jueves, 29 de diciembre de 2022

Rezando en un boeing 707


Madre,
cada vez que le hablo a Dios
tú te entrometes.
Sales con tus bla bla blas en bloque,
otra vez con el asunto de las cartas.
Si escribo un poema
tú das un reporte contable.
Si hago el amor
me das las frases más graciosas.
Señora Sarcasmo,
¿por qué no te queda ningún hijo?

Ellos se aguantan sus reverencias.
Ellos se agachan con tu estilo.
Ellos se estrechan las manos –como-estás-tú
en esa misma forma inimitable.
Ellos se saltan la sopa con perejil
como tú nunca pudiste.
Ellos llevan a sus hijos en sus brazos
como tazas de chocolate caliente
como tú nunca pudiste
y todavía, todavía
con tu sonrisa, con tu hoyuelo, te imitábamos
te imitábamos a lo lejos…
el gran pino del verano,
la playa que te bañó de aceite,
el jardín hecho de narices,
la luna atada sobre el mar,
los grandes perros de sangre caliente…
la muñeca que me diste, Mary Gray,
o que tu madre me dio
o que me dio la crida.
Quizás fue ella.
Ella tenía un alma,
y era italiana.

Madre,
cada vez que le hablo a Dios
tú te entrometes.
Arriba en el avión,
bajo las nubes tan pequeñas como cachorros,
el fuego postrado en el sol,
hablé con Dios y le pedí
platicarle mis fracasos y mis éxitos,
le pedí que me hiciera un juicio moral
como lo hace.

Él dice
no has hecho,
no has hecho.

Madre,
tú y Dios
flotan con el mismo vientre
arriba.

La casa es de los hombres



 La casa es de los hombres. 

Muchas mujeres piensan en la casa como el lugar donde serán asesinadas.

Interior noche


 Por la noche le pregunto a Paola: ¿Y la vida para cuando?

De esto





Así que la vida está hecha de esto...

Del día que pasé la lengua por el suelo,
de aviones e Himalayas, de turba, de consuelo, del culo de la Paca.
De todas las moscas del verano,
de mi madre y el queso y los bautizos,
de cosas redondas, ovaladas, parabólicas,
de isósceles, pentágonos, camadas
de ñúes y laureles de César. De humo. De canallas.
De un día veintisiete y de otro nublado.
De un as de corazones en mitad del asfalto.
De violines y tablas de náufrago y de fresas y mangos
de sartén.
De bisturís y de anclas de barco.
De túes y de yoes y naranjas y útiles del campo y de toallas y
toneles de vino.
De pis en las farolas, de granizo y de limo y
a veces
de estrellas fugaces, de un eco, de una llama
-¿recuerdas aquel faro?-
en mitad del espacio.
De perros y de nietos y onzas de chocolate y abedules
de una sombra infinita.
De ya no te quieros. De perdonamés.
De culos de botella y de tazas del té.
De trenes que se pierden, de cartas que se ganan,
de paraguas abiertos y de puertas cerradas.
De cal y de arena y en la orilla castillos que las olas se tragan.
De abrazos y de entierros y de bares y gatos.
De ahoras.
De me voy a poner a cocer papas.
De quítate las bragas.
De voy a por tabaco o de esto ¿cómo se llama? Putadas.
De se ha muerto mi padre, de estás más delgada, de sís pero nos.
De ositos de peluche. De sábanas blancas.
De limones y efectos mariposas y pelos de pincel.
Del buuuu de las ballenas y del croac de los sapos y del cri de los grillos y de glops y de chis y de huys y de oe
oe
oe.
Y tal vez de mañana tal vez.
Nadie lo sabe.
Por eso es tan... emocionante.

Una vara de nardo


 No soy un trozo de carne.
No soy ganado.
No soy tu pañuelo de lágrimas.
No soy tu princesa ni hago pis de color rosa.
No soy de piedra.
No soy, o blanca, o negra.
No soy tu proyecto.
No soy tan flexible como una vara de nardo.
No soy tu centro de gravedad.
Ni una estación de paso.
Ni tu último tren.
Ni tu horizonte.
Ni un faro.
No soy estúpida.
Ni sorda.
Ni tampoco estoy ciega.
No soy incandescente. Me apago. A veces.
No soy muda.
No soy una bandera.
Soy una valkiria.
Ni el Sol.
No soy el final de tu camino.
No soy de nadie.

