lunes, 13 de enero de 2014

Canto nocturno


Durante mis semanas de convalecencia, miraba el televisor todo el tiempo. La noche ocupaba el día, y el día se confundía con el anterior. Todo era un poco mas lento: Pensaba lento, dormía lento, comía lento, hacía infinitos solitarios. En todo ese tiempo, no hablé con nadie, ni siquiera por teléfono. Una buena época. Todo se volvió vacío. Y algo muy raro, me pasé más de un año sin mirarme al espejo, de manera que llegué a olvidarme de mi propia cara.

Después de tres meses, sentí que mi cerebro estaba completamente embotado. Para despejarme fui al Bar de Paco a vaciar el estante del whisky. Tuve que dormir en el sofá con un pié destapado para concentrar en los dedos el malestar. borracho, me dormí mirando el televisor, en el noticiero el presidente sonreía a cámara mientras sostenía un niño en brazos... 

Soñé que el presidente lo abrazaba hasta triturarlo y después se lo comía...
Mucho peor:
Se lo comía sin hambre.


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