viernes, 31 de julio de 2015

Pequeño cabrón de cara limpia


Las voces de tus amigos están silenciadas, ignoradas, rechazadas y distorsionadas. Esta generación se ha evaporado y la siguiente también. No hay generación posible en los últimos 10 años del concepto E.S.P.A.Ñ.A. En los últimos 20 o 30 o 40 años no hay posibilidad de escena. En la marca E.S.P.A.Ñ.A. solo hay desguaces. 

Vives como en un tambaleo. La sensación de vértigo ocupa todo el tiempo. Temblando al salir de la cama, al salir del dormitorio, al doblar la esquina y al comprar una bolsa de diez euros de golosinas para adultos.

La sensación es la de vivir una rutina un poco borrosa, donde no se separan muy bien los días. Donde de vez en cuando preguntas en que año vives, porque no tienes muy claro si estás un año antes o un año después.

Todo lo que pensabas que ibas a hacer, no lo has hecho. Y todo lo que no ibas a hacer, es justo lo que has hecho. Tienes una situación confortable, donde el tiempo se detiene. Donde la rutina se estira, y donde duermes plácidamente sin la sensación de perder el tiempo.

Luego está el pasado.

Miras la foto. Tienes 17 años. Eres un Punk. Un tipo orgulloso. Toda una promesa dispuesta a partirse la cara con cualquiera. Un pequeño cabrón de cara limpia que sonríe a cámara. 





3 pasos



El primer paso es hacer reír a la chica
El segundo paso es hacer gemir a la chica.
No hay tercer paso.

jueves, 30 de julio de 2015

Siempre pienso que ya estuve aquí y que ya dije esto.


1

Que envidia los que no recuerdan nada al día siguiente. Esos de qué he dicho, qué he hecho. Y ¿Cómo he llegado aquí? Yo no. Yo lo recuerdo todo.


Recuerdo mi primer cigarrillo, mi primer beso y mi primera borrachera. Recuerdo donde dejé el coche la primera vez que me dijeron NO. Recuerdo el color de la camiseta de mi amigo mientras le rompian la cara en los baños de la terraza de moda del verano del 92. Recuerdo el sabor de la lluvia mientras corro por la M30 hace 20 años, cuando tengo 20 años, después de un concierto, mientras decido estar enamorado. Recuerdo la cara de todas las chicas a las que he besado, pero también recuerdo las caras de todas las chicas a las que he querido besar. Recuerdo fallar gol en el descampado de las torres a las cinco en punto de la tarde de un Viernes del año 82. Recuerdo todos los nombres, todas las mentiras y todos los números de teléfono. Cada uno de mis cortes de pelo. Todas mis promesas incumplidas. Cada mañana contigo y después cada mañana sin tí. Recuerdo sentirme un Dios Dorado. Recuerdo vomitar en los pechos de una puta en un polígono del sur de Madrid. Recuerdo estar en todas y cada una de las calles de esta ciudad. Conducir por la Castellana, mientras amanece, con MIAMIGO durmiendo al lado. Pasear por Recoletos la primera tarde de primavera del 2001. Recuerdo todas las pastillas rojas, verdes y amarillas. El olor de la tierra mojada de los primeros días del Otoño. Recuerdo un tanga estampado con la bandera americana. Camino durante horas sintiéndome fuera de todo esto. Lo recuerdo todo y recuerdo estar solo y pensar que da igual. 

16



Por entonces, su hija tenía 16 años, y Bruto la extrañaba tanto que soñaba con ella todas las noches. La quería más de lo que había podido imaginar y pensaba que su hija era una versión mejorada de sí mismo. Ella era lo que él había sido, pero viviendo como una mujer. Sabía que todos los que la rodeaban sabían hasta que punto la veían hablar y reír y moverse como su padre, pero lo callaban. Era una verdad incómoda. Recordó las caras de toda esa gente con repugnancia. Para escapar de esa imagen dio dos vueltas en la cama, se cambió de almohada e intentó cambiar de pensamiento para poder dormir un sueño conciliador.

Luego pensó que aunque fuese su hija no la conocía y que un tipo que ha perdido a sus hijos no tiene nada que perder. Por eso no le importa decir siempre lo que piensa y por eso parece tener todo tan claro. Es la falta de miedo lo que le hace parecer imperturbable. Es el fracaso lo que le hace parecer invencible. Es su orgullo lo que hace que, incluso cuando las cosas no le salen bien, parezca que siempre sonríe.

Luego está la tranquilidad de saber que su hija siempre saldrá adelante como lo ha hecho él. Tanto como se parece a él. Eso es lo que le hace dormir con mas tranquilidad.

Un Fraude



    Mi prosa es un a estafa.
    Mi poesía es un fracaso.
    Mi pintura es casi anecdótica.
    Cada vez dibujo peor.
    Mis conocimientos musicales son nulos.
    No se ni hablar correctamente.
    Me pierdo en una conversación demasiado larga.
    Las matemáticas nunca se me dieron bien.
    Mis ideas políticas son simplistas.
    Estoy perdiendo vista y oído.
    Mi estado físico cada vez es peor.
    Se me adoctrina fácilmente.
Me aburro.

La gente que me conoce tiene una idea muy equivocada de mí.
Piensa que soy un tipo inteligente con una amplia experiencia.
Con personalidad.
Un seductor.
Un protagonista.

Ellos no saben la verdad.
Soy un imbécil.
Lo he estado disimulando todo este tiempo.
Porque soy un buen actor.
Algo es algo.

Ya no quiero parecer una persona inteligente.
Ni siquiera interesante.
Solo quiero estorbar.
Quiero ser insoportable.
Un grano en el culo.
Una mosca cojonera.
Un tipo incómodo al que prefieres evitar.
Un fraude.




lunes, 27 de julio de 2015

La idea es morir joven lo mas tarde posible


Mi proyecto es este: Morir joven lo mas tarde posible. 
Lo único que quiero es estar junto a ella, frente a un bonito paisaje, con mi mano bajo su vestido, acariciando su coño rasurado, mirando hacia el horizonte y respirando profundamente mientras pienso en el aliento de un último cigarro. Es una lista de deseos muy corta y sencilla.
Lo único que quiero es un beso en la mejilla de cada uno de mis hijos. 
Lo único que quiero es una buena colección de tebeos.
Lo único que quiero es poder gritar tan alto como para quedarme afónico por una semana.
Solo quiero dormir profundamente sin angustia.
Ahora, cuando duermo, solo quiero sonreír mientras tengo todo lo que quiero.