sobre la pintura 11ª parte

¿Cree usted que los artistas son unos vagos que no quieren hacer un trabajo de verdad?

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MIS CONSEJOS A UN ESTUDIANTE DE BELLAS ARTES

Lo que no he entendido nunca en las escuelas de arte, es porque hacen de menos a sus alumnos, ya se ocuparán ellos mismos en fracasar. Todos lo hacen. El fracaso es lo que tiene de sincero el trabajo de cualquier artista.

Yo, siempre he desconfiado mucho de los pintores de éxito. Porque me pregunto: ¿ Como hacen ellos para convencer a los que abren las puertas del mercado ?¿ Que tiene de bueno estar en la "historia", en la línea argumental que toca ?

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Mi consejo numero 1 al estudiante de Bellas Artes es:

Fracasa y no cojas la pasta.

Mi consejo numero 2 al estudiante de Bellas Artes es:

Coje la pasta y fracasa.

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Lo hagas de una manera u otra, al final no creo que haya artistas verdaderamente satisfechos. Es la insatisfacción la que anima a seguir. Muchos artistas optan por eludir los propios temas, por seguir con el discurso ajeno, el de la "historia", el que toca. Lo considero un error, que yo también practico demasiadas veces. Por lo general, si el artista desea hablar de su propia lucha, la disfraza como si fuera la de un escritor, un pintor, un músico o lo que sea, como si se avergonzara de su profesión. Es una lástima. Pues aprender algo sobre el mecanismo de la creación propia, ¿ no es acaso aprender algo sobre el mecanismo del propio destino?
El público no quiere ni oír hablar de una obra rechazada. Eso es cierto: Ahora bien, ¿Por qué no? Medio mundo es como un escritor al que le han rechazado su obra teatral. De hecho, el mundo a veces se parece mucho a una obra de teatro rechazada.

Tienes que esforzarte en tener una disciplina, un "método de dibujo", y enseñar siempre que puedas lo que haces, de la manera que sea, como prueba de que no eres un vago - que si lo eres - y de que eres un trabajador como cualquier otro - que no lo eres -. Eso ya lo sabes, pero hay que esperar a que las galerías, los críticos, el mercado te desaprovechen, con la indecente esperanza de que, lejos de reavivar el interés por tu pintura, convenzas a todo el mundo de ser, al igual que tu, insignificante.

Que vives en un mundo en suspenso, un mundo delirante, un mundo ebrio y aterrado. Pero el miedo, ya es otra cosa.

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Inspirado en la lectura de varios textos de Malcolm Lowry