miércoles, 25 de diciembre de 2019
Finnegans Wake
Aman la guerra, les encanta reír, se ríen llorando, lloran oliendo, huelen sonriendo, sonríen odiando, odian pensar, piensan sentir, sienten tentaciones, tientan audaces, se atreven a esperar, esperan tomar, toman Agradeciendo, agradecen la búsqueda, como nacido para el lorn en la tradición del amor para vivir
James Joyce, Finnegans Wake
En este Clip, estamos en los noventa.
Entonces hacíamos videos domésticos, que llamábamos videoclips, con las bandas que conocíamos o nos gustaban. Eramos un grupo de artistas y explorábamos las posibilidades del vídeo. En el grupo inicial eramos más, pero al poco estábamos Alicia, Emilio y Javier. Tuvimos varios nombres e incluso un manifiesto.
Lo que hacíamos era grabar y grabar y seguir grabando todo el tiempo. Horas de cintas de HI-8 donde comemos, conducimos, andamos o no hacemos nada. Días y semanas. Por que por entonces no tenemos dinero, pero tenemos tiempo. Es un tiempo Feliz. Adoramos a Godard. Estábamos convencidos de estar haciendo las cosas bien. Pasamos mucho tiempo con varios grupos musicales de entonces y sobre todo pasamos mucho tiempo con nosotros mismos. Teníamos toda una teoría sobre el arte y sobre la realidad y sobre los doméstico y el cine y el artista y su obra.
Alicia grabó sus "cartas no escritas" con Juan Millares y Alfonso Palazón y apostamos por las televisiones, pero no salió. Al poco apareció el concepto de telerrealidad, y lo que se llamó Reality Show, y pensamos que eso era lo mismo que estábamos haciendo nosotros un poco antes. De repente lo que nosotros llamábamos "doméstico" se convirtió en "Gran Hermano" y el Capitalismo, como siempre, devoró cualquier debate sobre lo íntimo y lo público y el arte y su distribución en los medios, y el artista y su obra se fueron a la mierda. De alguna manera fracasamos. Porque una vez más, lo que se pretendía como un nuevo formato para la libertad, se convirtió, a toda velocidad, en la manera de convertir la realidad en telebasura.
Este Videoclip es un pedazo de esa historia. Psilicon Flesh eran fantásticos y esta canción, en especial, forma parte de mí. La canción es de los Beatles y nosotros eramos veintitantos años mas jóvenes, pero igual de fuertes.
jueves, 19 de diciembre de 2019
Desayuno de campeones
Me gusta desayunar solo, casi nunca antes del mediodía; cualquiera que lleve un estilo de vida totalmente discordante necesita al menos un anclaje psíquico cada veinticuatro horas, y el mío es el desayuno. En Hong Kong, en Dallas o en casa —y con independencia de si me he acostado o no—, el desayuno es un ritual personal que solo se puede practicar como es debido en soledad y con un espíritu de auténtico exceso. El factor de la comida siempre debería ser a gran escala: cuatro Bloody Marys, dos pomelos, una jarra de café, crêpes Rangoon, un cuarto de kilo de salchichas, beicon o carne de ternera picada con chili, una tortilla o huevos escalfados, un litro de leche, un limón cortado por si hay que aliñar y un trozo de tarta de lima o similar, dos Margaritas y, de postre, seis rayas de la mejor cocaína… Exacto, y también debería haber dos o tres periódicos, el correo y los mensajes, un teléfono, un cuaderno para planificar las veinticuatro horas siguientes y por lo menos un aparato de buena música… Todo ello se debería llevar a cabo al aire libre, bajo la calidez del sol y preferiblemente desnudo.”
Y aquí, un día en la vida de este estrafalario escritor. La vida de este hombre sí que era un show!!
A veces solo pasan los días
Otras veces, la tragedia se acomoda en tus espaldas, de tal manera, que no sabes cuando termina un día y empieza otro.
Son días oscuros, de muerte, de luto, de adicción y de depresión.
Son los malos días.
El tiempo es así: Uno siempre espera que suceda algo. Pero luego, cuando sucede, piensas que era mejor cuando no pasaba nada, y solo pasaban los días.
Sonría por favor
"¡Dientes, dientes, que es lo que les jode!
Es constante, cuando me encargan un retrato y pido fotografías para poder realizarlo, que me envíen, la gran mayoría de ellas, con el gesto desencajado, con una sonrisa exagerada enseñando toda la dentadura. Cuando elijo alguna en el que el rostro está sereno o más relajado, es muy normal que se me conteste: “Ay pero es que aquí estoy muy serio”.
Es un signo de nuestro tiempo el confundir sentimientos, banalizarlos. Lo que para mí, como dibujante, es un rostro sereno, tranquilo y relajado, para la gran mayoría de personas es estar serio o triste. ¿Os imagináis que sería del retrato clásico si todos los modelos saliesen sonriendo enseñando los dientes? Lo primero serían terribles dado lo insalubre de las dentaduras en aquellas épocas, pero también nos dejarían un mundo vulgar y banal de rostros abotargados.
Antiguamente la fotografía todavía nos mostraba personas serenas, y nos ofrecía miradas con un toque melancólico y una sensualidad sin mordiscos. Hoy en día con la tecnología de miles de “clics” en un segundo nos han acostumbrado a posar todos con esas sonrisas como dicen los angloamericanos: “de comer mierda”, estupenda expresión para describir este tipo de gestos.
Pero fueron ellos, los “useños”, los que empezaron esta moda de posar con la sonrisa de falsa felicidad. Como los Kennedy, paradigma de la clase alta americana, jóvenes, guapos, deportistas, ¿sanos? Pues lo que esos rubios mancebos de blancas sonrisas escondían no era tal. A John Fitzgerald Kennedy se le diagnosticó la enfermedad de Addison, padecía de hipotiroidismo e ingería diez tipos de fármacos a diario. Quizá su blanca sonrisa exagerada lo que estaba expresando era un dolor insoportable. Tras los Kennedy todo político en campaña, estrella de cine en alfombra roja, cantante en bañador de lentejuelas que se precie y tenga el dinero suficiente para pagarse un dentista, salen todos con sus sonrisas blancas como la nieve calcadas unas de otras.
Esta vulgarización del gesto, de la sonrisa, en nuestra era digital está empezando a resultar patética. Las redes sociales han dejado al descubierto todo un engendro de falsas sonrisas de felicidad consumista. Estos tristes tiburones dispuestos a comerse la fama tonta de Facebook o Instagram nos dejan siempre, después de mirarlos, con esa “sonrisa tonta” de pena.
Pero no todo está perdido, también hay artistas y fotógrafos que intentan buscar el rostro en sosiego. Como por ejemplo Chiqui Zulueta, grandísima fotógrafa que en sus retratos nos muestra una sensibilidad exquisita a la hora de recoger el gesto momentáneo siempre elegante y sereno.
Isabel Pantoja y Julián Muñoz, dos símbolos de la España corrupta, hortera e inculta, se decían el uno al otro para reírse de los paparazzi: “Sonríe, enseña los dientes. Dientes, dientes, que es lo que les jode”. Sí, ellos tenían dinero, robado, para pagarse esas dentaduras repugnantes de la corrupción, ellos son el símbolo de ese gesto zafio, sucio e injusto. Como si nos quisieran decir: “joderos, mierdas, que no tenéis el dinero para pagaros la ortodoncia”.
Pues sí, efectivamente, todos somos iguales con la boca cerrada."
Guillermo Martín Bermejo
miércoles, 18 de diciembre de 2019
Patxi Andión ha muerto
Patxi Andión ha muerto este Miércoles 18 de Diciembre, en un accidente de tráfico en una carretera de Soria, a las nueve de la mañana.
