No es el principio y no es el final. Nadie piensa morir. Todo parece un poco raro, extraño y difícil, pero todo es real. Nada se escapa, o mejor: "Nada se me escapa", "Gano tiempo fijándome en los detalles de las cosas". La luz de Madrid en los primeros días de Noviembre es perfecta para fijarte en los pequeños detalles de todas las cosas.
Lo que me dijo ELLA:
Ella me dijo que nuestra intimidad es su cosa favorita. La más extraña, la más improbable, la materia de sus primeros recuerdos. Su amor y su sexo. Sin embargo se encuentra de pie en algún rincón en Madrid, cerrando los puños y llorando. En la cama mirando un menú de comida a domicilio, tratando de decidir que pedir para la cena. Mirando la pantalla del teléfono y lloriqueando de nuevo. Llorando y pidiendo cosas para cenar.
Ella me dijo que estaba enamorada. Su amor no es explícitamente sexual, ni del todo romántico, pero es real. Aunque hay suspiros y hay jadeos. Es más como una profunda fascinación. Se siente llegando a un refugio cada vez que nos vemos.
Muchas veces me pregunto lo que otros piensan de nosotros cuando estamos juntos. Muchas veces ella llora y hace pucheros y yo miro el teléfono. Otras veces es ELLA la que mira el teléfono, mientras yo miro a todos lados. Otras veces miro mi teléfono y ELLA mira su teléfono. Otras veces soy yo quien la miro, mientras ella mira su teléfono, y pienso que está muy guapa con cuarenta años.
Los dos hemos tenido una tormenta de pasado, y hemos sufrido y hemos sido muchas veces malos y eso hace mas fácil ser buenos ahora.
Hace años recuerdo
lo que me dijo ELLA: Te gusta la noche y no dormir nunca en tu cama.
ELLA me sacó de las calles. Ahora vuelvo a casa cada tarde y duermo abrazado mientras mantengo una sonrisa no fingida.
No entiendo muy bien porqué no todo encaja del todo bien. Hay tormentas en el paraíso.
Ella me dijo que estaba enamorada. Su amor no es explícitamente sexual, ni del todo romántico, pero es real. Aunque hay suspiros y hay jadeos. Es más como una profunda fascinación. Se siente llegando a un refugio cada vez que nos vemos.
Muchas veces me pregunto lo que otros piensan de nosotros cuando estamos juntos. Muchas veces ella llora y hace pucheros y yo miro el teléfono. Otras veces es ELLA la que mira el teléfono, mientras yo miro a todos lados. Otras veces miro mi teléfono y ELLA mira su teléfono. Otras veces soy yo quien la miro, mientras ella mira su teléfono, y pienso que está muy guapa con cuarenta años.
Los dos hemos tenido una tormenta de pasado, y hemos sufrido y hemos sido muchas veces malos y eso hace mas fácil ser buenos ahora.
Hace años recuerdo
lo que me dijo ELLA: Te gusta la noche y no dormir nunca en tu cama.
ELLA me sacó de las calles. Ahora vuelvo a casa cada tarde y duermo abrazado mientras mantengo una sonrisa no fingida.
No entiendo muy bien porqué no todo encaja del todo bien. Hay tormentas en el paraíso.
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