El 25 de Enero de 2012 escribí esto:
"Todos eran mis amigos y todos murieron.
Ahora es demasiado tarde.
Es demasiado tarde para enamorarse de Sharon Tate, y demasiado tarde para intentar jugar bien al fútbol. Ya no tengo tiempo para volver atrás y hacer las cosas de alguna otra manera.
Pero es demasiado pronto para escribir las palabras que grabarán en mi tumba. Y también es muy pronto para decir que es lo que pasó, para contar como sucedió. Siempre habrá un nuevo poema, siempre habrá una nueva canción. Encenderé un último cigarrillo y ladeando la cabeza haré una nube de humo sobre la última cosa en la que estabas pensando. Así es como entro y salgo de tu historia. Siempre. Repitiendo el estribillo."
Le puse un dibujo acompañando el texto, como hago siempre en:
Y luego, diez años después, me lo encuentro hecho canción en manos de Sophia-C.
No es la primera vez que mis textos terminan siendo canciones. Pero nadie lo hace mejor que ellos.
Sophia-C es un gran grupo y tienen una sensibilidad que supera los límites.
Escucho la canción y no han cambiado una coma. Eso no es fácil. Yo no escribo pensando en el ritmo ni en la cadencia ni pensando, en realidad, en nada. Solo escribo.
Tengo mucha suerte de conocer a gente con tanto talento.
Cuando salgo con ellos a tocar en directo somos Sophia-D + Bruto y es un momento precioso porque soy el que grita, lo que soy capaz de gritar, nunca cantar, mientras ellos hacen arte de la improvisación.
Al frente está Emilio Montanet, y te digo una cosa, le conozco hace demasiado tiempo, pero sigue siendo la persona con más talento que he conocido nunca, en lo que se proponga.
Siempre lo he pensado: Escultor, pintor, dibujante, realizador, músico, profesor. Da igual, siempre lo ha hecho mejor que cualquiera. Un talento puro.
Una suerte la mía.
Siempre lo he pensado.
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