lunes, 25 de marzo de 2019

Stop Wars


Que paren la guerras y que los pueblos se hermanen. Que desaparezca la injusticia.
Que podamos vivir en este mundo sin sentir vergüenza u odio. 

A la espalda


A la espalda, donde no llegas con la vista, ni con las manos. Allí estoy.
A la espalda, donde solo escuchas, donde no giras a mirar. Allí estoy recordando tus miserias.
A la espalda, en la otra parte del mundo.
A la espalda, donde no quieres saber.
A la espalda, al otro lado.
A la espalda.

Una Autobiografía



"Solo quiero sexo sucio y dejar de pensar"

Escúchame


Escúchame, 
te lo ruego 
porque no tengo nada que decir 

Asco de vida





"Estoy cachonda pero me gusta la estabilidad emocional y el bienestar mental."

domingo, 24 de marzo de 2019

Anna Nicole Smith


Anna Nicole Smith fue una de las compañeras de juegos más famosas que posó para Playboy.Fue nombrada "Playmate of the Month" en mayo de 1992, aunque apareció en la portada a principios de ese año en marzo. Si bien Smith disfrutaría de una exitosa carrera como modelo y actuó un poco aquí y allá, fue su impactante matrimonio con el magnate petrolero de 89 años, Howard Marshall, lo que le ganó cierta notoriedad. Un año después de su matrimonio, Marshall murió, dejando tras de sí una propiedad alucinante de 1.600 millones de dólares, a la que Smith tenía la mitad de voluntad. Obviamente, esto no le sentó bien a la familia de Marshall, y hubo una larga batalla judicial que se prolongaría mucho después de la muerte de Smith en 2007, como resultado de una sobredosis accidental de drogas. Hubo informes de que Smith tuvo problemas con los medicamentos recetados e incluso tuvo un trastorno de personalidad leve, además de que ella tuvo grandes dificultades para enfrentar la muerte de su hijo el año anterior. Smith tenía 39 años cuando murió.

La Ira es una energía




No es la violencia. La violencia puede ser liberadora, puede salvarte la vida. La violencia es mas emocional. No es eso. La ira es una energía. Te hace libre. Te libera.

El verdadero problema. Donde reside el cáncer de la humanidad es en la necesidad de poder. El poder genera abuso. De ahí parten todos los males.

La cobardía humana que busca incesante alguien mas débil a quien someter, para eso inventamos las religiones, los partidos políticos, las ideologías y las clases sociales y otro montón de cosas. Para permitirnos ir a la caza de alguien más débil o con menos oportunidades a quien machacar.

Aquí reside el inicio de la pedofília, la banca, los mercados, el machismo, la xenofobia, la afiliación política, el nacionalismo, el sistema de clases, la economía.

El fascismo no es una opinión, es un crimen. Que no se te olvide mientras metes una papeleta, en una urna, en un colegio, dentro de un mes.

Alucino con esa gente que presume de sentirse realizado, en el 90 por ciento de los casos se trata de depredadores que han escalado a base de someter una y otra vez a todos y a todo. En eso consiste la auto-realización, la satisfacción profesional.

En el 90 por ciento de los casos se trata de hombres blancos que se relacionan con otros hombres blancos que abusan de sus mujeres, de las de otros, putean a sus hijos, disfrutan comparando su situación social, su heterosexualidad, sus convicciones políticas ligadas a una variante económica favorable. Sociópatas totalmente integrados a los que una mayoría de mediocres nos queremos parecer.

No me siento culpable cuando se desata mi ira, me siento liberado.

Tonya Crews




Nombrada Playmate del Mes en marzo de 1961, Tonya Crews, una estadounidense con herencia Choctaw, tenía 23 años cuando se presentó en la página central de la revista Playboy . No se sabe mucho sobre el estilo de vida de Crew después de su ascenso a la fama de modelo, pero fue tristemente asesinada en un accidente automovilístico en 1966, cinco años después de posar para Playboy. Es difícil decir qué significan estos accidentes automovilísticos para esta lista, si es que hay algo. Podemos jugar al detective y preguntarnos si las drogas o el alcohol tuvieron algo que ver con estos choques, pero no se ganaría nada con la pura conjetura. Por ahora, todo lo que podemos sacar de esto es que la seguridad del vehículo no era lo que es hoy, e incluso hoy en día las carreteras pueden ser un lugar peligroso.

