domingo, 30 de noviembre de 2014

EL ORO DEL PLANETA

No puede ser verdad.

Algo tiene que estar fallando.

No puede ser verdad

que todos los demás escritores

estén hablando en la radio

sonriendo ante las cámaras de televisión

ocupando las portadas

de las revistas de cotilleos del gremio

con declaraciones como «Reconozco que soy

un poco impertinente»

sentenciando en tertulias y cenáculos

sobre el cambio de sexo de los ángeles

las costumbres trashumantes en Mongolia

el anunciado fin del terrorismo o de la historia

el enigma extraterrestre de las pirámides

el papel de la mujer en la sociedad

las próximas elecciones presidenciales

los nacimientos

el integrismo islámico

las novedades literarias

gastronómicas

indumentarias

de este otoño-invierno

la pornografía

la pedofilia

la menopausia masculina

la violencia en los medios de locomoción

los negocios del fútbol

la libertad de prensa

el control de la natalidad

los medios de comunicación en el 2050

el código deontológico de los paparazzis

el alcoholismo juvenil

la legalización de la droga

el aborto

la sucesión del Papa

el mito de la cultura

las penúltimas masacres en Argelia

la cotización del dólar

o la caída del marxismo

y yo esté aquí

encerrado entre las cuatro paredes

de mi pánico

y mi locura

haciéndome pajas mentales

con Séneca o Buda o Krishnamurti

o Jesucristo o el mismísimo coñamen

de la ínclita bernarda

en busca

de algún maldito amago de respuesta

que aun en el caso de poder encontrar

no me creería

ni yo.

Algo tiene que estar fallando

porque sencillamente

no puede ser verdad.

Pero si después de todo

resulta que lo es,

me queda al menos

un consuelo:

no me cambiaría

por ellos

ni por todo

el oro

del planeta.

...

Roger Wolfe


(De Cinco años de cama, inédito)

No hay comentarios:

Publicar un comentario