Una acera es provincia de Tarragona y la otra es provincia de Barcelona. Esta es la realidad de la calle de les Dues Províncies, en Bellvei (Baix Penedès), pero también en Castellet i la Gornal (Alt Penedès).
En lo que se ha llamado fase cero de la "Desescalada" del confinamiento de la población española, desde el Domingo, si cruzas la acera, en este pueblo, estarás saltándote un decreto ley. Puedes hacer deporte, pasear y sacar a tus padres a la calle o a tus hijos, pero sin cruzar la acera, porque estarías en otra provincia. Y las provincias ahora se comparan en términos de muertos y no se puede estar en una provincia con menos muertos porque en la tuya hay más. En este caso está claro que no hay los mismos muertos en Barcelona que en Tarragona, aunque en este caso sea casi un mismo pueblo. Bueno, sin el casi.
Es evidente que no va a pasar nada si el Domingo uno u otro cruza la acera. Nadie va a vigilar esta anomalía geográfica. Es una situación única en la geografía española. Pero es un caso más donde la geografía desafía las fronteras. Eso de poner líneas sobre el mapa para decir si este territorio o este otro define a la persona y convierte en agresor cualquiera que se salte una línea que no existe más que en una imagen abstracta de la realidad. A esa imagen abstracta de la realidad la llamamos "Mapa Político", y sobre esas líneas imaginarias que lo definen se construyen los países y los sistemas de gobierno y la realidad puede ser mejor o peor en función del lado de la línea en la que nazcas.
El virus pone en evidencia un montón de cosas que teníamos asumidas, aprendidas y difícilmente cuestionables.
El virus cuestiona las fronteras.
La razón está en que en el momento que se plantea esta emergencia en términos bélicos: "Vamos a vencer al virus" "Todos juntos acabaremos con el Virus""Estamos combatiendo contra el Virus""esto es una guerra que vamos a ganar", etc. Lo que en realidad estamos haciendo es que un microorganismo se convierta en nuestro Igual, y ese Igual se convierte en un agente político, que atiende a fronteras y políticas de estado y estados de emergencia, y de alarma y demás planteamientos tan humanos como inciertos, pero que no tienen nada que ver con la realidad. Un virus no sabe de todo eso y no tiene que ver con todo eso, aunque nos hablen así
Miras las noticias y parece que según el país, el virus es un poco diferente. En Alemania es de esta manera, en Italia es de esta otra, aquí es así y en Estados Unidos está como loco. Pero es el mismo virus, somos nosotros los que lo hacemos diferente. La percepción de la realidad depende de la política y no de la necesidad de vivir.
De esta manera, los políticos consiguen fragmentar la realidad y a pesar de saber que el Virus no entiende de límites geográficos, se establecen franquicias de poder, donde el posible enfermo se convierte un activo político, incluso muerto.
Hoy es Jueves, 30 de abril de 2020, cuarentayochoavo día de aislamiento obligatorio en España.
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