viernes, 13 de abril de 2018

P.U.T.A.


 Sí, soy una puta porque tengo unas tetas grandes que sobresalen de casi todos los polos que uso.
Porque me gusta mostrarlas 
Porque solía cobrar $200 por la hora y a veces yo acababa, pero mis clientes no.
Porque disfruto follando.
Porque estuve en orgías, y porque me gustó.
Porque en primero de secundaria un chico me bajó el polo y el sostén frente a toda la clase y mi maestra y todos vieron mis pezones.
Porque él solo recibió una palmada en la muñeca, y el director dijo que era en parte mi culpa, por el polo que llevaba puesto.
Porque después de esto empecé a mostrarle mis tetas a los chicos porque me consideraba mercancía barata. 
Porque cuando tenía 19 fui atacada por un grupo de chicos por no tener las axilas afeitadas, y decidieron sacarme las tetas del polo. 
Porque cuando tenía 12 años mi abuelo me forzó a besarlo. 
 Sí, soy una puta 
Porque me gusta chupar pollas y recibir semen sobre la cara, las tetas y en mi boca. 
Porque solía emborracharme y follar con cualquier chico, cualquier día, incluso entre semana.
Porque soy bisexual y todos asumen que las bisexuales somos promiscuas incluso si estamos en relaciones monógamas. 
Porque soy queer y femenina y todos piensan que las queer femeninas lo hacen para llamar la atención y ser accesibles para los hombres.
Porque la primera vez que fui besada de una manera que me gustó nos dijeron a mi novia y a mí que éramos desagradables y que íbamos a arder en el infierno. 
 Sí, soy una puta 
porque penetré a mi novio con mi dildo 
porque trabajé en un sex-shop 
porque amo la noche 
porque uso minifaldas 
porque fumo marihuana 
porque coqueteo 
porque he ido a bares por mi cuenta 
porque oriné en callejones 
porque a veces me gusta el sexo 
porque a veces no me gusta el sexo 
porque fui violada 
porque soy feminista 
porque soy una sobreviviente 
porque soy una ninfómana bebedora de semen 
porque tengo juguetes sexuales, muchos 
porque la única persona que me hace llegar al orgasmo soy yo misma
y así está bien para mí 
porque froto mi clítoris cuando me follan
porque me mostré por webcam 
porque posé desnuda para fotos 
porque me gusta masturbarme 
porque siempre amé masturbarme 
porque solía masturbarme mirando fotos de mujeres desnudas cuando tenía 10 años 
y pensaba que había algo malo dentro de mí
porque no hay nada malo dentro de mí
 Sí, soy una puta 
porque mi novio me dijo que lo soy 
porque se puso encima mío y me lo gritó en la cara 
porque lo dijo en mi cumpleaños 
porque hombres de todo tipo me han gritado PUTA más veces de las que puedo contar si me sentase a hacer una lista 
porque también me dijeron gorda puta, corazón, cariño y otros nombres degradantes más veces de las que puedo contar 
porque me han llamado machona, que me afeite las axilas y el coño, que baje de peso, que me calle y que diga que sí a mi pedófilo abuelo 
 porque estoy harta de que me lo digan, ahora te lo estoy diciendo yo: 
Sí, soy una puta 
porque mi vagina es hermosa e insaciable 
porque amo mi cuerpo 
porque aparentemente la ropa con la cual me siento cómoda me convierte en un blanco de violación 
porque cuando fui violada estaba en mi cama, en mi casa 
porque mi cuerpo me pertenece sin importar la cantidad de veces que fui violada 
y nada de eso fue mi culpa, nunca. 
Sí, soy una puta 
porque sí, sé qué mierda significa la palabra 
y sí, soy una feminista 
y sí, soy inteligente 
y sí, decido decir: Sí, soy una puta 
porque el oficial de policía que dijo que las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar ser violadas estaba hablando de mí, estaba hablando de ti y estaba hablando de todas nosotras 
porque si decimos que está bien violar a algunas, entonces está bien violar a todas 
porque la carta de puta la pueden usar en cualquier momento y nunca vas a saber cuándo la van a usar en tu contra 
porque siempre se puede usar en tu contra, a pesar de lo mucho que intentes hacer las “elecciones correctas” 
porque todas nosotras somos putas 
porque en la cultura de la violación las mujeres somos consideradas inherentemente violables 
porque ninguna de nosotras puede estar libre de esta palabra hasta que decidamos ser libres de adoptar esta palabra 
porque la palabra nunca va a perder su poder de lastimar mientras que les permitamos controlarla 
porque respeto el derecho de la mujer de identificarse a sí misma y espero ese mismo respeto a cambio 
porque estoy siguiendo el ejemplo de mis hermanas queer que me ayudaron a reclamar palabras como marica y machona, palabras que significaron tanto en nuestra historia de lucha y resistencia. 
Sí, soy una puta 
sí, es una identidad complicada, llena de desempoderamiento, empoderamiento, lucha y resistencia 
y sí, fue forzada en mí y utilizada en mi contra 
y sí, muchas de nosotras fuimos capaces de encontrar diferentes, nuevas y empoderantes maneras de relacionarnos con las palabras. 
Sí, somos putas 
así que por favor escúchennos, oigan lo que tenemos para decir, paren de ser condescendientes y de decirnos si somos o no somos putas o si podemos o no podemos apoderarnos de esta palabra 
sí, podemos 
sí, lo hacemos 
sí, LO SOMOS. 

... 
Sí, soy una puta. Clementine Canibal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario