Me faltan algunos odios todavía.
Estoy seguro de que existen.
...
Celine
El odio son las cosas que te gustaría hacer con el locutor deportivo
de la radio del vecino
esos domingos por la tarde.
El odio son las cosas que te gustaría hacer con el macaco de uniforme
que sentencia -arma
al cinto- que el semáforo
no estaba en ámbar, sino en rojo.
El odio son las cosas que te gustaría hacer con el cívico paleto
vestido de payaso
que te dice
que no se permiten perros
en el parque.
El odio son las cosas que te gustaría hacer con la gente que choca contigo
por la calle
cuando vas cargado
con las bolsas de la compra
o un bidón de queroseno
para una estufa
que en cualquier caso
no funciona.
El odio son las cosas que te gustaría hacer con los automovilistas
cuando pisas un paso de peatones
y aceleran.
El odio son las cosas que te gustaría hacercon el neandertal en cuyas manos
alguien ha puesto
ese taladro de percusión.
El odio son las cosas que te gustaría hacer cuando le dejas un libro a alguien
y te lo devuelve en edición fascicular.
El odio es una edición crítica de Góngora.
El odio son las campanas de la iglesia en mañanas de resaca.
El odio es la familia.
El odio es un cajero que se niega a darte más billetes
por imposibilidad transitoria
de comunicación con la central.
El odio es una abogada de oficio aliándose con el representante
de la ley
a las ocho de la mañana
en una comisaría
mientras sufres un ataque
de hipotermia.
El odio es una úlcera en un atasco.
El odio son las palomitas en el cine.
El odio es un cenicero atestado de cáscaras de pipa.
El odio es un teléfono.
El odio es preguntar por un teléfono y que te digan que no hay.
El odio es una visita no solicitada.
El odio es un flautista aficionado.
El odio en estado puro es retroactivo
personal
e intransferible.
El odio es que un estúpido no entienda tu incomprensión,
tu estupidez.
El odio son las cosas que te gustaría hacer con este poema
si tu pluma
valiera
su pistola.
...
Roger Wolfe
...
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