domingo, 27 de junio de 2021

Desde hace un año hasta ahora


Desde hace un año hasta ahora mi cuaderno de entonces ha quedado tan lejos como olvidado. Mi cuaderno actual comenzó en Marzo y está a punto de acabar en Junio. Todo lo que ha pasado en medio es un paréntesis que ocupa otros cuatro o cinco cuadernos. Todo ha cambiado tanto que parece muy lejano.
Los dibujos son diferentes. Los dibujos parecen siempre actuales y tardan más en caducar. 
Uno que me pregunta ¿Te das cuenta de que siempre dibujas sobre las mismas cosas? 
Lo pienso y no respondo porque puede ser verdad. No sé porque dibujo según que cosas y no tengo un argumento detrás de lo que busco cuando quiero dibujar algo. Simplemente lo dibujo. Me gusta y lo dibujo. No sé que cosas son esas que dibujo siempre. Pero seguro que es verdad.
Si dibujo siempre lo mismo será porque siempre escribo lo mismo y digo las mismas cosas.
Al menos cuando dibujo digo voy a dibujar esto y ya está. 
Cuando escribo no es así. Me planto frente a una pantalla en blanco y empiezo a soltar teclas, sin tema y sin saber adonde voy. Me siento y miro la pantalla y pienso en todas las cosas que me gustaría contar y luego escribo las que me suceden en ese momento. 
Muchas veces empiezo a escribir por una simple frase que me hace gracia y luego termino en cualquier otro sitio. Como ahora, escribiendo sobre una especie de anhelo, una destrucción o una puerta hacia algún otro lugar, pero sin llegar a ninguna parte.

viernes, 25 de junio de 2021

MI DERROTA


Mi derrota no es al estilo de un poema de Khalil Gibran. No es poética ni sublime. Uno más al cual no se le tira un cordel desde la costa. Esperar. Ni siquiera preguntan cómo estoy. Temen la respuesta. Tampoco les importa mucho. Nada. Él se lo buscó. Murió como vivió. En definitiva era un buen tipo. Merece el nombre de una calle. Qué mejor. El nombre de una puta calle. Hay que estar bien. Ser feliz. Olvidar. No saber. El destinatario del abismo. Apenas me queda el insomnio. Apenas el espanto. Mi padre decía que podría ser el presidente de este inmundo país. Le fallé. Le he fallado a toda la caterva de maestros somnolientos. Mi cerebro se agota. Inmóvil contemplo pasar el cortejo de la dicha. Un mar anochecido se apoltrona a mi costado. Todo el mundo quiere leer cosas bonitas. Y yo acá. Destemplando los dientes. Disidente de toda ideología. En la más dura. La más triste. Dialogando con el infierno. Alumbrándome con una cerilla apagada. Viendo pasar el corso festivo. El azul no fue lo mío. En definitiva. No fui lo suficientemente violento. Tampoco fui susurro. Fui un ángel caído en mitad de tu desdicha. Solo viento que entra por la ventanilla de un tren. Y fue suficiente. Lo suficientemente sólido para no ser rescatado del olvido. Es hora del naufragio. Que mi barca se hunda hasta alcanzar al Sol.


jueves, 24 de junio de 2021

Últimos días en Antas


Subimos a la ermita del sagrado corazón en A Lama con una botella de champán y una bolsa de doritos para ver como acaba el día. El sol tarda en caer como dos horas mientras nos tomamos el champán, comemos los doritos y nos llenamos de luz. Aquí el paisaje está siempre desbordado y la conversación parece bendecida. Todo es demasiado bonito y el pulso se recupera pronto frente al horizonte. Son nuestros últimos días en Antas, dentro del bosque y cerca del mar. 

martes, 22 de junio de 2021

NO HAY TAXIS LIBRES


Es absurdo no saber adónde ir. Caminar sin destino mientras te vistes las calles como un abrigo. Ciertas casas son amigas y te invitan a entrar y ciertas casas no pueden visitarse nunca más. Puertas que se abren y puertas que se cierran. Todos los viejos líos de amor acechan en los portales. Detrás de las ventanas las mujeres envejecen y tu también envejeces. La dejadez se hace más fuerte que el deseo. Has rechazado numerosas invitaciones, dejado a los teléfonos sin respuesta, dicho “No” a los pocos que te necesitaron. Qué inútil es saber que donde quieres ir es ningún sitio concreto. Los trenes no te llevarán allí, Los autobuses pasan sin parar, no hay taxis libres.

Versión libre de un poema de Brian Patten

domingo, 20 de junio de 2021

Todo a mi alrededor es importante



Todo a mi alrededor es importante. 

Ahora mismo el olor a gel y champú desde el cuarto de baño. El sonido del cepillo de dientes. El sol que llena de luz y calor mi rostro al asomarme a la ventana. El aire que cruza de la cocina al baño. El silencio roto por el bosque. Mis pies descalzos. La idea que me cruza la cabeza y al momento se pierde, y la otra que apunto en mi libreta antes de olvidarla. La tormenta que se acerca y el resto del día que no para de llover. Conduzco 4 kilómetros para llegar al pueblo de al lado donde hay una tienda donde poder comprar lo justo para pasar la tormenta sin tener que volver a salir en un par de días. En mi camino, lo que vence es el paisaje. El paisaje es un espectáculo. Ahora estamos dentro de la nube y el aire es agua y todo es verde y rojo y la luz se filtra haciendo que todo parezca un cuento. Luego dejará de llover y el olor a eucalipto será aún más fuerte. La naturaleza crece a toda velocidad. El día termina más tarde de las diez y luego el cielo se despeja y las estrellas parecen pintadas. Aquí no existe el tiempo, todo es tiempo presente y todo es importante a mi alrededor.

sábado, 19 de junio de 2021

Salgo de Madrid

Estoy lejos de todo y de todos. Lejos de Madrid y lejos de todo lo que tengo en Madrid. 

