sábado, 31 de agosto de 2024
Sex pistols
Las bragas de Teresa
viernes, 30 de agosto de 2024
En este país de insomnes turbulencias
Fui perro entre los perros, lobo entre los lobos,
Todas las puertas me fueron cerradas
En este país de insomnes turbulencias
En donde el más débil es devorado
Por ancestrales matones de cobalto,
Poco a poco fui engullido por hienas,
Por feroces tigres hambrientos,
Por la negra noche del anonimato.
Cada dos por tres me fueron crucificando,
Endilgándome motes ridículos,
Fui expulsado de todas las parroquias
Tratado de gusano por familiares cercanos
También por mujeres de amplias caderas.
Y fui tapado por excrementos,
En cada esquina era apaleado por poetas
Que me enrostraban mi poco apego
A las musas caballerescas.
Fui paria entre los parias,
Fui lejos el peor de todos,
Cercano amigo de los fusiles
Hermano de la comadreja
Y padre de todas las injurias.
Me acusan de reverenciar el desdén,
De asociarme con notorios cardenales.
Ahora, ahora ya es tarde para el vuelo del moscardón
Mientras tomo impulso desde el último piso.
Beber la luz
El olor de Susana
La noche que conocí a Bukowski
miércoles, 21 de agosto de 2024
Autoretrato de verano
En realidad ni escucho ni veo las noticias, solo enciendo la televisión y pongo el informativo para que las palabras de la presentadora me arrullen en la siesta de después de comer.
Mi vida fuera de Madrid es muy sencilla: Me despierto tarde y me desperezo en la cama mientras miro cualquier mierda que me entretenga en Instagram. Cuando Paola abre el ojo, un poco después, le digo: "Buenos días bombonsito" y sin prisa bajo a preparar el desayuno.
Tres platos de desayuno: Huevos con algo y pan, fruta y luego tostada con mermelada. Me encantan los desayunos, me encanta desayunar. No me gusta cenar. Nunca cenamos. Así que le dedico al desayuno todo el tiempo que haga falta. Disfruto mucho de ese momento.
Durante el resto del día construyo la casa. Esta casa de Laguna que cada vez se parece mas a nosotros y donde todos los días hay algo que pintar, cortar, lijar, pegar, demoler, enyesar, instalar o arreglar. Todo el tiempo lo dedico a "hacer la casa" y mientras se hace "vivimos la casa" de todas las maneras. Tener luz, tener agua caliente, un baño, una cocina, una cama, calor en el invierno. Esas son las cosas que construimos.
Luego, cuando paramos preparo una comida y vuelvo a colocar la mesa, ahora que tenemos mesa. A veces son las tres y otras veces las seis de la tarde, según el día. Y después una siesta, que no puede ser demasiado larga porque después seguimos trabajando en la casa hasta tarde. Al final del día pongo una película y nos dormimos con las ventanas abiertas y con el sonido del viento sobre los árboles y poco más.
Esa es nuestra vida fuera de Madrid.
Otros días simplemente cogemos el coche y nos vamos de expedición, a conocer lo que nos rodea.
El verano te permite improvisar cada día.
Javier y Paola estamos en Laguna de Negrillos, León.
martes, 20 de agosto de 2024
El ARTE en tiempo presente
El arte tiene que representar el presente, no hay otro modo. Todo lo que no sea así tendrá que desaparecer, porque no hay arte si no hay presente. De alguna manera es una consecuencia o respuesta o cuestión al momento en que se produce.
El arte siempre debería ser contemporáneo.
No importa lo que hagas, si escribes, dibujas o pintas, haces música o lo que sea. El arte tiene que suceder siempre en el ahora para que después tenga un sentido. Imagina sentarte a discutir de política con un montón de muertos de siglos pasados.
lunes, 12 de agosto de 2024
54 años y nada mas
10 de Agosto y nada mas
54 años y nada mas. Otro día de ola de calor y nada mas. Todos los amigos que se acuerdan de ti y te felicitan y nada mas. Cervezas y tapas por el Húmedo y nada mas. Un afeitado y un buen corte de pelo y ropa molona y nada mas. Besos y abrazos y nada mas. Cena en la sidrería y dormir abrazado a pesar del calor y nada mas. Picaduras y malditos mosquitos. Por la noche refresca.
Yo y Paola y una casa fuera del mundo y nada mas.
10 de Agosto y cumpleaños feliz, y nada mas.
domingo, 11 de agosto de 2024
Por qué escribo
No podría explicar por qué escribo. ¿Por qué bebe el alcohólico? Él diría porque no lo puede evitar. Yo tampoco, y como él, no lo considero una desgracia. Es más bien una fatalidad, tomando la expresión en su significado esencial. Tampoco puedo explicar mi estilo; tengo sólo presentimientos en lo que se refiere a él. El estilo nace, o torna, cuando un tema me interesa. Si algo no toca profundamente mi sensibilidad, si no me conmueve entrañablemente, no me interesa y no tengo estilo. Cuando imagino o recojo una historia siento a mis personajes como si ellos fueron yo mismo; inconscientemente los incorporo a mi sangre; sus aventuras son mías; conozco no sólo su ámbito espiritual, sino su cuerpo, sus pensamientos, su soledad; son seres míos como los hijos de mi carne que yo he hecho. Pero, a veces, diría que siempre, tengo la impresión de que el lenguaje, las palabras, se interponen entre ellos y yo, y suprimiendo torrencialmente puntos, comas, explicaciones obvias, descripciones inútiles, los acerco en bloque a mi terror, soy como un ciego debatiéndome entre las alambradas de púa del idioma, entre manos, ojos, pies, bocas, pautas, preceptos, camisas que quieren incorporarme o hundirme, pugnando por salir o, más bien, por acercarme a mis personajes. Tal vez este deseo y esta fiebre dan la sensación de vertiginosidad, de totalidad, a un estilo que quiere abarcarlo todo de una sola vez. Estilo angustioso, acezante no por afán de improvisación, sino por necesidad de profundidad, es decir de realidad. Porque todo arte que no refleja su tiempo presente está condenado a morir mañana o pasado mañana, no atravesará el tiempo, como deseaba Proust para todo arte verdadero. Mi ideal sería llegar a escribir como respiro, con la extrema sencillez que lo hace esa estupenda improvisadora que es la vida.
“Prólogo” de Los mejores cuentos de Carlos Droguett, Editorial Zig-Zag, 1967.