Lichtenberg dice: “Los hombres más sanos, más hermosos y mejor proporcionados son quienes están de acuerdo con todo. En cuanto se padece un defecto se tiene una opinión propia”.
Feo, barrigón, viejo y arrugado, con serios problemas de hígado y con la cabeza embotada por el colesterol, a medio camino entre el derrame cerebral y el cólico pancreático. Así es como se resiste la disidencia europea: Pagada de sí misma, fea e inútil, quejándose de lo que dicen los que visten bien, huelen bien y se conservan bien. Olvidando que no solo por ser feos se tienen ideales.
Además de ser feo hay que reventar a hostias las casas de los ricos, sus coches y sus bancos.
Ahora vas y votas en unas elecciones democráticas. Imbécil de izquierdas.
Ahora somos la puta escoria de izquierdas que se compra un chalet y que habla de democracia, y de justicia social y de derechos y de complots fascistas y de basura en la puerta de tu casa.
De repente los veo a todos mas guapos, mas elegantes. Esta izquierda cada vez mas atractiva. No sé, tienen una especie de frescor de primavera.
Las guerras comienzan a medianoche y son los hombres más sanos, más hermosos y mejor proporcionados los que están de acuerdo con todo.
E.S.P.A.Ñ.A. sale al balcón.
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