viernes, 30 de diciembre de 2016
Un nuevo amanecer
Probablemente Hugo Vera sea un inadaptado social, un tránsfuga, una suerte de carrilero suplente en un partido de fútbol navideño. Probablemente Hugo Vera sea un estafeta o chófer de unas pompas fúnebres que por las tardes de bruma huye de las oficinas y de los ataúdes y camina libremente a orillas de la costanera de Puerto Natales. Es probable. No lo podría asegurar. Pero ese tipo al que se cataloga de poeta o de prosista muerto de hambre y que suponemos no sabe cómo capear el temporal de los tiempos modernos, me parece uno de los escritores más lúcidos de las últimas décadas. Eso es también probable. Con seguridad se me vendrán encima los intelectuales que llenan los muros virtuales con sus mutuos artículos de ficción. Me incluyo entre ellos. Porque con visos de certeza escritores como Hugo Vera no se dan día a día. Ni en varios años. Ni en un lustro o una década. Ni son sacados de la chistera de un prestidigitador para ensuciarnos de golpe la alfombra mullida de nuestras casas. Es probable que a Hugo Vera le interese un comino si lo leemos o no. Quizás se haya inventado a sí mismo y deletrea sus espacios más íntimos disfrazado de fracaso, de vendedor ambulante o se crea dueño de un almacén de menestras que no le pertenece. Allí, es probable, que se cobije de los avatares de la sociedad pacata en que le ha tocado por desgracia mimetizarse. Él lo sabe. O es de presumir que lo intuye. Por eso ha inventado un blog donde se lee y se descubre haciéndonos creer que cuenta las historias de un hijo de vecino. “Es un crápula, un bebedor de fantasmas, un zángano de tomo y lomo”. Han de ser los comentarios en sordina de quienes lo ven pasar picota al hombro en la tarde crepuscular. Es que Hugo Vera se recubre de obrero real para no morirse de hambre, porque si de él dependiera se habría hecho monje y habría conocido a Gandhi o al Loco Pepe, sin establecer entre ellos ninguna diferencia. Les habría invitado un vaso de vino y basta. Un abrazo fraterno, y basta. Y es probable que si alguien le hiciera un comentario de mal gusto escupiera entre dientes alguna hebra de pasto y lo miraría con sorna o con burla o con una sonrisa carcomida por el viento de la Patagonia. Es que Hugo Vera nació para la soledad y en la soledad se mueve como pez en el agua. Ni siquiera eso: sino como pez dentro de un acuario, un acuario que se desplaza en invisible silencio por el espacio y desde donde sus ojos de axolotl divisan el mundo que se despedaza allá abajo. Y es que Hugo Vera ha aprendido a sobrevivir con su mochila a cuestas y su descrédito por la vida ajena no es un desprecio de utilería. Y es probable que ni siquiera sea desprecio ni resentimiento, como quieren etiquetarlo las comadronas de un centro de madres o del Club de Pesca y Caza de su ciudad natal. Nada de eso. La agonía de Hugo Vera es una clara y serena decepción por el inmaculado pecado agusanado del mundo liberal. ¡Qué va! Tampoco es eso. No se parece a nadie en particular y es una muestra rotunda de nuestra decadencia occidental. Y, es probable, que nos haga creer también que esa decadencia le pertenece. Es que Hugo Vera, en su destierro voluntario, se ha hecho de enemigos que apenas resisten el apelativo de esclavos, pero sus amigos escasos lo veneran, lo respetan y leen sus frases sintiendo que golpea casi siempre bajo el cinturón. Y aunque es odioso de los iconos y de las estatuillas se ha ganado un lugar “inmaculado” en las letras de este país. Aunque, obviamente, nadie lo sabe, salvo dos o tres de sus lectores más insobornables. Y eso es relativamente claro, como visión de un triste clarividente que anuncia el ocaso y la aparición de un sol muerto entre las estrellas. Su sitio no puede ser ocupado por nadie más que por el mismo. Nació para escribir y para escribir ha nacido, frase ramplona que repudiará al instante. Pero es que no se me ocurre demasiado luego de leer su “inmaculada decepción,” esa prolongación en clave de sus poemas y relatos en prosa que periódicamente recrea en su blog del mismo nombre. ¡Un escritor, señoras y señores! ¡Un escritor de verdad! Una especie en extinción que levanta su tienda de campaña en la cabeza de los escépticos y de los mentirosos, que se acuesta con reinas y con prostitutas, que no venera al dios de San Sebastián ni al de las montañas del Tíbet y que, como dice un amigo, si por esos avatares del destino fuera ungido Papa, tampoco creería en Dios. Un escritor que sucumbe cada mañana y que resucita con la noche, al amparo de un vaso de vino, un cigarrillo, y un espejo deforme donde ve a su través el destino humano.
Bienvenido entonces, escritor de los milagros cotidianos y guerrero de la hipotermia cerebral. Nada hay de pecaminoso en tus escritos hechos con sudor y sangre, algo de bilis y bastante desfachatez sobre el rimbombante caminar de nuestros universos simiescos revestidos de frac y de humitas post modernas. Que sigan tus palabras sacudiéndonos las entrañas y haciéndonos sentir que nadie vislumbra mejor que tú la agonía del mundo. De nuestro mundo...
Juan Mihovilovich
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Menos Vaqueros y mas Apaches
Sólo puedo dar sentido a algo dándole un nombre diferente. Sólo puedo ser preciso con algo convirtiéndolo en otra cosa. Estoy en el asiento del pasajero y estoy conduciendo. Permanezco en la carretera y me pregunto ¿Por cuanto tiempo? No tengo respuestas, solo tengo mas preguntas ¿Cómo puedo mejorar como ser humano? ¿ Porqué me siento tan angustiado, si no tengo miedo? ¿Estoy olvidando? ¿Cómo siguen pasando los días? ¿Las estaciones? ¿Las Horas? ¿Alguien sabrá lo cansado que estoy? ¿Porqué son peores las noches en los hospitales? ¿Porqué hay tantas palabras que definen la tristeza? ¿Qué quiero? ¿Son mis sueños míos? ¿Es mejor pensar en voz alta o es mejor el silencio? ¿Cómo puedo seguir? ¿Cómo puedo empezar de nuevo? ¿Será así para siempre? ¿Qué sucede a continuación? ¿Cuanto tiempo me llevará contestar una pregunta?
sábado, 24 de diciembre de 2016
24
24 de Diciembre y estoy intentando hacer las cosas bien de nuevo. Otra vez pensando que esta vez es definitiva y en realidad no lo es. No hay justicia en la realidad. No puedes pensar que nada es como debería ser. Todo es relativo. Una puta mierda de relatividad.
En esa relatividad, yo puedo ser un santo, un extraño, un cualquiera o un hijodelagranputa. Todo vale.
Me quito los zapatos cada vez que entro en casa. Trabajo muy duro pero nunca tengo dinero. Mis hijos han sido secuestrados por su madre. La luz del invierno en Madrid está cristalizada por el frío. Yo no puedo enfocar bien del todo y en el ambulatorio me dicen que necesito gafas. Doblo la ropa antes de irme a la cama. Me lavo los dientes. Escribo a mi hija a través del Instagram: ¿Donde estás esta noche? y su respuesta es que está donde está sin mi ayuda. Gracias a su madre y familia de psicópatas. No se como cambiar eso.Creo que en realidad tiene una razón, aunque yo tenga otra.
A ella le vale. Bien por ella. Mal por mí. Disculpo a mi hija, porque es mi hija. Me gane el gran premio. Un montón de champán para los supervivientes, después de 18 años de degradaciones. Hecho en falta muchos días de fiesta para conmemorar el dolor. Ahora estoy sentado junto al árbol de navidad, abriendo regalos. Sonrío. Me gustan los regalos.
Solo que entiendo que la vida no es solo trabajar y esperar que algún día todo tenga un sentido. Borracho, lleno de sentimientos encontrados, dispuesto a admitir parte de mi mismo, enloquecido, Kamikaze, jugando a las cartas en el cementerio, a un paso del olvido.
Solo que entiendo que la vida no es solo trabajar y esperar que algún día todo tenga un sentido. Borracho, lleno de sentimientos encontrados, dispuesto a admitir parte de mi mismo, enloquecido, Kamikaze, jugando a las cartas en el cementerio, a un paso del olvido.
Accidentes
Una de las aspiraciones de
Macedonio era convertirse en inédito. Borrar sus huellas, ser leído como se lee
a un desconocido, sin previo aviso. Varias veces insinuó que estaba escribiendo
un libro del que nadie iba a conocer nunca una página. En su testamento decidió
que el libro se publicara en secreto, hacia 1980. Nadie debía saber que ese
libro era suyo. En principio había pensado que se publicara como un libro
anónimo. Después pensó que debía publicarse con el nombre de un escritor
conocido. Atribuir su libro a otro: el plagio al revés. Ser leído como si uno
fuera ese escritor. Por fin decidió usar un seudónimo que nadie pudiera
identificar. El libro debía publicarse en secreto. Le gustaba la idea de
trabajar en un libro pensado para pasar inadvertido. Un libro perdido en el mar
de los libros futuros. La obra maestra voluntariamente desconocida. Cifrada y
escondida en el porvenir, como una adivinanza lanzada a la historia.
La verdadera legibilidad
siempre es póstuma.
RICARDO PIGLIA, Formas breves, Anagrama, Barcelona,
2000, vía edición digital en Lectulandia, pág. 12
viernes, 23 de diciembre de 2016
No hay verdadera desesperación sin esperanza
Primera posibilidad:
Me encontrarás en las sombras del café comercial. Tranquilo. Silencioso. Esperando algo. Podría estar en cualquier otro sitio, pero estoy aquí. Escuchando el hilillo de sonido que se intuye de un altavoz abollado. Suena Jazz. No sé nada de Jazz. Pero me gusta.
Segunda posibilidad:
Perezosamente mis ojos siguen las palabras del libro de bolsillo delante de mí. Pero muy pronto se desvían debajo de la mesa. Donde no hay nada. Sólo el vacío. Pienso que la vida entera se escapa bajo la mesa hacia ningún sitio. Todos piensan que estoy leyendo, pero en realidad no estoy haciendo nada. Pienso que no hay verdadera desesperación sin esperanza.
Tercera posibilidad:
Una antología de historias de uno mismo. Décadas de afirmaciones vagamente reflectantes. Declaraciones de amor juveniles talladas en madera. Música pop de estribillos idénticos. Personas que estaban aquí, en el mismo lugar que yo ocupo, antes que yo, en otro momento, pareciéndose a mí sin saberlo.
Cuarta posibilidad:
Me encontrarás en la orilla, mirando hacia el océano. La espuma de las olas. Mis pies clavados en la arena. Azul extendido hasta el infinito. Me pregunto cómo algo puede ser tan aterrador y a la vez tan fascinante. Mediterráneo.
Quinta posibilidad:
Me encontrarás a su lado, tratando de silenciar los incómodos latidos de mi corazón acelerado. Temblor de manos. Pupilas dilatadas. Caminar tropezado. Temiendo que la tormenta, generada por su sonrisa, me deshaga una vez más.
Sexta posibilidad:
Me encontrarás en una calle muy concurrida. Hay belleza en todo. Yo estoy bien y todo está bien. Presto atención a la sinfonía del ruido de la gran ciudad. Miro al cielo y no veo las estrellas, pero veo los neones y las constelaciones que se dibujan a través de las ventanas iluminadas de los edificios mas altos de la Castellana. Mi voz es solo una nota en este movimiento. Mi respiración un soplo contra el océano. Mis pasos no llegan a hacer eco sobre el asfalto de Madrid. Aquí, es donde pertenezco. Aquí es donde estoy en casa.
Inmaculada Decepción
Ya puedes descargar gratis el libro que Hugo Vera Miranda y yo mismo hemos editado con la editorial "El perro y la Rana" con licencia libre en Venezuela.
Esperamos tener pronto en España la edición en papel para los fetichistas. Mientras tanto sigue este enlace y disfruta de la cultura libre y su difusión a través de internet::
Esperamos tener pronto en España la edición en papel para los fetichistas. Mientras tanto sigue este enlace y disfruta de la cultura libre y su difusión a través de internet::
Me llega la noticia de la presentación del libro que ilustro de Hugo Vera Miranda en Caracas.
"Este 13 de noviembre finalizó la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2016, a la 7 pm la sala Francisco de Miranda fue el espacio para presentar el libro Inmaculada decepción del poeta Hugo Vera Miranda, esta actividad estuvo a cargo del periodista y poeta venezolano Marco Aurelio Rodríguez y el escritor argentino Miguel Mazzeo.
Para Rodríguez, trabajador de la FEEPR, y quien fuese el editor del libro, comentó: “Inmaculada decepción es un libro lleno de historias desvestidas de todo efectismo y narradas con la simplicidad magistral de la vida. Son cincuenta relatos que cuentan con la intervención gráfica de BRUTO —artista español—, cuyas ilustraciones crean la atmósfera para esta lectura de riesgo que le da al libro la factura propia del género (realismo sucio), con la incesante presencia del deseo, de lo bello y de lo áspero que incomoda. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver nacer un libro de este carácter en su primera edición; conjuga verbo y dibujo en un ritmo desfachatado que conduce nuestros pasos al filo, hasta la orilla misma del barranco.
En cuanto a Miguel Mazzeo, quien además es gran amigo de Vera Miranda, expresó la totalidad y la fuerza que existe en los escritos de este narrador, pues estos recogen la universalidad de la literatura contemporánea, con todos sus matices, sin falsas posturas y con la contundencia y musicalidad que posee la realidad."
En cuanto a Miguel Mazzeo, quien además es gran amigo de Vera Miranda, expresó la totalidad y la fuerza que existe en los escritos de este narrador, pues estos recogen la universalidad de la literatura contemporánea, con todos sus matices, sin falsas posturas y con la contundencia y musicalidad que posee la realidad."
sábado, 17 de diciembre de 2016
Tan bellas
Hay cosas en la vida tan bellas que hacen daño:
Nadar en el Océano mientras llueve
leer libros en bibliotecas vacías
Un Domingo lluvioso
Las estrellas brillando cuando te alejas de la ciudad
Los bares abiertos después de las 6 de la mañana
Caminar sin rumbo
Dormir bajo la sombra de un árbol
Todas las fases de la luna
Conocer a alguien
El olor a tierra mojada
Todo lo que no sabemos del universo
TÚ
viernes, 16 de diciembre de 2016
jueves, 15 de diciembre de 2016
No me llamo como te llamas. No tengo 20 años. No soy Agregado Cultural. Nunca viví en Logroño. No conozco La Paz. No vi jugar a Pelé. No tengo una amante francesa. No fui de vacaciones a la India. No estoy inscrito en los registros electorales. No soy hincha de Boca. No soy socio de la Sociedad de Escritores. No soy socio de ninguna otra Sociedad. No voy a la iglesia. No pienso casarme. No leo a Neruda. No soy amigo del Gobernador. No me gusta la policía. No soy ningún ejemplo a seguir. No me gusta Sabina. No tomo vino blanco. No soy amigo del hermano de mi hermano. No creo en el cielo ni el infierno. No soy virgen. No me gusta el baile. No juego rugby. No nací en Quito. No soy un buen amante. No me gusta la poesía de Zurita. No soy eyaculador precoz. No tengo pecas. No extraño el dulce de leche. No me interesa conquistar a la chica más linda. No escribí nunca un ensayo. No le temo al viejo de la bolsa. No metí nunca cinco goles. No saqué nunca el primer lugar en nada. No tengo nada que ver con la izquierda, el centro y la derecha. No me invites a tu cumpleaños. No soy tu osito de peluche. No me divierte el circo. No compongo poemas para alegrar tu vida. No soy un tipo fácil –no te creas-. No soy bueno para las matemáticas. No soy bueno. No logré terminar mis estudios. No me gusta el trópico. No tengo el pelo crespo. No soy travesti. No tendría que haber vivido en Osorno. No fue fácil mi vida. No soy bombero. No trabajé para el gobierno. No tengo subsidio habitacional. No soy exonerado. No te robé un beso. No he quedado debiendo en los bares. No me llames nunca. No te creo. No soy el hijo menor. No fui boy scout. No tuve nada que ver con el hundimiento del Titanic. No me nombres más. No pienso comer cochayuyo. No me obliguen a participar en aquella revista. No pienso acostarme antes de las tres de la mañana. No pienso acostarme contigo. No preguntes por mí. No estoy dispuesto a inmolarme por tus piernas de madera. No estoy dispuesto a inmolarme por tus caderas elásticas. No soy gay. No soy un macho latino. No soy blanco, negro, ni amarillo. No me desmayo. No tengo ataques de pánico. No creo que una dieta saludable tenga algo que ver conmigo. No me pongas las cosas difíciles. No he dicho que te quiero. No te quiero. No me vengas con pamplinas. No soy ése que tu te crees. No soy flaco. No soy gordo. No soy alto. No soy bajo. No soy. No soy. No me llamo como te llamas.
