Y si somos conocidos por algo, tal vez sea solo por la ruina de lo que hacemos y por sus secuelas. El mundo se para en seco ante un virus que quiere aniquilarnos, y todo el que puede se esconde. Los que no pueden esconderse morirán, aunque ni siquiera existan en las curvas de ninguna estadística europea. El planeta se encuentra confinado, y solo se escucha el silencio en un mundo que parece de luto y perdón.
Pero mientras los hombres lloran, la Tierra se siente aliviada. El planeta se recupera de la mayor plaga que ha tenido que sufrir: El ser humano.
Tal vez en la próxima vida podamos hacerlo bien. Empezar de nuevo. Hacerlo con cuidado, sin prisas. Limpiar el vaso antes de volver a beber. Convertir el gris en azul y salir al sol y sentir calor en el cuerpo. Una reconstrucción tranquila, donde, tal vez, tengamos un nombre diferente. Y si somos conocidos por algo, que sea por el amor al medio en el que existimos y donde podamos respirar. Entender el privilegio de poder hacerlo y sonreír.
Aquí debería terminar este texto.
Lo que sigue:
La vida en la tierra donde el depredador se ha convertido en depredador de sí mismo, podemos llamarlo Autofagia Capitalista, y que se encuentra de golpe en un callejón sin salida. El capitalismo se pregunta ¿que hacer? ¿Cómo seguir acumulando dinero? ¿Bienes? Incluso ¿vidas? cómo hacer para que no pare la máquina. El capitalismo exige de la dinámica y el movimiento y no se siente cómodo en la inactividad, como el coronavirus. Una cosa es como la otra. Somos lo que comemos. El virus circula de la misma manera que el capital, y la única manera de poder controlar la muerte a corto plazo es la misma que parar los mercados.
Pero ningún problema.
Porque el capitalismo lo que ha demostrado es que sobrevive a pesar de todo. Mientras la gente muere, el capitalismo se reinventa. A toda velocidad convierte el Daño en la Ocasión. Y lo peor de todo es que, desde hace un tiempo, el negocio está basado en el abuso del humano desfavorecido, que entre otras cosas, es lo que más abunda.
Lo que puede pasar es que a pesar de lo que está pasando, y a pesar que la gente empiece a entender lo que es vivir en el abuso del capitalismo y en el saqueo de lo publico y en lo que de verdad significa el cambio climático y la experiencia de sentir que el propio planeta donde vives te quiere expulsar. A pesar de todo, la gente solamente querrá volver a lo anterior. Y harán lo que sea por que les den una pequeña porción de felicidad simulada, mientras vuelven a las rutinas de aniquilación total del planeta, hasta justo unos minutos antes de dejar de existir.
Hoy es Domingo. 26 de abril de 2020, cuarentaycuatroavo día de aislamiento obligatorio en España.
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