Su último disco lo sacó hace apenas un mes y lo he escuchado una y otra vez todas estas semanas pasadas.
La Hora Lobicán: Punto de la noche en que, no se sabe si el perro es perro o es lobo. Al igual que muchas veces el ser humano.
Veo un tipo grande físicamente. Grande en el tono en que interpreta cada una de las diez canciones de este disco. Grande en las letras y en la música. Le envidio, pensando en que siempre he querido tener ese ancho de espaldas, esa presencia corpulenta y una de esas voces tan profundas y serenas. Le escucho y pienso que la grandeza no tiene que ver con la fama. Eso lo tengo solucionado desde hace tiempo. Un tipo que a pesar del éxito comercial de su momento, prefirió dedicarse a la enseñanza. Un revolucionario sin pliegues que se casó con una Miss. Un tipo inteligente que no le bailó el agua a nadie y que vivió, sobre todo vivió y miro alto.
De la Wikipedia: "Fueron conocidas en su momento varias explicaciones que hizo sobre sí mismo: “Nací exactamente hace veintiún años y hace veintiún años que soy vasco. En mi pueblo había una iglesia y ocho tabernas. A los diecisiete días dicen que me trajeron a Madrid; aquí me inscribieron. Comencé a estudiar en Madrid en un colegio de lo que a mí me parecía una gran ciudad. Apenas éramos doscientos, parecíamos el desecho educacional de otros colegios. Lo éramos. Éramos también sinceros, y nos reíamos de los profesores. Rompíamos farolas y cabezas, también tirábamos a las chicas del pelo. Más tarde fumábamos en los servicios. Allí nacieron mis primeros pensamientos de conciencia de clase y mis primeros odios”... "Creo que lo único con lo que se puede estar honradamente comprometido es con la duda"... "De chico tuve fama de raro, y después tuve fama de enfermo, porque con las dos pesetas que me daba mi padre para salir los domingos no había manera de llegar más allá de las dos de la tarde, así que me ponía enfermo todos los domingos"... "¿Sabes? En alguna etapa llegué a inventar todo un sistema para robar libros, porque no tenía dinero para comprarlos y los necesitaba como el pan"..."
De su último disco, me quedo todo. Invito a que quien lea esto lo escuche del principio al final y que lo disfrute.
lunes, 16 de diciembre de 2019
autoconstrucción
Pero no estoy escribiendo para ningún lector, ni siquiera para leerme yo. Escribo para escribirme yo; es un acto de autoconstrucción. Aquí me estoy recuperando, aquí estoy luchando por rescatar pedazo de mi mismo que han quedado adheridos a mesas de operación (iba a escribir: de disección), a ciertas mujeres, a ciertas ciudades, a las descaradas y macilentas paredes de mi apartamento montevideano, que ya no volveré a ver, a ciertos paisajes, a ciertas presencias. Sí, lo voy a hacer. Lo voy a lograr. No me fastidien con el estilo ni con la estructura: esto no es una novela, carajo. Me estoy jugando la vida.
Mario Levrero. Diario de un canalla
Tu alma cada vez es más pequeña
Las mismas personas que cada día son sacrificadas lentamente en los trabajos mecanizados de cualquier Matadero laboral. Que son las mismas personas que atascan con sus coches las carreteras de circunvalación de cualquier ciudad como Madrid para llegar a tiempo a su oficina antes de las 8:30 de la mañana.
Esas mismas personas ahora pueden estar discutiendo, cantando, bebiendo, bailando, follando, celebrando cumpleaños, viendo televisión, escuchando música, recogiendo armas, leyendo un libro o inventando la nueva poesía.
Un Sábado o un Domingo o después de las 20:00 horas de cualquier día laboral.
Las mismas personas que se piensan libres y no lo son, cada año que pasa tienen el alma más pequeña.