A Bunny’s Tale




Gloria Steinem hizo un artículo de incógnito en los años 60, que se llamó “A Bunny’s Tale”. La activista feminista afirma que estas chicas no tenían educación, tenían horarios abusivos y pago ridículo. “Creo que Hugh Hefner quiere pasar a la historia como una persona llena de glamour y sofisticación. Pero yo jamás querría pasar a la historia siendo él”, decía Gloria, para terminar con una frase contundente: “Una mujer leyendo Playboy es lo mismo que un judío leyendo un manual nazi”.

No lo entiendo y no lo puedo explicar



"Si pudieras ser cualquiera, ¿elegirías ser tú mismo?"

Sue Williams


Sue Williams (13 de mayo de 1945 - 2 de septiembre de 1969)

lunes, 18 de marzo de 2019

Lo que importa


Muy pocas cosas importan y nada importa mucho.
Me importas Tú.
Y a veces solo me importas Tú.

Ni Madre


"Afortunadamente no he tenido hijos. Ahora que tengo casi cincuenta años, me parece una catástrofe la experiencia de ser padres. Odio la estructura familiar. Odio el sentimiento de pertenencia que tienen los padres hacia sus niños. Odio la transferencia de neurosis de padres a hijos. Odio la manera en la que tener hijos te obliga a trabajar el doble para conseguir el dinero y tener una vida de mierda para mantenerlos porque nadie te ayuda para nada cuando eres padre. Y más que todo, odiaría tener ahora un adolescente en mi casa y decirle: “Este es el mundo en el que vas a vivir”. Es un mundo feísimo, brutal, absurdo, grotesco, violento, asesino. Es urgente que las mujeres y los hombres dejen de dar a luz. Y paradójicamente, nunca la idea de “ser padres” –y más específicamente de “ser madre”– fue tan glorificada. ¡Más de 7 mil millones de putos humanos! ¡Peor que las cucarachas! Agresivos, destructores, crueles. ¡Más de 7 mil millones! Y seguimos con la propaganda idiota de “qué maravilla dar a luz”. Qué horror".

...

Virginie Despentes

jueves, 14 de marzo de 2019

Los días enfadados


Paso los días enfadados.
No duermo bien por las noches.
Aprovecho el mediodía y duermo profundo al menos media hora.
Mucho tiempo sonámbulo.
Mucho tiempo autómata.
Caminando.
Como un Zombie.
Mucho tiempo sin saber muy bien que está pasando. Embotado. Espeso. Desencantado. Triste.
Defraudado.
Solo quiero escapar.
Escapar de mi mismo.
Me imagino en otro cuerpo, en otro lugar, en otra época.
Intentando vivir de nuevo una segunda vida.
Donde todo fuese mejor.
Donde todo fuese de otra manera.

Niño Futuro



Tú, niño futuro, 
hombre o mujer, 
sin par, singular, 
único, libérrimo. 
Tú, Robinsón, 
que pides a gritos 
que suelten amarras 
en tanto que vienes 
al surco, al arroyo, 
en alas del canto. 
Arcángel, delfín, 
si bien estás verde 
aún y lo ignoras, 
más pronto que tarde 
-Minerva lo quiera- 
el mundo a tus ojos 
dará a conocer 
naipes arriba 
su juego capcioso. 
Esto es, de otro modo, 
el revés del tapiz. 
La hilaza en la cual 
hombres y dioses 
malviven revueltos. 
Unos felices 
y otros no tanto. 
Ardua es la lista. 
A saber : 
Naúfragos 
vagabundos 
misantrópicos 
filantrópicos 
sanguíneos 
biliosos 
tartufos 
trileros 
ítem más 
anacreónticos 
falsarios 
cargantes 
puteros 
gente 
del bronce 
hijos de tal 
ninfas 
hetairas 
balas 
perdidas 
crápulas 
mesalinas 
monstruos 
disformes 
de horca 
y cuchillo 
nobles 
altruistas 
de uvas 
a peras 
morralla 
los más 
bellas 
vestales 
vénuses 
amazonas 
doñas 
y lobas 
furris 
villanos 
autómatas 
escorpiones 
seráficos 
varones 
escolopendras 
degeneradas 
nocherniegos 
de corazón 
chulos de puta 
perversos 
asnos 
gurús 
espantapájaros 
cínicos 
platónicos 
hadas 
madrinas 
remiendavirgos 
malmaridadas 
endemoniados 
endemoniadas 
adonis 
polifemos 
cobistas 
palaciegos 
fans 
estiralevitas 
mariólatras 
decimonónicos 
echacuervos 
abastardados 
magistrados 
policías 
descuideros 
lengüilargos 
maldicientes 
sodomíticos 
idólatras 
sádicos 
polígamos 
ingénuas 
fatídicas 
sátiros 
faunos 
erectos 
lunáticas 
saturninas 
venusianas 
domingueros 
coimas 
concubinas 
chaperos 
dipsómanos 
trágicas 
damiselas 
tambaleantes 
insomnes 
morfinómanas 
narcoadictas 
suicidas 
in extremis 
estafermos 
raras avis 
arlequines 
colombinas 
polichinelas 
pantaleones 
fúnebres 
payasos 
aves 
del paraíso 
fantoches 
narcisos 
vendehúmos 
bravucones 
rompesquinas 
cuadrúpedos 
necrófagos 
súcubos 
mefistofélicos 
munícipes 
yernos 
nueras 
nigromantes 
pitonisas 
mistagogos 
pisaverdes 
barbilindos 
dandis 
a la funerala 
boquirubios 
vinolentos 
sietemesinos 
locos de amor 
cenicientas 
marchitas 
príncipes 
de la sangre 
quijotes 
donjuanes 
dulcineas 
concupiscentes 
sadomasoquistas 
anfetamínicas 
maniaco-compulsivas 
asaltadespensas 
rijosos 
heliogábalos 
gargantúas 
sacamantecas 
caníbales 
exquisitos 
cornúpetos 
pelafustanes 
ablandahigos 
mamíferos 
de lengua 
de sierpe 
caimanes 
sablistas 
pordioseros 
andróginos 
carininfos 
mariolas 
mariconas 
divinas 
bolleras 
esfinges 
que velan 
cerdos 
taciturnos 
a más 
y mejor 
disciplinantes 
anacoretas 
y otros 
penitentes 
de la flor 
y nata 
impostores 
levantiscos 
trapisondistas 
robespieres 
incorruptibles 
tricotosas 
paterfamilias 
madamas 
dominatrices 
perfectos 
esclavos 
in love 
presto- 
eyaculadores 
damas 
de honor 
cleptómanas 
hooligans 
excursonistas 
acuariófilos 
arribistas 
bohemios 
famélicos 
horacianos 
diletantes 
psicóticos 
edipos 
electras 
catárticos 
quimeristas 
esquizos 
trincapiñones 
imbéciles 
advenedizos 
lelos 
a mansalva 
vírgenes 
mesías 
caudillos 
rectores 
sonámbulos 
ediles 
mamacallos 
archipámpanos 
egocéntricos 
ad náuseam 
pro domo sua 
lameplatos 
omnisapientes 
marisabidillos 
ultramontanos 
apostólicos 
subversivos 
descamisados 
medusas 
sirenas 
odaliscas 
tontos at nativitate 
eruditos a la violeta 
y en fin... 
alma de cántaro. 
Niño futuro. 
Niño en agraz, 
usted que lo vea.

...
Rafael Berrio

El obstinado empeño


Magnificente y luminoso es este empeño. 
Mil brazos tensos, innumerables fuerzas. 

Hilos que cruzan una calle y la juntan a otra. 
Miradas aferradas a un resquicio. 
Intensidad. 
Encuentros. 
Abandonos.

Y el ruido expande sobre la atmósfera su cuerpo. 
Es gris, es pardo.
Es denso para quien desee penetrarlo. 
Concentrado acumula los gritos y la voz siempre aplazada. 
Sobre las edificaciones y sobre los árboles,
más alto aun que la cumbre de una montaña, 
espeso y vibrante, el ruido...
toda nuestra tensión allí acumulada...
Los rezos, la piedad, la petición última todavía no hecha lenguaje.

