No more Spoken Words
5. Lo que nos queda.
Cada vez que te miras en el espejo tienes el pelo mas blanco y quebradizo. Manchas en el hígado como chupetones y arrugas bajo los ojos que te hacen parecer cansado. Hoy eres esa copia, de la copia de la copia. La copia de ti mismo. La copia que intentabas imaginar hace 20 años, cuando te preguntabas: ¿ Qué quedará de mi dentro de diez o de veinte o dentro de treinta años?
No queda nada.
Ahora intentas imaginar como será lo que quede de ti antes de una autopsia. Intentas alejarte de la autopsia. Pero sabes que por mucho que te alejes, el final está allí, bajo una pantalla fluorescente donde examinar los restos de lo que quisiste ser y no fuiste.
Lo escribes porque es en lo que piensas. Piensas que esto se acaba y que puedes hacerlo mas rápido o intentar retrasarlo haciendo dietas, ejercicio y buscando nuevos hábitos saludables.
Y dejar de ser lo que has sido, para empezar a ser lo que te queda.
Lo que nos queda es el olvido. Nos convertimos en un mensaje de voz que queda abandonado en el pasado de una tarjeta SIM de un teléfono sin batería. Somos los amantes desaparecidos de una agenda perdida en una portabilidad entre compañías. Estamos esperando un autobús que parece que nunca llega, aunque la aplicación de la empresa municipal de transportes dice en pantalla que hace dos minutos ya debería haber llegado. Ahora soy esos dos minutos perdidos. Lo que me queda es el olvido. Estos dos minutos fuera del tiempo donde estas muerto, desaparecido, deprimido, olvidado. Es en este momento cuando sabes que es demasiado tarde, pero tus pies simplemente no saben como dejar de correr.
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