miércoles, 25 de enero de 2012

Todos eran mis amigos y todos murieron.



Todos eran mis amigos y todos murieron. 
Ahora es demasiado tarde. 

Es demasiado tarde para enamorarse de Sharon Tate, y demasiado tarde para intentar jugar bien al fútbol. Ya no tengo tiempo para volver atrás y hacer las cosas de alguna otra manera. 

Pero es demasiado pronto  para escribir las palabras que grabarán en mi tumba. Y también es muy pronto para decir que es lo que pasó, para contar como sucedió. Siempre habrá un nuevo poema, siempre habrá una  nueva canción.  Encenderé un último cigarrillo y ladeando la cabeza haré una nube de humo sobre la última cosa en la que estabas pensando. Así es como entro y salgo de tu historia. Siempre. Repitiendo el estribillo.

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