Tomando un cubata y escuchando a Rajmáninov
No sé si voy o vengo. Si estoy vivo o muerto. Si soy de derecha o de izquierda. Monárquico o hijo de puta. Poeta o armadillo. En verdad se muy poco de mí. Me conozco por referencias. Por lo que la gente dice de mí. Y lo que la gente dice de mí no es bueno. Para nada. Me lo hacen saber. En cada mirada. En las colas de los supermercados y en los colectivos que tomo a diario. Pero ya estoy curado de espanto. Me importa una divina mierda. Me importa una divina mierda lo que piensen de mí. Siempre es mejor de lo que yo pienso de mí. Soy maldito por naturaleza. No hice nada para ganar un certamen. Fui el peor alumno de mi clase. Fui nazi. Misógino. Fui esbirro de Stalin. Maté ballenas de todos los colores. Y ahora estoy aquí. Tomando una cubata y escuchando a Rajmáninov. Mañana nadie se acordará de mí. Ni de ustedes. Ni de nadie. La tierra gira y eso es todo. A la distancia nadie existe. Una pobre bolita azul. Y nos creíamos tan importantes. ¡Vaya mierda!
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