domingo, 27 de junio de 2021
Desde hace un año hasta ahora
viernes, 25 de junio de 2021
MI DERROTA
jueves, 24 de junio de 2021
Últimos días en Antas
Subimos a la ermita del sagrado corazón en A Lama con una botella de champán y una bolsa de doritos para ver como acaba el día. El sol tarda en caer como dos horas mientras nos tomamos el champán, comemos los doritos y nos llenamos de luz. Aquí el paisaje está siempre desbordado y la conversación parece bendecida. Todo es demasiado bonito y el pulso se recupera pronto frente al horizonte. Son nuestros últimos días en Antas, dentro del bosque y cerca del mar.
martes, 22 de junio de 2021
NO HAY TAXIS LIBRES
Es absurdo no saber adónde ir. Caminar sin destino mientras te vistes las calles como un abrigo. Ciertas casas son amigas y te invitan a entrar y ciertas casas no pueden visitarse nunca más. Puertas que se abren y puertas que se cierran. Todos los viejos líos de amor acechan en los portales. Detrás de las ventanas las mujeres envejecen y tu también envejeces. La dejadez se hace más fuerte que el deseo. Has rechazado numerosas invitaciones, dejado a los teléfonos sin respuesta, dicho “No” a los pocos que te necesitaron. Qué inútil es saber que donde quieres ir es ningún sitio concreto. Los trenes no te llevarán allí, Los autobuses pasan sin parar, no hay taxis libres.
Versión libre de un poema de Brian Patten
domingo, 20 de junio de 2021
Todo a mi alrededor es importante
Todo a mi alrededor es importante.
Ahora mismo el olor a gel y champú desde el cuarto de baño. El sonido del cepillo de dientes. El sol que llena de luz y calor mi rostro al asomarme a la ventana. El aire que cruza de la cocina al baño. El silencio roto por el bosque. Mis pies descalzos. La idea que me cruza la cabeza y al momento se pierde, y la otra que apunto en mi libreta antes de olvidarla. La tormenta que se acerca y el resto del día que no para de llover. Conduzco 4 kilómetros para llegar al pueblo de al lado donde hay una tienda donde poder comprar lo justo para pasar la tormenta sin tener que volver a salir en un par de días. En mi camino, lo que vence es el paisaje. El paisaje es un espectáculo. Ahora estamos dentro de la nube y el aire es agua y todo es verde y rojo y la luz se filtra haciendo que todo parezca un cuento. Luego dejará de llover y el olor a eucalipto será aún más fuerte. La naturaleza crece a toda velocidad. El día termina más tarde de las diez y luego el cielo se despeja y las estrellas parecen pintadas. Aquí no existe el tiempo, todo es tiempo presente y todo es importante a mi alrededor.
sábado, 19 de junio de 2021
Salgo de Madrid
Estoy lejos de todo y de todos. Lejos de Madrid y lejos de todo lo que tengo en Madrid.
Tengo tantas cosas en Madrid y ahora parece que solo tengo lo que llevo encima. Así está bien, no necesito nada más, por lo menos por un tiempo no necesito nada más y creo que después, tampoco necesitaré nada más. Salgo de Madrid y de pronto todo se simplifica. Yo también me simplifico.
Respirar
Salgo de Madrid. Esquivo Madrid. Evito Madrid. Me desplazo por las periferias intentando que no sean muchos los que se den cuenta que no estoy, que me fui. Es fácil salir de puntillas porque, ahora, la presencialidad ha dejado de ser importante.
Silencio
Ahora es Junio y vivo frente a un bosque. En Mayo vivía frente al mar. En Julio me traslado al desierto. No se donde voy a estar en Agosto. Septiembre parece lejano. Pienso en Abril cuando todavía estaba en Madrid.
