domingo, 14 de julio de 2019

Sobre la H.I.S.T.O.R.I.A.



Me doy cuenta que me importa poco o nada todo lo que conozco y que lo que realmente me interesa es todo lo que no es todavía historia.

La historia es el relato del pasado. Y pienso que casi todo lo que importa es presente. Y que el resto será como mucho futuro, pero nunca pasado.

Aún así, conozco momentos con relato propio.

Me interrogo y entiendo que si empiezo por mí mismo, debería empezar a hablar de la historia de mis manos y mi oficio manual. Siempre de pié, siempre trabajando.
Pienso en mi vida de pié y mi vida tumbado. 
Pienso en mi otra vida, la que paso tumbado y donde me dejo llevar por el sexo y por los sueños, normalmente también de sexo, pero no solamente.

Pienso en todas las historias: 
La historia de mis ojos y lo que he visto, y pensar en la imagen como el valor absoluto. 
La historia de mi oído y la música y las voces cercanas y mi parte emocional.
La historia de mi espalda. Castigada
La historia de mi hígado. También castigado.
La historia de mi polla. Imagino que castigada, no sé.
Soy todas las historias.
Soy la historia de mis hijos y de mis mujeres pasadas. Soy la historia de mi mujer desde el otro lado del océano y de mi apetito por ella. Soy la historia de cada uno de mis cortes de pelo. Soy la historia de mis amigos y...
Soy la historia de mis pies.
Siento cierto placer en caminar sin ningún objetivo.
Elogio el caminar.
Elogio Madrid.
Siento que no soy mas YO que cuando camino.
Siento que soy la historia de mis pies.

Sobre la Historia no tengo mucho que decir.

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