Allí a convocatoria, y el recuerdo; 
los bordes de un rostro apenas dibujado
Y la conversión, y naturalmente, la duda, el equívoco
También lo ahora pétreo
todos los antiguos libros ahora deshojados
y del paso de otros hombres ni un encuentro ninguna memoria
apenas vestigios inconclusos,

El ruido: esa aspiración a sobrevivir
Y la página todavía prearia, la llena de aberturas, la incendiada
en la vejez

Colmada, llena, sólida está la atmósfera
a través de las ventanas corren y se devuelven en magnífico intercambio
las señales de los vivos y de sus fuerzas; y allí también algo de
aquellos sustraídos al espectáculo

Escucha la antigua voz, ella viene ahora a asegurar el caer:
esa extraña desvetaja, irracional incomprensible hoy, que signa el
estar aquí. La voz, aquella aminorada en el ritmo, escasamente audible
y sin embargo viene, cuida y protege el doloroso descenso...

Y allí donde ella sume en hondura las cosas las deshabita,
en ausencia, vacía y desaloha lo amable.

Pero si en redención no hay dioses, hay un resquicio, un pedazo de
barro adherido a cualquier espacio para llevarnos atrás y adentro,
para decir: He allado lo más propio de mi geografía, se diluye, sí,
se ensombrece cada vez más pero mi brazo se tensa para recuperar el
dibujo de una forma
Y surgen entonces los perfiles de un techo desmembrado y la silueta
de otro erigido, y luego su caída, y luego el erigir... No importa ya
el techo.

Los rostros se suceden, las casas se suceden... Mudanza

Y los hombres reciben viga sobre viga
y adentro, en el fondo de la teierra, se excavan aberturas para sostener
lo habitable, para permitir el cuadro en la pared, el olor, un pedazo
de tela sobre una mesa.

Entre el espesor de las cosas, sobre la solidez de los cuerpos, viajan
los otros: objetos olvidados, gestos, un mirar incompleto que en desvío
señaló una reja. También allí, en desesperada conservación del recuerdo
se asienta una forma de asumir un traje a cuya adecuación exigimos la
presencia de los otros.

La unidad de los olores y la desarmonía... todo
        allí preparado para la futura acción
        Y esto hace compacta la tierra
        Peso que activa nuestra decisión. Gravitar.
        Empeño en el proseguir
Y el nudo, esa piedra dura e inevitable que concentra los matices.
Memoria para la esperanza, como si siempre tuviésemos que regresar allí:
centro extraño, inabordable enteramente, propio para todos los regresos,
nudo que ata a lo pripio. Isla. Extraña suerte de atadura que obliga a
volver, como si allí aguardara un origen, inicio de una historia escasamente
conocida. Como si hubiese un principio, una letra inicial que incida sobre
los futuros caminos.

Es ese empezar desde ahí quien permite la elección de una instancia
Es el comienzo que da acceso entre la innumerable condensación de formas,
a un rostro, a un estar...
    Tener un rostro:
    arquitectura de la obstinación y de la desgarradura
    dibujo para un instante
    Tener a la mano la piedra dura, el centro,
    rescindirla o no
    pero tenerla
    contra lo fragmentario.

Cielo, tu arco grande




Quise mi casa
    aun en medio de la disolución y de la quiebra.
Sus ritmos se acrecientan en mí
    cada cosa allí es sagrada
        para mi única memoria.

Soy la casa
sus sombras
sus dolores.

Entera mi persona se ha hecho de ella.

Poseo una identidad
 un límite
un cuerpo
una estructura en temblor.
*




Ahora que esa casa vuelve a mí
entera
por lo que ahora pierdo
por lo que gano en la reconstrucción
veo mi infancia
 y la aojo
en el cántaro de mi alma
para ser lo mismo y otra.

Ella está aquí, nutriendo
regando
cada cosa que sé.

Realmente allí
 casi no hubo orfandad
sino riqueza.

...
Hanni Ossott