jueves, 1 de julio de 2021

VACUNA


Vuelvo a Madrid y me vacuno. En el Hospital 12 de Octubre la fila es kilométrica y hace calor, pero la sensación es de progreso y todo avanza de forma rápida y eficiente. Parece tan raro estar aquí en fila esperando que te pinchen, como igual de raro fue estar metido en casa tres meses porque fuera de casa moría gente. 
Tuve la enfermedad y fui asintomático. Tuve esa suerte, así que ahora solo me pinchan esta vez y se supone que ya está. Me pinchan con Pfizer y me dan un papel que dice que tengo la pauta completa. Ahora la franquicia está dentro de mí. En el futuro seré de Pfizer con una dosis y ya me dirán. Las noticias de los próximos años silenciarán los problemas de esta u otra vacuna. Vacunarse se convierte en una especie de apuesta, donde por ahora te sientes aliviado de no estar pinchado por AstraZeneca.

Pasan las horas y no tengo ningún tipo de efecto secundario. Todo parece inocuo. Un poco de dolor en el lugar del pinchazo, pero nada más.
Luego voy corriendo a recoger el coche del taller y salgo a ver a un cliente para cerrar un presupuesto, porque mañana me vuelvo a marchar. Vengo de Galicia y me voy a Almería. Un mes. En Madrid solo estoy hoy y me voy mañana si me dejan el coche arreglado. Eso es lo que pretendo: Estar en Madrid el menor tiempo posible.
Todo bien hasta que el coche se queda parado en el semáforo de la Palma con San Bernardo. Bloqueado. No quiere arrancar y no hay explicación. Nadie sabe porqué, ni el de la primera asistencia, ni el de la grúa ni el mecánico. No arranca pero no hay nada roto pero no arranca pero no se sabe porqué. 
Grúa y vuelvo en cercanías a casa.
El coche se va al taller y no arranca, no se sabe que pasa y yo sigo en Madrid. Pasa el día y no hay respuesta. Lo mismo que ayer, el coche está bien pero no arranca. Está bloqueado, en modo defensa, en hibernación, se protege. Un montón de cosas así que me recuerdan a Bartlebly el escribiente: El coche se para en un semáforo y ya no quiere caminar más.
Este coche se ha ido a la mierda, es lo que pienso. Lo dejo en el taller sin solución y creo que se acabó. Todo está bien pero no se mueve. Nadie lo entiende.

Consigo un coche barato para salir de aquí y salir hacia Almería mañana a primera hora. Voy a llenar el coche de maletas, palas de pádel, lienzos y pinturas para poder seguir haciendo en Almería lo que hago en todas partes: Pintar y vivir. Un mes en Almería, luego vuelvo a Madrid.





 

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