No te imaginas lo que sabe hacer con un cepillo de dientes


 He escrito esta canción para ti:
“Ohhhhhh, Patrice, Patrice
cómo te amo”.

Ya está.
Es corta.
¿Te gusta?

A Patrice lo que le gusta es que la clave a la pared.

Una vez quise bajarle la luna. Me mandó a la mierda.

Pero le gusta meterme los dedos de los pies ahí,
por debajo de la mesa
hasta que se me pone dura.

Siempre se muerde el labio.

Otra vez le dije, “no imagino la vida sin ti”.
Y se bajó del taxi.
Cuando llegué a casa no estaba.
La busqué seis manzanas, tres días, y una caja de clinex.

Volvió a la semana.
Traía el pelo azul y en una teta
se había tatuado la cabeza de un rottweiler y abajo decía
“Cuidado con la perra”.

Pero la he visto morder un vaso con los dientes.
Tragárselo.
Y jurarme al oído nunca dejaré que nadie te haga daño.

Vocabulario acrobático



En el ojo del pescado muerto,
-conjeturo-,
se reflejan los caballos que galopan por el filo de mi plato de lentejas.
Hoy hace un día tonto, no se,
como extraño,
Un día alacrán como con forma de pirámide invertida o de bistec con patatas,
poco hecho.
Por supuesto,
llueve.
Y entonces la nostalgia se mete en mis zapatos,
y camina por mí hacia el escritorio,
de esta habitación baldía, en la ciudad de Oslo:
“Querido diario:
Hoy he vuelto a beber...”
He estado toda la mañana espantando con la mano tiburones de mi cara.
Muerden de a poquito la piel de los párpados, y al oído,
blasfeman contra la Santa Madre Iglesia.
Vestido de uniforme,
salgo a la calle,
y la calle,
me traga.
Aún me tomaría otro Jack Daniels.
Puedo escuchar como mis corneas se agrietan, y se rompen.
Llego al trabajo.
Mi primer cliente tiene voz de mermelada,
como si nunca hubiera roto un plato:
-Ave María Purísima...
Doble. Un Jack Daniels doble.
-Sin pecado concebida...

Opción B

Treinta y dos días después de que enterraran a Clarita en San Fernando, Luis se metió un tiro.
No tuvo que ver con que él siempre hubiera estándole diciéndole a Clarita que, sin ti, me moriría, ni nada parecido. Tuvo que ver con los objetos. Con el cepillo de dientes de Clarita pudriéndose de viejo en su vasito. Con las bragas de Clarita ondeando a media asta todavía en el tendedero. Tiesas como un bacalao y manchadas de cagadas de paloma. Tuvo que ver con el silencio de la alcoba y a lo lejos los taxis y los perros ladrándole a los basureros, con contar ambulancias que aullaban en medio de la noche en vez de ovejas, que ver con las estrellas. Tantas. Tan pequeñas.
No fue por el amor. Fue por los jueves. Que ya no eran los mismos. Los jueves jugaban al parchis, y quién perdía, fregaba los platos toda la semana. No fue porque no hubiera nada en este mundo como ella, sino porque ella, era imposible. Y en cambio existía. Fue porque ya eran novios en el cole. Porque habían visto crecer a siete nietos. Porque se tocaba, y le faltaban partes en el cuerpo y, le dolían todos los huesos de echarla de menos por la casa.

...

BILLY MACGREGOR

domingo, 25 de diciembre de 2022

Hecho nº4

 Los fuegos metálicos son reacios al agua

Gané algunas peleas

 Gané algunas peleas, pero solo porque estaba frenético

El problema del espacio

Lo más difícil de entender, comprender, representar, interpretar, responder, afirmar o reivindicar es el espacio. 

Hacia lo profundo



Muchas palabras que aprendemos, pero que son difíciles de entender, como Infinito, Abismo, Inmensidad o Muerte.

Negro Azul Rojo Blanco




Negro en el pensamiento

Azul en el filo

Rojo en la herida

Blanca la mano que cura


Negra es la cruz

Azul es la luz

Roja es mi vena

Y Blanca la condena

viernes, 23 de diciembre de 2022

Creo en la Poesía


No creo en el verso, ni en la rima o el ritmo, ni en el contenido, ni en la forma o la estructura, ni en el sentido, ni en su ausencia o antítesis, ni en el estilo, ni en el lenguaje o la tradición, ni en el color, ni en la sonoridad o la complejidad, o el simbolismo, ni en la intención, ni en la intensidad o la profundidad, ni en la lírica ni en la épica o la dramática. 

