sábado, 21 de marzo de 2020

Descongelar


Una persona congelada no se debe
            descongelar demasiado a prisa
Las células se desbordan, las paredes se rompen,
            el corazón se para.
No pongas nunca a una persona congelada
en el microondas.
Ponla en una cama dura en una habitación
            que dé al norte, abre todas las ventanas.
No le des mantas ni almohadones,
            lo que necesita es dureza.
Cuando empiece a pedir agua a gritos, échale
            unos trozos de hielo.
Cuando tenga hambre, unas cortezas de pan.
No estés demasiado tiempo en la habitación
            para que no te coja afecto.
Necesita soledad, aislamiento.
Dale para abrigarse un trozo de tela basta.
Cuando por fin haya recobrado algo de su calor
            te hablará de paisajes de una
                        particular belleza y esterilidad.
Esto lo saben todos los exploradores polares, los alpinistas
   los sin techo y los médicos de cuidados intensivos.

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