Caminar
Oropesa
Hace solo un momento, en mayo, estoy en una ciudad de la costa. Una ciudad vaciada. Una ciudad de vacaciones que está vacía. Enormes edificios, que parecen barcos frente al mar, apagados y cerrados. Camino por la avenida principal durante varios kilómetros sin cruzarme con nadie. Ese es mi propósito del mes de mayo: Caminar sin cruzarme con nadie, no llevar la mascarilla, no estar, no existir, desaparecer y evadirme del mapa. Comunicarme lo menos posible y solamente ser. Ciudades de vacaciones vacías fuera de temporada en las que me muevo como un fantasma, donde nadie me ve y donde nadie me piensa. Paseos al atardecer junto al mar. Kilómetros de costas solitarias donde camino sin dejar huella. Negocios cerrados. Parkings vacíos. Cuesta pensar que en menos de un par de meses este mismo lugar se inundará de veraneantes que ocuparán hasta el último rincón y todo se llenará de ruido y de papeleras desbordadas.
Si no cuento que estuve aquí, nadie lo sabrá. Nadie supo de mí ni quedó ningún rastro.
Ahora es Junio. Siento el bosque y lo huelo.
Antas
En el bosque no hay nadie. El silencio de los humanos hace que la brisa más suave parezca un vendaval que choca contra la casa y las ramas de los árboles. Los pájaros cantan todo el tiempo, aunque no se les vea nunca. Estamos aislados y me acostumbro muy deprisa a la falta de contacto con nadie más que con mi mujer. El resto del tiempo me quedo quieto y escucho el silencio. El resto del tiempo me pongo música en los auriculares y sigo pintando. Ella estudia y yo pinto, luego cocino, luego caminamos y ella estudia y yo sigo pintando. Es una rutina perfecta para los dos. El paisaje nos sobrepasa y nos ocupa todo el resto del tiempo. La naturaleza lo ocupa todo. Todo es demasiado bonito en este lugar.
Nos vamos de aquí en unos días, pero nos gustaría quedarnos.
Volvemos a Madrid a final de Junio. Dos o tres días, lo justo para vacunarnos, visitar a un par de clientes, cobrar y volver a marcharnos. Nos vamos de nuevo. Nos vamos de Madrid a Pechina, a Almería. En Pechina va a hacer calor pero tenemos piscina. Yo voy a pintar todo el tiempo, ella va a estudiar.
Nuestro propósito es intentar estar todo el tiempo posible fuera de Madrid.
lunes, 14 de junio de 2021
Vísperas
Las toallas se pudren y me da asco
esta húmeda península donde inventaron la niebla
donde mi corazón barato y de calidad suprema llora
porque nunca besaré otra vez tus famosas rodillas
en un cuarto que se ha hecho difuso
al tirar una pañoleta sobre la lámpara.
Las cosas se ponen se ponen radicales en lo oscuro:
los veleros en la ensenada zarpan,
la provincias de la actualidad gatean sobre el mar.
Ahora, el crepúsculo pastorea con ternura
rumbo a los parqueaderos agotados.
La puesta de sol instantánea en los parachoques,
la memoria y la paz …. el asidero del caos …
Denis Johnson
domingo, 13 de junio de 2021
Pienso en la poesía
Pienso en la poesía y la poesía me trae flores, drama y romance.
Luego pienso en la poesía y en los cientos de palabras distintas para hablar de la primavera, la floración, el ascenso del ritmo cardiaco, la falta de respiración o la apnea estacional. Pienso en la poesía y todo se vacía para llenarlo de nuevo de frescor primaveral.
La poesía viene y me muestra el camino iluminado con una luz diferente. La poesía me proporciona las palabras para usarlas sabiamente, en exceso, en abundancia. El poema no sabe de límites ni de reglas. El poema viene de atravesar montañas y caminar sobre las aguas. El poema siempre llega a la orilla, incluso cuando quiere naufragar.
Pienso en la poesía y pinto los cielos con mi dolor, con mi enamoramiento y con mis dudas. Luego cierro el poema y lo dejo dormir. Mañana lo despertaré con cuidado para desayunar.