domingo, 13 de julio de 2025

Dios en motocicleta


Me adelantó en una curva muy cerrada de una esquina de Malasaña, en Madrid, un domingo a las 3 de la tarde en el mes de julio de 2025.
Era verano y hacía mucho calor, demasiado calor. 
El alma sudada y un calor del infierno.
Casi me empotro contra un bolardo de esos que hay por todas partes y que son difíciles de evitar,  intentando esquivar su adelantamiento.
Frené en seco y luego ella también paró unos metros mas adelante.
Después de ver que no me había empotrado y que estaba bien, se subió el vestido para mostrarme que con ese calor era mejor no llevar bragas. 
Pensé que era Dios en motocicleta y levanté la mano para saludar.
Luego cada uno siguió su camino sin más.

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