Los días de lluvia duermo con la ventana abierta. La cabeza en la almohada con los ojos cerrados pensando en el viento en la cara mientras escucho los arboles balancearse y crujir. Escucho el agua chocando contra la pared y tres plantas mas abajo contra el asfalto. El olor de la tierra empapada con la tormenta es uno de mis olores favoritos.
Ahora estoy en Madrid, en Primavera, y no hay nada mejor. Nada mejor que Madrid en Primavera. En Madrid, de Madrid y hasta Madrid, donde me siento satisfecho. No quiero estar en ningún otro sitio. Ahora hay una luz que perfila a la perfección todos y cada uno de los edificios del paseo de Recoletos, de la Gran Vía, del Prado. Todo huele bien, todo sabe mejor. Se escucha buena música de todos los estilos. Los chicos huelen bien, las chicas huelen bien. Todos nos sentimos guapos. Estamos bien, estamos en Madrid. Todo es mejor en Madrid en Primavera.
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