Sobre unas palabras de Raoul Vaneigem
domingo, 15 de diciembre de 2019
Susana Campos
Fui a ver a Susana Campos con la ilusión de acostarme con ella, pero me recibió con su novio, los dos muy drogados. Tomaban de una botella un líquido blanquecino que habían diluido en agua anfetaminas, un LSD y algunos gramos dispersos, como polvo en el aire, de cocaína. Así que estaban muy volados, el novio se había subido a un árbol y hablaba desde arriba como si fuera un predicador. Para bajar, decían que fumaban porro y eso los volvía a la realidad. Durante casi dos horas me contaron la increíble experiencia de ir al cine drogados. La película duraba años, según ellos, y era muy intensa. Tenían que interrumpirla para ir al baño y a veces no sabían cómo volver a sus asientos.
Ricardo Piglia
Los diarios de Emilio Renzi
Conejitas Playboy
Ingredientes necesarios: Puñaladas traperas, buenas tetas, disciplina cuartelera y rutinas opresivas, buen culo, pérdida de la identidad y de la autoestima, labios carnosos, competitividad feroz, drogas, abusos, coño idealizado, humillaciones, depresión, oscuridad... olor a sexo y pensamientos suicidas.
Una lista de playmates muertas, violadas, abusadas, descuartizadas y reventadas.
Nadie llora por ellas.
Papel Couché.
jueves, 12 de diciembre de 2019
Descanso dominical
Pienso en morir
Y mucho más específicamente: Pienso en flotar en el océano y no escuchar nada.
Más específicamente: Pienso en el cielo y como se vería sin Dios.
También pienso en cómo será la nada y la imagino como una habitación vacía donde intentas dormir contando números hacia atrás,
Pienso en mi suerte y lo afortunado que soy. Puedo darme una ducha larga y hacer café para mi mujer y sentarme a ver televisión y tomarme unas cervezas antes del almuerzo o puedo tomar trenes y visitar un museo o pasear mientras tomo fotos de cualquier cosa y luego volver a la poesía y besar a mi mujer y luego seguir pensando en morir al terminar el día,
Y mucho más específicamente: Pienso en flotar en el océano y no escuchar nada.
Más específicamente: Pienso en el cielo y como se vería sin Dios.
También pienso en cómo será la nada y la imagino como una habitación vacía donde intentas dormir contando números hacia atrás,
Pienso en mi suerte y lo afortunado que soy. Puedo darme una ducha larga y hacer café para mi mujer y sentarme a ver televisión y tomarme unas cervezas antes del almuerzo o puedo tomar trenes y visitar un museo o pasear mientras tomo fotos de cualquier cosa y luego volver a la poesía y besar a mi mujer y luego seguir pensando en morir al terminar el día,
lunes, 9 de diciembre de 2019
POEMAS DE LA CÁRCEL
1
Estoy sentado en una celda con vista hacia malignas paralelas
esperando que el trueno me astille en mil pedazos.
No es suficiente estar enjaulado con uno mismo;
quiero sentarme frente a cada prisionero en cada agujero.
Las puertas se deslizan y golpean. Cada portazo una conclusión, ¡bang!
El yonqui desapareció en un ruido rojo; se drogaba para sacarse un infierno.
El fragante borracho se enorgullece porque no fuma,
huellas de dedos sobre negras lápidas de tinta,
ruidos de angustia filtrándose a través de paredes de acero, rompiéndose,
alcanzan mi dolor. Me hago parte de alguien más para siempre.
El acento salvaje de los criminales me resulta más dulce que el zumbido de los policías,
ocupados en clausurar las escotillas de estas almas; carga
destinada a puentes de acusaciones, muelles de culpas.
¿Qué comen los policías, viejo Sócrates, aún prisionero?
2
Pintor, píntame una cárcel enloquecida, dementes celdas de acuarela.
Poeta, ¿qué edad tiene el sufrimiento? Escríbelo en plomo amarillo.
Dios, hazme un cielo sobre mi techo de vidrio. Necesito estrellas
para guiarme en esta atmósfera de gritos e infiernos particulares,
entradas y salidas, adentro… afuera… arriba… abajo. El balancín municipal.