Tengo tantas cosas en Madrid y ahora parece que solo tengo lo que llevo encima. Así está bien, no necesito nada más, por lo menos por un tiempo no necesito nada más y creo que después, tampoco necesitaré nada más. Salgo de Madrid y de pronto todo se simplifica. Yo también me simplifico. 

Respirar

Salgo de Madrid. Esquivo Madrid. Evito Madrid. Me desplazo por las periferias intentando que no sean muchos los que se den cuenta que no estoy, que me fui.  Es fácil salir de puntillas porque, ahora,  la presencialidad ha dejado de ser importante.

Silencio

Ahora es Junio y vivo frente a un bosque. En Mayo vivía frente al mar. En Julio me traslado al desierto. No se donde voy a estar en Agosto. Septiembre parece lejano. Pienso en Abril cuando todavía estaba en Madrid.

Caminar

Oropesa

Hace solo un momento, en mayo, estoy en una ciudad de la costa. Una ciudad vaciada. Una ciudad de vacaciones que está vacía. Enormes edificios, que parecen barcos frente al mar, apagados y cerrados. Camino por la avenida principal durante varios kilómetros sin cruzarme con nadie. Ese es mi propósito del mes de mayo: Caminar  sin cruzarme con nadie, no llevar la mascarilla, no estar, no existir, desaparecer y evadirme del mapa. Comunicarme lo menos posible y solamente ser. Ciudades de vacaciones vacías fuera de temporada en las que me muevo como un fantasma, donde nadie me ve y donde nadie me piensa. Paseos al atardecer junto al mar. Kilómetros de costas solitarias donde camino sin dejar huella. Negocios cerrados. Parkings vacíos. Cuesta pensar que en menos de un par de meses este mismo lugar se inundará de veraneantes que ocuparán hasta el último rincón y todo se llenará de ruido y de papeleras desbordadas.

Si no cuento que estuve aquí, nadie lo sabrá. Nadie supo de mí ni quedó ningún rastro. 

Ahora es Junio. Siento el bosque y lo huelo.

Antas

En el bosque no hay nadie. El silencio de los humanos hace que la brisa más suave parezca un vendaval que choca contra la casa y  las ramas de los árboles. Los pájaros cantan todo el tiempo, aunque no se les vea nunca. Estamos aislados y me acostumbro muy deprisa a la falta de contacto con nadie más que con mi mujer. El resto del tiempo me quedo quieto y escucho el silencio. El resto del tiempo me pongo música en los auriculares y sigo pintando. Ella estudia y yo pinto, luego cocino, luego caminamos y ella estudia y yo sigo pintando. Es una rutina perfecta para los dos. El paisaje nos sobrepasa y nos ocupa todo el resto del tiempo. La naturaleza lo ocupa todo. Todo es demasiado bonito en este lugar. 

Nos vamos de aquí en unos días, pero nos gustaría quedarnos.

Volvemos a Madrid a final de Junio. Dos o tres días, lo justo para vacunarnos, visitar a un par de clientes, cobrar y volver a marcharnos. Nos vamos de nuevo. Nos vamos de Madrid a Pechina, a Almería. En Pechina va a hacer calor pero tenemos piscina. Yo voy a pintar todo el tiempo, ella va a estudiar. 

Nuestro propósito es intentar estar todo el tiempo posible fuera de Madrid.

lunes, 14 de junio de 2021

Vísperas




Las toallas se pudren y me da asco
esta húmeda península donde inventaron la niebla
y el abuso de drogas, y donde enseñaron a la luz a desvanecerse,
donde mi corazón barato y de calidad suprema llora
porque nunca besaré otra vez tus famosas rodillas
en un cuarto que se ha hecho difuso
al tirar una pañoleta sobre la lámpara.
Las cosas se ponen se ponen radicales en lo oscuro:
los veleros en la ensenada zarpan,
la provincias de la actualidad gatean sobre el mar.
Ahora, el crepúsculo pastorea con ternura
rumbo a los parqueaderos agotados.
La puesta de sol instantánea en los parachoques,
la memoria y la paz …. el asidero del caos …

Denis Johnson

domingo, 13 de junio de 2021

Pienso en la poesía

Pienso en la poesía y la poesía me trae flores, drama y romance. 

Luego pienso en la poesía y en los cientos de palabras distintas para hablar de la primavera, la floración, el ascenso del ritmo cardiaco, la falta de respiración o la apnea estacional. Pienso en la poesía y todo se vacía para llenarlo de nuevo de frescor primaveral.

La poesía viene y me muestra el camino iluminado con una luz diferente. La poesía me proporciona las palabras para usarlas sabiamente, en exceso, en abundancia. El poema no sabe de límites ni de reglas. El poema viene de atravesar montañas y caminar sobre las aguas. El poema siempre llega a la orilla, incluso cuando quiere naufragar.

Pienso en la poesía y pinto los cielos con mi dolor, con mi enamoramiento y con mis dudas. Luego cierro el poema y lo dejo dormir. Mañana lo despertaré con cuidado para desayunar.