Durante el estado de alarma, todo el mundo se confina en casa. Parece que el virus es mucho más rápido que cualquier otra cosa conocida. El virus se acelera y se multiplica y ataca desde los zapatos, desde las manos, desde las mangas de la chaqueta, desde la ropa, desde el pomo de la puerta y desde el carro de la compra, barandillas, patas del perro, buzones, dinero en metálico, fruta, bolsas de la compra. Es casi imposible no encontrar una situación de contagio.
Todo se puede impregnar del virus y todo puede ser causa de contagio. Aprendemos rápidamente a desinfectarnos y a desinfectar nuestro entorno. Aprendemos lo que significa el aceleramiento de la carga viral y a evitar la exposición. No es lo mismo un bicho, que mil bichos, que un millón de bichos. Si te pillan en medio de 10 millones o 20 millones o 100 millones de bichos estás muerto.
Primero te dicen que son los mayores. Como si el hecho de que se mueran los mayores sea un mal menor. Claro, los que lo dicen no son mayores. Solo un poco Hijosdeputa, pero no tan mayores. Luego te dicen que son los mayores que están en residencias. Y en ese momento, me siento aliviado de tener a mis padres en su casa, y no en una residencia. Si estuviesen en una residencia, ahora mismo estaría bien jodido. A día de hoy, todavía hay anuncios en televisión avisando que son los mayores los que mueren mas fácilmente. Como si eso fuera el descanso espiritual de occidente.
Pero en realidad las noticias son otras. Cada día que pasa va bajando el rango de edad. Sigo sin entender como se puede utilizar el hecho de que sean los mayores, los que mas mueren, como un eslogan para tranquilizar a las masas. Tal vez es el pensamiento capitalista que prescinde de la parte menos útil de la sociedad lo que libera la culpa y la responsabilidad ante una emergencia de este tipo.
Lo que mejor funciona, en medio de todo este asunto, es el miedo. Miedo a un contagio y miedo a acudir a un hospital y miedo a morir solo. Miedo a que tus seres amados mueran solos y se les entierren solos o que se les cremen solos. Miedo a dejar a tu familia en la puerta de un hospital y tener que irte. Miedo a la incomunicación que viene después y miedo a que lo único que escuchas es que no hay camas, ni batas, ni mascarillas, ni respiradores, ni nada que garantice que tu familiar infectado en un hospital tenga alguna posibilidad de salir de allí con vida. Todos los miedos que te obligan a quedarte en casa a pesar de todo.
Miedo a morir con picos de mas de 40 grados de fiebre y con los pulmones hinchados y sin poder respirar. Una muerte agónica, que los medios de comunicación nos están evitando, pero que imagino que está haciendo polvo las cabezas de todos los sanitarios que se están mirando frente a frente, cada día, con su propia posibilidad de muerte.
Hoy es Miércoles, onceavo día de aislamiento obligatorio en España.
Es cierto el miedo, y como sabes, éste es irracional. No obstante, como dices, estar expuesto a millones de virus es un riesgo real, y yo me pregunto, ante la evidencia de que la población mundial pueda morir por un virus, por qué evitamos la investigación, por qué preferimos pagar defensa armamentística? Y por qué a l@s español@s nos gusta más pagar por ver un partido de fútbol que un documental científico? El valor humano, tan bruto como necesario pulir. Demasiada inmadurez y exceso de testosterona, una pena que nos vayamos al carajo por pensar con el pito, saludos
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