Yo—aquí—ahora—óiganme—aquí—ahora—siempre aquí de alguna manera.
3
En un universo de celdas, ¿quién no está preso? Los carceleros.
En un mundo de hospitales, ¿quién no está enfermo? Los médicos.
Una sardina dorada está nadando en mi cabeza.
Ah, sabemos algunas cosas, hermano, sobre algunas cosas
como el jazz y las cárceles y Dios.
El sábado es un buen día para ir a la cárcel.
4
Ahora nos dan un nuevo formulario, tembloroso como gelatina,
que demuestra que cualquier muchacho puede ser presidente de Muscatel.
Le odian porque es uno de Ellos.
Desnudez no planeada, salpicada de gris; dedos
pestilentes aferrados a la poceta. El Sr. América se quiere bañar.
¡Mira! En el piso, acostado sobre el rostro de América,
una estrella de cine que ha actuado en un millón de noticieros.
¿Qué estoy haciendo?, ¿sentir compasión?
Cuando salga colaborará con mi asesinato.
Probablemente odia estar vivo.
5
Tuercas y tornillos resonando en su estómago, revueltos.
La sociedad se ha hecho pedazos en su barriga, hinchada.
Mira el gran molino americano, inclinándose hacia dentro,
bueno y sólido, como los que embriagaron América.
El éxito escrito en todo su culo rayado por las calles.
Exitoso éxito, cuarenta jonrones en un solo inning.
Deja de sufrir, Jack, no nos puedes engañar. Lo sabemos.
Este es el mejor país del mundo, ¿no lo es?
No lo logró. Borracho en la Celda 3.
6
Han pasado demasiados años en este breve lapso.
Mi alma reclama una caverna propia, como el dios del Jainismo;
mas debo lograr que continúe, ruda como el jazz, relumbrando
en esta oscura selva de plástico, tierra de largas noches, heladas.
Mi ombligo es un botón que aprieto cuando quiero salir de mí.
¿Soy algo más que una masa de entrañas y toscos tejidos?
¿Debo romperme los huesos? ¿Beber mi sangre, diluida en vino?
¿Debería arrancar viejas tristezas de mi pecho?
No otra vez,
esas antiguas bolas de fuego, engullidas con ardor, déjenlas.
Déjenme escupir vapores de introspección, pedazos de mí,
así, cuando me vaya seguiré estando en el aire.
7
Alguien que soy no es nadie.
Algo que he hecho no es nada.
Algún lugar que he visitado no está en ninguna parte.
No soy yo.
¿A qué respuestas
debo buscar preguntas?
Debo encontrar ciudades
para estas calles ajenas.
Gracias a Dios por los beatniks.
8
Toda la noche el hedor de personas que se pudren,
el vaho que surge de piras de hombres vivos,
satura mi nariz de repugnancia gaseosa,
ahogando en lágrimas mis expuestos ojos.
9
Vendedor ambulante de Dios, reventándome el tímpano
con la parte más aburrida de un libro bueno y sensual,
impaciente por el lunes y las calculadoras.
10
Perros de ojos amarillos silbando en la noche.
11
El bebé vino hoy a la cárcel.
12
Un día más al infierno, lleno de glándulas flotantes.
13
La cárcel, un cubo de metal enorme y hueco
colgado de la luna por una cadena de plata.
Johnny Appleseed la cortará un día.
14
Tres largos hilos de luz
trenzados en un rayo.
15
Soy aprensivo en cuanto a mi futuro;
mi pasado me ha dado la espalda.
16
Veo sombras formándose en la pared,
imágenes del deseo que se protegen de mis ojos.
17
Después de pasar toda la noche construyendo un sueño,
vino la mañana y me cegó con su luz.
Ahora busco, entre montañas de cáscaras de huevos,
el maldito sueño que nunca quise.
18
Sentado aquí escribiendo cosas en el papel,
en lugar de clavar mi lápiz en el aire.
19
La Batalla de los Fracasos Monumentales, crispada;
ambos bandos anhelan una limpia derrota.
20
Ahora veo la noche, abrumando silenciosamente el día.
21
Atrapado en las imaginarias redes de la conciencia,
lloro por mis actos, mas continúo creyendo.
22
Deberían construir las ciudades en un solo lado de la calle.
23
Las personas que no arrojan sombra
nunca mueren de pecas.
24
El fin siempre llega de último.
25
Nos sentamos en una mesa
devorándonos palabra por palabra
hasta que no quedó nada, esqueletos repulsivos.
26
Estoy sentado escribiendo, sin atreverme a parar,
por miedo a ver lo que está fuera de mi cabeza.
27
Listo, Jesús, ¿ves que no dolió ni un poco?
28
Temo seguir a mi propia carne hasta esas angostas
anchas rígidas blandas camas mujeriles, pero lo hago.
29
Eslabón por eslabón, forjamos la cadena.
Luego, al descubrirla alrededor de nuestros cuellos,
nos espantamos.
30
Nunca he visto una hogaza poética silvestre de pan,
pero si la viera, me la comería con corteza y todo.
31
¿Desde qué lejanos años vienen los bebés?
32
Universalidad, dualidad, totalidad… uno.
33
El anormal que balbuce en el suelo
alguna vez fue un hombre que gritaba sobre las mesas.
34
Ven, ayúdame a aplanar una gota de lluvia.
Escrito en la Cárcel de la ciudad de San Francisco
Celda 3, 1959.
Bob Kaufman,
MISIONES PROFANAS
Quiero que me entierren en un cráter anónimo en la luna.
Quiero construir minigolfs en todas las estrellas.
Quiero probar que la Atlántida fue un sitio de veraneo para el hombre de las cavernas.
Quiero probar que la ciudad de Los Angeles es una broma que nos gastaron los seres superiores de un planeta simpático.
Quiero denunciar al Cielo, un sanatorio exclusivo, repleto de ricos psicópatas que creen poder volar.
Quiero demostrar que la Biblia se publicó en una revista romana para niños.
Quiero probar que el sol nació cuando Dios se quedó dormido con un cigarro encendido, exhausto tras una dura noche como juez.
Quiero probar de una vez por todas que no estoy loco.
Bob kaufman
EN
En prisioneras esquinas de deseos embriónicos, ahogadas en una gota de heroína.
En prisioneras esquinas de vuelos estacionarios para sonar los bolsillos llenos en el espacio.
En neuro-esquinas de cerebros desnudos y desesperados electro-cirujanos.
En alcoholizadas esquinas de discusiones inútiles y cronísticas crudas.
En televisivas esquinas de literarios cornflakes y rockwells América impotente
En universitarias esquinas de intelecto a la medida y abrecartas griegos.
En militares esquinas de muertes megatónicas y anestesia universal.
En religiosas esquinas de quintillas teológicas y
En radio esquinas de grabaciones eternas y eventos estáticos.
En publicitarias esquinas de helados con filtro e instantáneos instantes.
En adolescentes esquinas de seducción de libros de comics y guitarras corrompidas.
En políticas esquinas de candidatos buscados y mentiras rituales.
En cinematográficas esquinas de lassie y otros símbolos.
En intelectuales esquinas de terapia conversacional y miedo analizado.
En periodísticas esquinas de encabezados sexys e historietas escolares.
En divididas por el amor, esquinas de -muera ahora pague después- funerarias.
En filosóficas esquinas de criminales semánticos y traficantes de ideas.
En clasemedieras esquinas de pubertad de escuela privada y revueltas anatómicas.
En ultra-realistas esquinas de amor en montañas rusas abandonadas.
En esquinas de poetas solitarios, de hojas que yacen por lo bajo y de ojos de profetas enmohecidos.
Bob Kaufman
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