Estuve viendo a P.I.L. el 16 de Octubre de 1986 en la Sala Astoria de Madrid. Yo entonces tenía 16 años y sudaba agitado en la pista mientras John Lydon berreaba sin parar slogans que me llegaban al alma y que me definirían para siempre. Yo entonces era un Punk que respiraba deprisa porque todo era emocionante.
En la barra de atrás, sin hacer mucho caso al concierto estaban los Almodovar, los Berlanga y todos los hermanos mayores que ya por entonces parecía que todo les daba un poco igual.
John Lydon era un héroe jorobado. Era un Sex Pistols. Un Hijodelagranputa. Le adorábamos. Todos los chavales del extraradio queríamos abofetear al rey y a la reina y al principe y a las infantas y pasábamos de la movida y de Alaska y de toda esa mierda edulcorada. Eramos Punks. Lo que nosotros queríamos era reventarlo todo, colocarnos de anfetamina y quemar el congreso. Eramos peligrosos. Nos metíamos en peleas. Unos hijos de puta con imperdibles en las orejas.
La entrada al concierto la conseguí participando en un concurso de dibujo de una revista de música de la época, creo que la revista se llamaba ruta 66, pero no estoy seguro. Tenía que hacer un dibujo de Johnny Rotten, el cantante de los Sex Pistols. Dibujé a Rotten y gané el concurso. Me enviaron dos entradas. Una para mi y otra para mi amigo Fernando.
Al finalizar el concierto, como eramos unos chavales sin dinero de los suburbios, volvimos a casa corriendo por una M30 que entonces no tenía túneles. Recuerdo correr por el arcén justo antes de llegar a la Avenida de Andalucía, Ciudad de los Ángeles y Villaverde, con sonrisa de idiota pensando ser parte de la historia.
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