noche, dispersando
las nubes de lo desconocido.

Ella escucha el susurro de los elefantes.

Sabe cuántos ángeles y demonios danzan en la
cabeza de un falo.

Es aquello que zumba, que entusiasma, que ríe,
es un suspiro al amanecer, una risa suave salvaje.

Es la Gestalt final de la imaginación.

La poesía debiera ser emoción recordada con
emoción.

La poesía es las prendas interiores del  alma.

Las palabras son fósiles vivientes. El  poeta
reúne las partes  y arma la bestia salvaje.

La prosa enmascarándose en la tipografía de la
poesía no es poesía.

La poesía no es un “producto”, es en sí misma
una partícula elemental.

La poesía es la guillotina de las ideas aceptadas,
des idées reçues.

El poeta es el carterista de la realidad.

La poesía es un bote de papel en las inundaciones
de la desolación espiritual.

La poesía es locura y la absoluta felicidad erótica.

La poesía es el redescubrimiento del yo enfrentando
a la tribu.

El poeta es el maestro ontologista, cuestionando día
tras día la existencia, reinventándola.

Un poema es la flor de un instante en la eternidad.

El poeta prepara los tragos con licores salvajes y se
sorprende a perpetuidad de que nadie tambaleé.

La poesía puede ser escuchada en las bocas de tormenta,
sus notas ascienden, resonando en la escalera de escape
de incendios del Dante.

Ella reconoce el totalitarismo de la mente racional y lo
atraviesa, trascendiéndolo.

Un poema es un bote de salvamento internándose en
el mar alejándose del  barco escorado de la sociedad.

Un poema es la sombra de un avión desplazándose
sobre la tierra como si fuera una cruz escapándose
de una iglesia.

El poema es un telescopio esperando al poeta para que
lo enfoque.

Cada poeta su propio sacerdote y su propio confesor.

La poesía es al mismo tiempo la recreación de lo
sagrado y de  lo pagano.

La poesía es celebración, que una  supera las
utopías en su grado más intenso.

Poesía el juego lúdico del homo ludens.

La poesía, fornicación contra el destino.

Es el zumbido de las polillas mientras vuelan
en círculos alrededor de la llama.

Es la luna llorando pues ella debe desvanecerse
con las luces del día.

Es un bote de madera amarrado bajo las sombras
de un sauce llorón en el recodo de un río.

El poeta ve la eternidad en los ojos silenciosos
de todos los animales, incluidos los de hombres
y mujeres.

La poesía es el verdadero tema de la gran prosa.

Nos habla de lo inexpresable. Pronuncia el
impronunciable suspiro del corazón.

Cada poema un momentáneo estado de locura,
y aquello que no es real es la realidad.

La poesía es una de las formas de la insania
lírica.

El poema sigue siendo un golpe en la puerta de lo
desconocido.

El poema una mirada penetrante en el corazón
verdadero de las cosas.

Es la realización de lo subjetivo, la vida interior
del ser.

El arte no es azar. El azar no es arte, excepto quizás
por azar.

Los grandes poetas son las antenas de la raza, poseen
algo más que orejas de conejo.

La poesía es la más absoluta ilusión que podemos
vivir.

Al igual que un pecho, un poema tiene mayor belleza
si se cubre con el velo del misterio.

Un poeta un bailarín en trance en el Último Vals.

La poesía mitiga nuestra absoluta soledad en el
solitario universo.

La luz que vemos en el firmamento proviene de
una quemazón distante al igual que   la poesía.

La poesía es una presencia radical estimulándonos
constantemente.

La poesía en cadenas, encadena a la raza humana.

La poesía aún puede salvar al mundo transformando
las conciencias.

Un girasol enloquecido por  la luz derrama las semillas
de los poemas.

En la poesía, los árboles, las bestias, y los humanos
hablan.

La poesía le da voz a todos aquellos que ven y cantan
y lloran y ríen.

Un poema es una ventana a través de la cual todo lo que
pasa puede ser visto de forma diferente, renovada.

Cada poema una fruta de pasión, la esencia de la
pureza del ser.

Los ojos y los labios  puertas del amor, mirada y
sonidos, los portales de la poesía.

El bondadoso sol del impresionismo hace poemas
de luces y sombras. La luz rota del expresionismo
abstracto hace poemas del caos.

