La conocí un viernes de agosto y no la dejé en su casa hasta el domingo. La semana siguiente fue mi cumpleaños y no nos vimos, pero justo después la fui a buscar y nunca más nos separamos. Después pasó todo lo demás, y ella se convirtió en mi motor y mi consuelo.
Hoy de hace 14 años nos casamos en un pueblo de Valladolid. Miro las fotos y en todas salimos riendo porque éramos muy felices. Mis felicitaciones a la otra parte de esta misma historia.
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