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Hugo Vera Miranda
martes, 13 de diciembre de 2016
Disneylandia
Hijo de inmigrantes rusos casado en Argentina con una pintora judía, se casa por segunda vez con una princesa africana en Méjico.
Música hindú contrabandeada por gitanos polacos se vuelve un éxito en el interior de Bolivia.
Cebras africanas y canguros australianos en el zoológico de Londres.
Momias egipcias y artefactos incas en el Museo de Nueva York.
Linternas japonesas y chicles americanos en los bazares coreanos de San Pablo.
Imágenes de un volcán en Filipinas salen en la red de televisión de Mozambique.
laralailalarailarara........
Armenios naturalizados en Chile buscan a sus familiares en Etiopía.
Casas prefabricadas canadienses hechas con madera colombiana.
Multinacionales japonesas instalan empresas en Hong-Kong y producen con materia prima brasilera para competir en el mercado americano.
Literatura griega adaptada para niños chinos de la Comunidad Europea.
Relojes suizos falsificados en Paraguay vendidos por camellos en el barrio mejicano de Los Ángeles.
Turista francesa fotografiada semidesnuda con su novio árabe en el barrio de Chueca.
llaralailalarailarara........
Pilas americanas alimentan electrodomésticos ingleses en Nueva Guinea.
Gasolina árabe alimenta automóviles americanos en África del Sur
Pizza italiana alimenta italianos en Italia.
Niños iraquíes huídos de la guerra no obtienen visa en el consulado americano de Egipto para entrar en Disneylandia.
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Jorge Drexler
https://youtu.be/0QoN7a3rSK4
domingo, 11 de diciembre de 2016
F.R.A.N.C.I.S.C.O.
Incidencias de orgasmos en las fantasías de relación sexual con Franco. Se proporcionó a los pacientes un conjunto de fotografías de parejas en el momento del coito. En todos los casos se puso la cabeza de Franco sobre la compañera original. El coito vaginal con "Franco" demostró ser uniformemente desalentador; un 2 por ciento de los sujetos alcanzó el orgasmo. Las formas axilares, bucales, umbilicales, auriculares y orbitales provocaron erecciones incompletas. El tipo de penetración preferido por la mayoría fue el rectal.
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versión libre de "Por qué qiero joder a Ronald Reagan" de J.C. Ballard
F.I.D.E.L.
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versión libre de "Por qué qiero joder a Ronald Reagan" de J.C. Ballard
jueves, 8 de diciembre de 2016
Agua fría y clara
Una historia de paredes húmedas y desconchadas cubiertas de moho. El moho que crece en todo lo que toca, como la comida o la tapa de la mesa sobre la que se escriben historias como ésta. Las ventanas no tienen cortinas, ni persianas y aunque están llenas de polvo, por la mañana la luz entra de golpe llenándolo todo. Si te asomas, puedes ver el parque y los niños jugando y padres comprando algodón de azúcar y parejas paseando por la playa. No hay sospecha de un desastre. Todo está bien, aunque en realidad no lo está. Las historias están hechas de todo esto y de la tierra que el sepulturero arroja sobre el hueco en la tierra. Fina grava a punto de quebrar mientras nos vamos ciegos y mudos a la mierda.
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