Las imágenes aparecen y desaparecen en la poesía y
en la pintura, emergen del oscuro vacío y regresan
a él, mensajeras de la luz y la lluvia, elevando sus
brillantes lámparas, su titilar,  y se desvanecen  en
un instante. De todos modos ellas pueden ser
vislumbradas el tiempo suficiente para que puedan
ser salvadas como sombras en un muro en la caverna
de Platón.

Así como el alma de la civilización puede ser vista
en su arquitectura, la escasez de la imaginación
poética nos señala la declinación de su cultura.

La guerra contra  la imaginación no es la única
guerra. Utilizando como excusa la catástrofe de
las Torres Gemelas, 11/9, América ha iniciado
la Tercera Guerra Mundial, que no es sino una
Guerra contra el Tercer Mundo.

Los tartamudos y aquellos que balbucean también
tienen el derecho de hacer poesía.

La poesía es una planta que crece en la noche para
darle un nombre al deseo.

La poesía la mediación entre la realidad cotidiana
y nosotros.

La poesía sobre la poesía es poesía falsificada.

La poesía una meditación que mitiga la soledad
del nadador de larga distancia.

La poesía no psicodélica puede iluminar a un
psicodélico.

La poesía come las galletitas de Proust y se lava
la boca con el canto.

La poesía destruye el mal aliento de las máquinas.

La poesía un universo paralelo, puro.

La poesía no tiene género, pero no es asexuada.

La poesía es tanto la masa como la levadura.

La poesía el ojo fotográfico de la mente sin un
obturador.

La poesía existe pues algunos hombres intentan
poner a las flores en prisión.

Cualquier niño que puede capturar una luciérnaga
es dueño de la poesía.

El impulso lírico y la lucha por la vida son poesía.

La poesía una necesidad natural hacia la verdad y
la belleza.

Cuando a los poetas se los trata como perros ellos
aúllan.

El lenguaje es a la poesía como el sonido lo es a la
música, debe cantar.

La poesía es producir algo de una nadería, puede ser
sobre nada en particular y sin embargo tener algún
significado.

La función de la poesía es ridiculizar con su luz.

La poesía como el amor vende cara su vida entre
las ruinas.

La poesía como el amor es un tranquilizante natural.
En el rotulo  del envase dice: “Restaura la sorpresa y
la inocencia.

El poeta es una membrana que filtra la luz  para luego
desaparecer en ella.

La poesía es la traza de lo invisible, la huella de la
realidad visible, siguiéndola como una sombra.

La poesía es una pulsación atemporal,  un latido
del corazón en la eternidad.

Mientras exista lo desconocido habrá poesía.

La poesía una lanza brillante para el más pobre
de los guerreros.

El amor se deleita en el amor. La alegría se deleita
en la alegría. La poesía se deleita en la poesía.

La gran poesía requiere hambre y pasión.

El poema más logrado es en sí mismo vida lírica.

La poesía es hacer el amor en una tarde calurosa
en Montana.

La poesía es la tierra girando y girando,
con los humanos transformándose cada
día en luz o oscuridad.

La vida es sueño. La vida es un sueño real
y la poesía la sueña.

Pero, la poesía sirve a muchos amos, y no
todos son beatíficos. Cada época tiene la
poesía que se merece.

Los ojos son estrellas; las estrellas son ojos
observándonos con indiferencia, los ojos
ciegos de la naturaleza.

Existen tres tipos de poesía. La indolente que
acepta el statu quo. La poesía sentada escrita
por el establishment sentado que en esencia
es  dictada por las necesidades laborales. Y la
poesía de pie que es la poesía del compromiso,
que en ocasiones puede ser gran poesía, pero
que también puede en otras resultar espantosa.

La idea de la poesía concebida como un arma en
la guerra de clases inquieta el sueño de aquellos
que desean no ser molestados en su búsqueda de
la felicidad.

El poeta por definición es el portador del espíritu
de Eros y del amor y de la libertad y por lo tanto
el natural no violento enemigo del Estado.

Es la resistencia fundamental.

El poeta es un bárbaro subversivo en las puertas
de la ciudad desafiando pacíficamente el tóxico
statu quo.

La poesía disidente no es antiNorteamericana.

La poesía más sublime está diciendo que quizás
muramos sin ella.

Puede rescatar vidas profundamente trágicas.

Es la voz interior de la voz de la tortuga.

Es el rostro detrás del rostro de la especie.

Es  la voz de la Cuarta Persona Singular.

La poesía el último faro en los océanos de
tormenta.

...

Lawrence Ferlinghetti