Eran muchos los que decían que las cosas no iban bien y se drogaban mientras el mundo parecía desaparecer. Yo también me drogaba, con la música siempre atronando en medio de todo ese vacío, todo el tiempo, intentando ocupar cada segundo de esa caída infinita. En todas partes la misma música, salvándonos y destruyéndonos. Música todo el tiempo, haciéndonos bailar de forma compulsiva, caminar como zombis de madrugada, hundirnos en el colchón en lo más profundo de nuestra tristeza y ocupar nuestra cabeza mientras aceptábamos trabajos de mierda. Mi amigo decía: "La música no te va a salvar y nada te va a salvar". Todo el tiempo era igual de inútil, éramos jóvenes y estábamos vacíos.
Ahora mi amigo está muerto y yo sigo sintiendo todo ese vacío lleno de ruido.
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