Máxim Huerta no piensa dimitir, luego dimite y se marcha con un sueldo de 1000-Eurista por 7 días de ministro en la marca E.S.P.A.Ñ.A. En 7 días le da tiempo a despreciar el deporte, la gente que ha nacido en este país, la capacidad de leer sus propios textos, recurrir a tópicos como que te guste el fútbol te compare con las bestias, y decir "y punto" en varias ocasiones. Habla de cultura como quien habla de una combinación de color en un estilismo primaveral. Pasa de ser antitaurino a decir: "No soy aficionado a los toros, pero soy ministro de todas las culturas" y ya está. A tomar por culo el PACMA en favor de un ministerio. Luego se le olvida comunicar al presidente que defrauda a hacienda porque eso son asuntos privados.
En 7 días poco más ha pasado. El resto del tiempo se habla del sombrero que se pone para ver la final del Roland Garros, cosa que se intenta promocionar como imagen de la modernidad que se avecina en estas tierras.
Hoy se le cae a Máxim la pandereta. Tan española y tan posturera la pandereta. Por la mañana el ministro se siente indignado y no dimite y por la tarde el ministro se sigue sintiendo indignado pero dimite. Adiós señor ministro. Encantado de que se marche. Me sentía muy desilusionado con lo que en este País se entendía que debía ser un Ministerio de Cultura. Hubo un momento en que pensé que era como si Federico Moccia fuese el ministro de cultura en Italia. De todas formas, hemos demostrado que los españoles somos vanguardistas y antes de que estas cosas pasen en otros países, ya nos adelantamos nosotros.
Un asunto privado: Máxim vino hace un año a verme a mi taller con su amigo JuanLuis y un séquito de 5 acompañantes. Máxim necesitaba una estantería para sus libros. Todo perfecto, Yo hago estanterías y tu quieres una estantería. Hasta que me dicen que al ser para Máxim debería hacerla gratis. Que me convendría regalársela. Por lo del postureo. Amablemente le dije que no trabajo gratis ni para Máxim ni para nadie. No hubo acuerdo.
A día de hoy JuanLuis se fué sin pagarme 2500 euros de un trabajo que hice para unos amigos suyos que adaptan novelas de Moccia al cine español, Máxim acaba de dimitir, y yo sigo haciendo estanterías. En el fondo me siento reconfortado.
Ahora, de repente tenemos a José Guirao de Ministro de Cultura, porque el impresentable anterior ha dimitido. Me siento esperanzado.
Espero que por una vez no me defrauden.
José Guirao es Ministro de Cultura. Adios a la pandereta, que empiece el Rock'and'Roll!!!
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