"Nada me disgustó más que las tetas monstruosas, que no sé con qué comparar para que el lector se haga una idea de su tamaño, forma, color. Sobresalían seis pies, y su circunferencia medía por lo menos dieciséis. Uno pezón era como la mitad de mi cabeza, y los pezones y los senos estaban moteados de tantas manchas, pústulas y pecas, que nada se veía más nauseabundo (…) Esto me hizo pensar en las hermosas tez de nuestras damas inglesas, que parecen tan pechugonas sólo porque son del mismo tamaño que nosotros, y sus defectos de piel no se pueden ver sino con una lupa; lo que, de hecho, nos revela entonces que la epidermis más tersa y cándida es, en realidad, áspera, áspera y fea. en color."
Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver , 1726
No hay comentarios:
Publicar un comentario