miércoles, 29 de septiembre de 2010

PAUSAS Y MÉTODOS DE DESAPARICIÓN EN EL "ARREBATO" DE IVÁN ZULUETA (6)

CONSEJOS DE BORRADO
3.EL CINE COMO ALUCINE


Arrebato representa, tal y como señala uno de los personajes, “el cine como alucine”. La cámara cinematográfica no sólo atrapa la realidad cotidiana del protagonista, sino que literalmente atrapa hasta el alucine al protagonista. Cámara vampira que arrebata hasta el éxtasis siniestro al personaje. Los personajes hacen uso de la heroína y de la cocaína a lo largo de toda la cinta. Sustituyen la realidad externa por el polvo que les proporciona el desvanecimiento, el alucine. Pero como se menciona en la película “les hace crecer”, y hay “que tener cuidado”, esos polvos “te pueden hacer mayor”. Toda la narración de la película no es mas que un alucine provocado por las drogas a lo largo de una sola noche, desde que José llega a su casa después del trabajo hasta que se hace de día y abre las persianas del salón. En ese momento José abandona la casa, abandona a Ana, las drogas, su trabajo y toda su vida anterior para trasladarse al piso de Pedro a enfrentarse con la cámara de super 8, y finalmente desaparecer. En esta última parte de la película, observamos a lo largo de varios días el empeoramiento en el estado físico de José, detectando los sintomas de lo que podría ser un sindrome de abstinencia. Su estado de animo va empeorando hasta que decide ser ejecutado en un fusilamiento de fotogramas. Al igual que le sucede anteriormente a Pedro.

Por otro lado la secuencia en la que Eusebio Poncela se inyecta heroina es una narración totalmente alucinante. Una vez preparada la dosis e inyectada, vemos al personaje prácticamente flotar entrando en cuadro, parece suspendido en el aire mientras gira para caer sobre la cama, el siguiente plano es cenital y la escena recoge tanto a Ana como a José igualmente suspendidos en un chute que podría durar eternamente. La luz azulada de la habitación y la lentitud de los movimientos de José para quitarse la ropa da a toda la secuencia un aspecto de ensoñación e irrealidad.Tenemos otros ejemplos en el reflejo de Pedro sobre la pantalla del televisor o la aceleración de la realidad en la secuencia en la casa de la tía de Pedro. El cine de Zulueta ha sido calificado en ocasiones como "surrealista", lo cual nos llevaría a Buñuel. Con una diferencia crucial entre ambos autores: Mientras el aragonés devenía destructivo respecto al mundo exterior, Zulueta practicará una suerte de introspección autodestructiva.



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