sábado, 14 de diciembre de 2024

Qué bien que hayas venido –dice…


Qué bien que hayas venido –dice.
¿Oíste que el jueves se estrelló un avión?
Ajá, pues precisamente por ese asunto
vinieron a buscarme.
Parece que él estaba en la lista de pasajeros.
Y qué, igual se arrepintió.
Me dieron una pastilla para que no me desmayara.
Todo negro, quemado, menos un brazo.
Un jirón de la camisa, el reloj, la alianza.
Me enfurecí, porque seguro que no era de él.
Nunca me haría eso, tener ese aspecto.
Y de esas camisas están llenas las tiendas.
Y ese reloj es un reloj corriente.
Y nuestros nombres en su alianza
son nombres muy comunes.
Qué bien que hayas venido. Siéntate aquí a mi lado.
Es cierto, tendría que haber vuelto el jueves.
Pero quedan muchos jueves todavía este año.
Ahora mismo pongo agua para el té.
Me lavo el pelo, y luego, luego qué,
intentaré despertarme de todo esto.
Qué bien que hayas venido, porque allí hacía frío,
y él en ese saco de dormir de goma,
él, quiero decir, ese pobre infeliz.
Ahora mismo pongo agua para el jueves, me lavo el té,
es que claro, con lo comunes que son nuestros nombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario