"Diario de trabajo"
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Bruto
Madrid
2003
SSueño que he muerto pero que no he muerto. Me explico. Se ha dado la alarma de mi muerte pero aquello es falso. Estoy vivo. Gente que está a mi alrededor me dice que debería morirme en serio. Que mucha gente está llegando a mi velatorio. Que por favor no los defraude. Yo no puedo hacer nada les digo. ¡Estoy vivo! Me dicen que ha venido gente de muy lejos. Me tienen secuestrado en una habitación. Me dicen que debo morirme. Que por favor me muera. Que ha llamado María de Madrid y no dejaba de llorar. Que Pamela no lo podía creer, que ayer nomás había hablado conmigo. En verdad no había hablado con Pamela en cinco años. Escucho que entra la señora Bernardita y dice que ayer había hablado conmigo y que estaba bien, que me había invitado a su casa a tomar el té. Lo escucho. Pienso: puta la vieja mentirosa. ¡Hemos comprado un lindo ataúd! No nos puedes hacer esto. Debes morirte. Escucho al poeta que dice: hace tres días estuve con él y me dijo que pronto iríamos a pescar en lancha. Pienso: que te mueras hijo de puta que no te veo en mil años. Entre las que lloran está Mercedes, la puta Mercedes que me engañó con mi mejor amigo. “Es que no lo puedo creer” dice ella. Fue el gran amor de mi vida dice la muy puta. Hay un gran revuelo. Escucho todo. Sigue entrando gente. Todos me han visto el día anterior. Todos me quieren. Escucho llorar a mi familia. Todos me quieren. Me han convencido. Debo morir. Pero no ahora. Saco del armario mi AK-47 y comienzo a disparar.
...
Hugo Vera Miranda
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