domingo, 21 de abril de 2024
EL ROSA Y EL NEGRO
El mar una copa de negro licor de arándanos.
El cielo de color rosa observándome con tristeza.
La mano que fue mía, inmóvil,
entre episodios de un relato.
El sonido absorbente bajo el agua respirando, escupiendo.
Las burbujas de limo rielando en el mar.
La forma cambiante que llamamos hombre, alzándose liberada,
toda nariz y labios tras un cristal.
Las aletas fluorescentes golpeando contra la piedra caliza
como un abanico español en unas perlas.
Los cuerpos flácidos de los tentáculos rosados, abatidos,
en filas perfectas, colgados del cinturón.
La roca nacarada sobre la que nos sentamos.
La cara adormilada que me miraba.
Los pies cruzados.
La nube entintada, como la secreción de un pulpo,
alejándose en lo alto.
El sol una mezcla blanquiaguada.
La delicada red de ganchillo donde dormían los erizos de mar.
Las grandes púas del que capturé.
El machete, afilado como las palabras de un cura, cortando, cortando.
El intratable mar calmándose y calmándose.
La espalda metálica de algo que escapa,
entrevisto bajo las sombras.
He estado tan solo, hambriento como una serpiente.
AUTORRETRATO CON OJOS ROJOS
La primavera
sábado, 20 de abril de 2024
Entre la insignificancia y la histeria
Bares de barrio
Yo me crié en bares de barrios como los de Villaverde, Ciudad de los Ángeles, Lavapiés, Chueca, Malasaña o la Latina. A los dieciocho la zona era Moncloa, Marqués de Vadillo, Plaza de España, Manuel Becerra y la carretera de Valencia. Después Malasaña y Lavapiés y Chueca, de bar en bar durante años. En Madrid vas de bar en bar desde que empiezas hasta que te acabas.
Después aprendí a ser lo que soy ahora, en estos mismos sitios. Hice amigos y me enamoré y canté y lloré y a veces simplemente estuve y me tomé algo.
En Madrid la vida está en un bar. Los bares de Madrid son el refugio, la esperanza y la rutina.
15.000 bares. Uno por cada 200 madrileños.
Amor por el apocalipsis
Paseos al atardecer
Ahora, todas las tardes, salgo a caminar con Paola. Hacemos 10000 pasos por lo menos y procuramos que coincida con el atardecer.
Ese tiempo que caminamos es para hablar. Hablamos de cualquier cosa y está bien. Caminar y conversar y ver el atardecer, está bien.
Pienso que eso mismo es lo que hace la gente mayor y luego pienso que ya soy mayor y que lo que hago es lo que hace la gente que es mayor como yo.
Paseo con Paola al atardecer y hablamos de cualquier cosa mientras vemos el atardecer y nos hacemos mayores.
Stories from the City, Stories from the Sea
Matar al presidente
Podemos matar al presidente, solo es un hombre.
Podemos matar al presidente y prohibir el amanecer.
Jesucristo vino del cielo y también lo matamos.
Lo hicimos con facilidad.
Todo es nuevo Ahora
Otra vez inventando nuevos medios de supervivencia. Agotando sistemas económicos sin parar desde la adolescencia hasta ahora, y preguntándome cómo han hecho los demás, los que han perseverado en una misma cosa toda una vida y afianzando una posición estable.
Yo no sé. Siempre he estado haciendo cosas y más cosas y ganando dinero pero siempre poco o no lo bastante, y con la sensación de que nada es suficiente.
Ahora estoy pintando cuadros y los cuadros se venden, pero no se venden todos los que necesito y no siempre se pagan tan bien, y entonces sigo pintando, sin parar. Pinto miles de cuadros. Lo de miles no es una forma de hablar, porque pinto miles. Pinto de continuo 10 o más cuadros todas las semanas y vendo todos los que puedo, al precio que sea y luego los embalo y los facturo y los envío y luego sigo pintando sin parar. Una máquina de pintar que no para nunca. Si viajo, mi taller se traslada conmigo y sigo trabajando en una u otra casa, hotel, apartamento, terraza o en cualquier sitio donde pueda montar mi taller de viaje.
Si me preguntas que pintura es la mía. La mía es una pintura rápida y alimenticia. Mis mejores cuadros son los que pagan antes las facturas. No hablan de mí ni de la angustia existencial, ni reflexionan sobre la historia o el arte, son cuadros que llenan las paredes de los europeos de colores y motivos fáciles de combinar con un concepto de diseño de interior moderno.
Hay cuadros míos repartidos por cientos de ciudades y cuadros que me compran y se revenden en galerías y subastas por tres o cuatro veces lo que me pagan, a veces más. Fantaseo con la idea de que mi empeño consiste en conquistar Europa, colocando un cuadro en cada casa de cada europeo.
Ahora todo está cambiando otra vez. Me pongo a ello, maniobro para encajar las cosas de nuevo. Me digo que todo es nuevo ahora y aunque soy consciente de repetir esto como una especie de mantra, cada vez soy mas viejo y mis palabras mas gastadas.
viernes, 19 de abril de 2024
La poesía es lo que escribo solo para mí
Miles de palabras que se acumulan tropezando unas con otras en mi teclado. muchas de ellas rectificadas por mi dislexia. Palabras que acompañan dibujos. Palabras que a veces dicen más que lo que cuentan.
Yo no tengo propósito ninguno al escribir. Escribir para mí es como una jam sesion, una improvisación.
Solo miro el teclado y dejo que mis manos intenten alcanzar la velocidad del pensamiento.
Tecleo sin saber donde voy y lo que quiero decir, simplemente escribo. Me acuerdo de Henry Miller y su flujo de pensamiento y sigo enlazando palabras en el teclado, como Burroughs o los surrealistas, o como cualquiera que no le importe quien le lea.
Escribo por y para mí. Nadie me lee y nadie me corrige.
Luego, siempre me pierdo. Miro la pantalla y leo lo escrito. Corrijo y estoy atento al ritmo. El ritmo es lo que más me importa. Intento que las palabras vayan al ritmo de mi corazón tensionado.
Pienso que escribir es como caminar y que el ritmo de la escritura se debería acoplar al paso de mis derivas o paseos o caminatas o lo que sean.
Como luego no sé como llamar a esas cosas que escribo, decido que son poemas y que sirven para entender mis pasos al caminar.
Apellidos
Escucho que en los pueblos se hereda el nombre, el mote y la fama de los padres. Si naces en una mala familia, ya eres siempre malo: "Eres de los malos"
De igual manera al nacer serás rico o pobre o terrateniente o agricultor o de los que mandan o de los mandados. Según tus padres y abuelos y de la casa donde vivas. Si naces tonto pero rico serás rico pero tonto, pero si naces pobre y tonto serás tonto y pobre.
A veces la delincuencia se hereda.
Mucha gente emigra a las ciudades. En la ciudad la gente se reinventa porque puede ser lo que quiera, porque a nadie le importa quien es tu familia.
El plástico te trascenderá
La carne se pudre mucho más rápido que el plástico. El día que mueras tus células se degradarán mucho más rápido que tus implantes. El plástico con el que vives ahora mismo será lo último en desaparecer de ti mismo. El plástico, el titanio o el oro te trascenderán.