Y a pesar de todo creo en la Poesía.

¿Porqué?


¿Porqué si algo ha de romperse
dramática e irreversiblemente,
ha de hacerlo en mil pedazos,
y no en mil veintiuno o en 31 fracciones
o en 24 cachos,
o en una pléyade de partículas arrítmicas
y añicos inservibles?
¿Porqué si algo deja
de ser caótico
debe integrarse a nuestro mundo,
a nuestra irracionalidad absoluta,
a nuestro sino sin sentido
ni destino?
¿Porqué ha de ser así
y no de otra forma?
¿Porqué sólo podemos ver
el universo
con un par de ojos?
¿Porqué no con tres o con 24
o con ninguno?
¿Porqué las estrellas
caen esta noche en mi habitación
de dos por tres,
de tres por cuatro,
de cuatro por doce,
de cinco
por cinco metros,
de una eternidad
alucinante y,
sí,
también finita
de centímetros cuadrados?

...

Canalla

Optimista


En toda historia hay paredes húmedas y desconchadas y moho sobre los restos de comida, poco color o simplemente grises y una sensación pesada como de desasosiego. Igual que hay días luminosos y ventanas abiertas por las que respirar el aire fresco de los parques, fruta fresca y jugosa llena de colores intensos y cuerpos que se sienten ligeros y llenos de esperanza que cruzan alegremente la avenida.

Prefiero pensar que son más los días buenos que los malos y que los malos no son sino descansos o excepciones de los que se sale pronto, como se sale de un resfriado o de un pequeño desvío. Lo pienso así para no sentir la humedad y que el moho me eche a perder y el resfriado dure más que una tregua y se instale en mí el peso de una tristeza infinita.

martes, 20 de diciembre de 2022

Mierda de arte



El arte contemporáneo es una mierda. Nadie con un poco de sentido común se quiere acercar a él. Apesta y huele a podrido: "Arte Contemporáneo" esa cosa absurda y especulativa donde toman al espectador por gilipollas y donde las cosas cuanto más estúpidas, más dinero valen.

Todos los medios de comunicación apoyan esta teoría y luego hacen que muchos artistas sin valor, lo valgan por un buen marketing, siempre basado en lo ridículo de su propuesta respecto al precio de su venta. Eso es el mercado del arte y con eso tenemos que vivir.

El arte contemporáneo enfada a mucha gente porque es elitista, clasista y ajeno a la realidad. Y es cierto que muchos artistas practican este arte complaciente que provoca reacciones solamente a millonarios encantados de soltar billetes ante el agravio. Todo se compra y el arte contemporáneo hace profesión de ello: Ferias de Arte, subastas y fondos de galería empeñados en colgar obras de arte carísimas en las casas de la élite sobre la que hablan e incluso critican muchas de estas obras. 

Mira Banksy, menudo chiste. El antisistema que decora las paredes del sistema, de forma masiva.
Mira el arte conceptual de los últimos 20 o 30 años y ahora el Criptoarte: Formatos de arte en los que solo se habla de dinero. 
Lo que importa es el dinero y el arte es un bien especulativo. El dinero sustituyó al arte hace mucho tiempo y el pacto es ese: Arte es dinero y especulación y un valor donde refugiar fortunas de origen dudoso.

A mí todo esto me da igual, no me interesa el mercado del arte y no me interesa el valor económico de las obras. Lo que me interesan son las propuestas y las obras en sí. Me gusta el arte y me gusta el contemporáneo. Prefiero entender que hay otra forma de mirar todo esto que no tiene que ver con el dinero.

domingo, 18 de diciembre de 2022

Temblores


Todo tiembla. 
La casa, la cama y el cuerpo tiemblan.
Mi sexo tiembla. 
Frío, fiebre y sudor. 
Estoy temblando.
 

ALGO


Lo siento mucho pero lo contrario a "nada" no es "todo", sólo es "algo".

Soy Madrid



Soy yo, pero también soy tú

Soy Javier

y también soy Paola

Soy tu familia y soy tu ciudad

Soy Madrid 

Cuando te conocí eras Bogotá

pero ahora eres Madrid

Para siempre