Queridas amigas, el viernes fuí a comprarme un sostén, probando con distintos colores y diseños, y experimentando con las últimas patentes de relleno de copa. Ya os podeis imaginar la emoción y fascinación que sentia cada vez que entraba en el probador con un puñado de sujetadores. Después de la operación de pechos del mes pasado, todo esto era una experiencia. Yo, ya no era la misma. La voz suave que siempre he tenido, ahora procedía de una chica también de veinte años, con mi mismo nombre y morena como antes, pero que ha aumentado el busto convirtiendose en toda una mujer voluptuosa y sexual. De repente, mi selección de sujetadores ha disminuido y los ancianos son cada vez más felices de verme.
Un beso.
Mila
No hay comentarios:
Publicar un comentario