jueves, 24 de febrero de 2022

adónde ir


adónde ir cuando todos vienen en sentido contrario

cuando el horóscopo indica que no debes viajar
cuando el otoño golpea sus ramas sobre tu corazón
cuando el tedio se instala a vivir contigo y sólo
pides un poco de clemencia al viento de la desidia
cuando el gigante olvido te aprisiona las sienes.

a quién acudir en caso de emergencia sin llamar al 911
cuando tu barca se hunde y tú con ella a la deriva
a qué aferrarse cuando todos los violines callaron
y solo se escucha la llegada de un nuevo huracán
que te arrancará de cuajo tu último sueño.
seguramente entonces debiéramos ser como el
intrépido torero cuyo valor lo otorga el miedo
y arremeteremos contra los arreboles del crepúsculo
inmolándonos con la coraza armada del poema.

zombies



Jarry 1 noviembre de 1907
Pasolini 2 noviembre 1975
Trakl 4 noviembre 1914
Apollinaire 9 noviembre 1918
Rimbaud 10 noviembre 1891
Tolstoi 20 noviembre 1910

...
Pagina 56 del "Tigre de la memoria"
del gran Hugo Vera Miranda

¿Y qué?

Bien, pues la Gatita Chispa algún día llegaría a ser estrella de cine. Pero recibió tantas facturas en su Master-Card que tuvo que ponerse a trabajar de cajera en el Banco de Hong Kong de Canadá para pagarlas. No había pasado mucho tiempo, cuando ya era demasiado mayor para tratar de convertirse en estrella de cine, o perdió la ambición de serlo, o ambas cosas. Y vio que era más fácil limitarse a hablar de ello en lugar de hacerlo de verdad...

-¿y Qué?- me preguntaste.


"La muerte después de dios"

Douglas Coupland

Madrid



 

 Dios y el Diablo son de aquí, pongamos que hablo de Madrid

Es fácil




El arte moderno siempre me esquiva. A mí me da igual.

Lo más importante no es la música, ni la pintura, ni la poesía. 

Lo más importante no es la literatura, ni la fotografía, ni el cine.

No me importan tanto todas estas cosas.

Lo que importa es llegar sin dolor y lo más tarde posible al final.

Mientras tanto me hago unos dibujos y pinto unos cuadros.

Lo hago por dinero, pero también porque me gusta.

No sé hacer otra cosa.

Así está bien.


miércoles, 23 de febrero de 2022

Cuando ella habla, esto ocurre

Imagina este momento. Un momento congelado en una instantánea. Una fotografía. Una fotografía vista después de muchos años e imagina como eran las cosas en ese instante. Luego imagina como es ese instante visto ahora, tantos años después.

Mira la primera foto y luego mira la segunda foto.
Hay 30 años entre una imagen y otra.



Facultad de Bellas Artes de la universidad Complutense de Madrid. Primeros años 90. Aquí estamos Alicia, Emilio y yo leyendo a Dylan Thomas y planeando el "Retrato de un artista cachorro" que luego sería "El lavatorio" junto con Jorge Isla.

Alicia es la que lee y la que subraya las cosas que tienen importancia en los libros que nos trae. Este día nos lee a Dylan Thomas, y aunque ni Emilio ni yo sabemos muy bien quien es ese tal Dylan Thomas, las palabras del poeta en boca de Alicia nos parecen ciertas y poderosas:
"Sentí todo mi cuerpo joven como un animal agitado que me rodeara, sentí el escozor de las rodillas hincadas, el corazón alborotado; el largo calor entre las piernas, el sudor ardiéndome en las manos,
los túneles que se hundían en mis oídos, las bolitas de roña entre los dedos del pié, los ojos en sus órbitas, la voz retenida, el galopar de la sangre, los recuerdos que volaban a mi alrededor y dentro de mí, tensos, atentos, esperando el instante para saltar.
Allí, jugando a los indios, tuve conciencia de mí mismo en el centro exacto de una historia viva, y mi cuerpo era mi aventura y mi nombre. Salté, excitado, y otra vez trepé a empujones por entre los espinos desgarrantes".

Ahora miro la foto, la foto de la mesa, y miro la otra foto, la foto de nosotros en esa mesa. Miro las fotos y cada foto tiene una historia. La historia de lo que éramos entonces y la historia de lo que somos ahora. Es la historia de la fotografía y también es la historia de lo que somos ahora cuando miramos la fotografía.
La mesa sigue en el mismo lugar treinta años después.

Recuerdo escuchar las palabras de Dylan Thomas en boca de Alicia, y un momento después recuerdo escuchar las palabras de muchos otros poetas en boca de Alicia. También recuerdo las palabras de Alicia en boca de Alicia.

Alicia dice: "No digas que no eres capaz de ser un buen californiano. Prueba. Inténtalo. Persiste."

Y aunque para cualquiera que no estuviese entonces en esa mesa parezca un sinsentido, para mí y seguro que para Emilio también, es una frase llena de fuerza y de significado. Una frase inspiradora que perdura en la memoria.
Creo recordar que la frase la sacó de un anuncio de cosmética, aunque da un poco igual de donde saliese. Alicia un día traía un libro de Boris Vian, otro día de Dylan Thomas y otro día traía la revista Cosmopolitan. Ella subrayaba lo que era importante de cualquier página impresa de cualquier sitio y ya está. Alicia era la dueña de las palabras.
Luego nos decía: "No digas que no eres capaz de ser un buen californiano..." y nosotros adorábamos ese momento. Ella leía sus frases y nosotros escuchábamos y nos iluminábamos.

Son los noventa. Somos bellos, jóvenes e inmaculados. Artistas puros. Pintamos cuadros enormes y hacemos vídeos y dibujamos. Aunque lo hagamos un poco torpe, todo lo que hacemos, en ese momento, es importante y TODO SE ESCRIBE EN MAYÚSCULAS.

Suena Sonic Youth. Kim Gordon aporrea el bajo y recita sus propias palabras. Es la chica del grupo y lleva una camiseta que dice que el Punk lo inventaron las mujeres.
Kurt Cobain escribe una canción con el título sacado de un anuncio de un desodorante: "Smells like teen spirit" y Alicia nos dice que "Hay que intentar ser un buen californiano". 

Todo está bien. En este momento todo forma parte de la misma cosa.
Son los noventa y todo está por suceder. 
Yo soy el dueño de los tiempos muertos, Emilio tiene el talento y Alicia tiene las palabras.
Todo está bien, todo está por suceder.
Cuando ella habla, esto ocurre.

sábado, 19 de febrero de 2022

Rockandroll

 


rondacuna

estrofa

correr correr nanai
correr correr nanai
correr correr nanai
correr correr nanai

coro

tilín tilón
tilin tilon

tilín tilón
tilin tilon

estrofa

fru fru ñam ñam
fru fru ñam ñam
fru fru ñam ñam
fru fru ñam ñam

despedida

cu cú buau buau
cu cú buau buau
cu cú buau buau
cu cú buau buau

fin

Contigo

Todo lo que quiero es contigo y pienso en mi vida contigo.

Mi vida contigo es: Vivir contigo, estar contigo, dormir contigo, hablar contigo y comer contigo. Ducharnos juntos. Dormir juntos. Caminar juntos. Viajar en tren, subir a un avión o hacer kilómetros infinitos de carretera en coche. Yo conduciendo y tú al lado viendo el mundo despertar a nuestro paso.

Salir y entrar de la misma casa, en el tercero a la izquierda, donde vienes y vas, y donde yo vuelvo una y otra vez a entrar o a salir, para al final siempre buscar estar juntos, a veces al final del día y otras veces todo el día, todo el tiempo.

Lo que quiero es reírme contigo y hacerte reír. Acompañarte. Andar a tu lado. Pensar en lo que te parece y pensar en lo que quieres y te gustaría. Discutir a veces y luego mejor no discutir. Pasar los años y terminar pareciendo lo mismo pero diferentes.

Mi tierra y mi gente eres tú, y yo estoy o soy contigo.

Al corazón



Esta chica siempre anda al borde del KO, de la inminente caída. A punto de derribarse, requiere toda mi atención, me obliga a ser atento, sublime, galante, sensual. A toda hora, a cada instante, en su sueño más profundo, debo estar allí, con ella, velándole las desdichas, las urgencias ilegítimas, los momentos de gloria y de ventura. Tengo que ser cauto, agradable, un chico a la derecha, rezando para que no le rompa la ira, que no vaya al armario, y saque el arma, y me dispare al corazón.

Influencias

 


Erik satie
Martin Kippemberger
Kate Moss
Sex Pistols
John Frusciante
Henry Miller
New Order
Francis Picabia
Hannah Hoch
Sonic Youth
George Orwell
Jean Giraud
J.C. Ballard
Y el taxista que me lleva esta noche a casa.

En defensa del fracaso




Pienso que es necesario educar a las nuevas generaciones en el valor de la derrota. 
En manejarse en ella. En la humanidad que de ella emerge.

En construir una identidad capaz de advertir una comunidad de destino, en la que se pueda fracasar y volver a empezar sin que el valor y la dignidad se vean afectados.

En no ser un trepador social, en no pasar sobre el cuerpo de los otros para llegar el primero. Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de prevaricadores falsos y oportunistas, de gente importante, que ocupa el poder, que escamotea el presente, ni qué decir el futuro, de todos los neuróticos del éxito, del figurar, del llegar a ser.

Ante esta antropología del ganador de lejos prefiero al que pierde. Es un ejercicio que me parece bueno y que me reconcilia conmigo mismo. Soy un hombre que prefiere perder más que ganar con maneras injustas y crueles. Grave culpa mía, lo sé. Lo mejor es que tengo la insolencia de defender esta culpa, y considerarla casi una virtud.


Pier Paolo Pasolini

Restar



Ser

Estar

Restar

El muerto habla



Yo estaba en la cocina, junto a la nevera, cuando ocurrió.

El  teléfono de pared que está junto a la nevera sonó, así que lo fui a coger en el momento en que el congelador empezó a soltar espontáneamente cubitos. Pensé que aquello era raro. A continuación una puerta de la alacena se abrió sola, mostrando los platos del interior; y luego hubo una sobrecarga de tensión en la luz del techo. El concurso que ponían en la televisión que había sobre la encimera se interrumpió de pronto, en la pantalla aparecieron bandas de colores chillones y después, puede que durante un segundo, vi a un presentador con un mapa de Islandia a sus espaldas. Respondí "diga" a la llamada, pero nadie contestó, y luego se produjo el resplandor. Un vaso de plástico de los Simpson, del Burger king, se fundió sobre la encimera; el marco de plástico negro de la tele se deformó y empezó a deshacerse . Me miré la mano y vi que el teléfono se estaba convirtiendo en barro, y noté un trozo de piel arrancada, como si fuesen tiras de pollo. Seguidamente se produjo el impulso. La ventana de la cocina estalló hacia dentro, toda brillante y soltando chispas como purpurina de un árbol de Navidad, la batidora se incrustó en la pared y las notas pegadas a la nevera empezaron a arder, y luego yo estaba muerto.

Douglas Coupland en "La vida después de dios"