Las voces de tus amigos están silenciadas, ignoradas, rechazadas y distorsionadas. Esta generación se ha evaporado y la siguiente también. No hay generación posible en los últimos 10 años del concepto E.S.P.A.Ñ.A. En los últimos 20 o 30 o 40 años no hay posibilidad de escena. En la marca E.S.P.A.Ñ.A. solo hay desguaces.
Vives como en un tambaleo. La sensación de vértigo ocupa todo el tiempo. Temblando al salir de la cama, al salir del dormitorio, al doblar la esquina y al comprar una bolsa de diez euros de golosinas para adultos.
La sensación es la de vivir una rutina un poco borrosa, donde no se separan muy bien los días. Donde de vez en cuando preguntas en que año vives, porque no tienes muy claro si estás un año antes o un año después.
Luego está el pasado.
Miras la foto. Tienes 17 años. Eres un Punk. Un tipo orgulloso. Toda una promesa dispuesta a partirse la cara con cualquiera. Un pequeño cabrón de cara limpia que sonríe a cámara.