jueves, 28 de julio de 2011

¿Puede un computador escribir un poema de amor?



Yunques ahumados
Sus muslos se me escapaban como
Peces sorprendidos
La mitad llenos de alas.
Con la sombra levanta
La arquitectura del humo
Un pie de mármol afirma
Su casto fulgor enjuto
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"En el campo de la poesía, tarde o temprano, se irán incorporando cada vez más los mundos virtuales producidos por máquinas, sin que por eso desaparezca el indiscutible placer solitario de leer un libro. Aunque sigamos admirando a los maestros antiguos, llegará un momento en que la producción poética, ya sea humana o robótica, será tan abundante que el lector, el verdadero creador último, se olvidará de tantos autores, justamente mitificados por la historia de la literatura, para asumir que la poesía la hacemos entre todos y que, sí, que nos podremos emocionar con un poema de amor escrito por un ordenador."

Dionisio Cañas y Carlos González Tardón


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¿Sueñan las mujeres con vibradores eléctricos?


Hastío, tedio, cansancio, monotonía, pesadez, fatiga, fastidio, empalago, impaciencia, hojarasca, fárrago, trivialidad, lata, monserga, tabarra, rollo, gaita, murga, tostón,pesadez, cantilena, matraca, pejiguera, rutina, saturación, saciedad, enfado,malhumor, desgana, estragamiento, aversión, irritación, disgusto, molestia, indiferencia, desinterés, apatía, hartura, sopor, sosería, insustancialidad, engorro, desazón, suspiro, bostezo. 

Una soledad demasiado ruidosa


Hace treinta y cinco años que trabajo con papel viejo y ésta es mi love story. Hace treinta y cinco años que prenso libros y papel viejo, treinta y cinco años que me embadurno con letras, hasta el punto de parecer una enciclopedia, una más entre las muchas de las cuales, durante todo este tiempo, habré comprimido alrededor de treinta toneladas, soy una jarra llena de agua viva y agua muerta, basta que me incline un poco para que me rebosen los más bellos pensamientos, soy culto a pesar de mí mismo y ya no sé qué ideas son mías, surgidas propiamente de mí, y cuáles he adquirido leyendo, y es que durante estos treinta y cinco años me he amalgamado con el mundo que me rodea porque yo, cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos. Por regla general, prenso unas dos toneladas por mes, y para tener fuerzas para este bendito trabajo, durante treinta y cinco años he bebido tanta cerveza que con ella se podría llenar una piscina olímpica o una buena cantidad de viveros de carpas navideñas. De esta manera, a pesar de mí mismo, me he vuelto sabio y ahora me doy cuenta de que mi cerebro es un fajo de pensamientos prensados en la prensa mecánica, mi cabeza calva es la nuez de Cenicienta, y sé bien que los tiempos en los que el pensamiento estaba inscrito en la memoria humana tenían que ser mucho más hermosos; si en aquel tiempo alguien hubiese querido prensar libros, tendría que haber prensado cabezas humanas, pero tampoco eso habría servido para nada, porque los verdaderos pensamientos provienen del exterior, van junto al hombre como su fiambrera de fideos y por eso todos los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste incluso mientras lo devoran las llamas, y es que un verdadero libro siempre indica algún camino nuevo que conduce más allá de sí mismo.

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Una soledad demasiado ruidosa” (1977)

miércoles, 27 de julio de 2011

la autodestrucción es un negocio que siempre enriquece a otro


Amy Winehouse.
Tu y yo somos iguales. Si no nos fijamos en que tu eres mujer y yo hombre. Si no tenemos en cuenta nuestra diferencia de estatura y de color de piel. Que tu te maquillas y yo no. Que cantas contralto, que te peinas con moño y que te tatúas. A pesar de que eres una diva del soul, un personaje internacionalmente conocido y que tu vida y ahora tu muerte ha sido examinada desde millones de pantallas en todo el mundo a juicio y prejuicio de todos los demás. A pesar de que tengas un novio en la carcel y un funeral judio.  Premios Grammy, canción del año, grabación del año, mejor artista nuevo. Que en nada de tiempo te has vaciado en la garganta todas las botellas de alcohol que yo no podré juntar en tres vidas y que por tu sangre han corrido todas las drogas que no pasarán por la mía. A pesar  de todo esto y a pesar de que no nos parecemos en absolutamente nada. A pesar de... Tu y yo somos iguales, o no lo somos.
Amy Winehouse.
Tu y yo no nos parecemos en nada.
Pero podríamos habernos parecido.
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Amy Winehouse - Rehab

sábado, 16 de julio de 2011

Una canción de sábado por la tarde para mi chica


Antes de meterme en la ducha, ponerme guapo y salir de casa antes de que se haga de noche, un dibujo y una canción de Sábado por la tarde para mi chica. Que estamos en Julio y hace calor dentro, pero también hace calor fuera.
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God save the Queen in the 21st century



No te voy a llevar discos,
ya no voy a decirte que te quiero,
ya no voy a extrañarte,
ya no voy a tomarte de la mano en la calle,
ya no beberemos juntos más tarros de cerveza;
ya no quiero nada de eso,
ya no quiero mensajes,
ya no quiero los sábados por la tarde,
ya no quiero a mis gatos esperándote en casa,
ya no quiero mi auto sobre avenidas desconocidas,
ya no quiero scotch,
ya no quiero poemas,
ya no quiero aviones y aereopuertos;
ya no quiero que dejes a tu novio.

Tu no necesitas mis discos


no necesitas mis abrazos rotos,
no necesitas a un borracho de mierda,
no necesitas mis mensajes cursis,
no necesitas los sábados,
no necesitas a mis gatos enloquecidos,
no necesitas scotch en mis venas,
no necesitas mis poemas,
ni esperarme en un vueloo en aereopuertos de la soledad;
tu no necesitas a un beat,
ya tienes a un novio,
a uno "santo",
bien vestido,
con propiedad
y sin discursos baratos de poeta,
tu tienes a un hombre de verdad;
yo no soy uno de esos,
yo solo te quiero bajo mi piel,
te quiero cuídandome en cama de un hospital,
te quiero bajo las sabanas con mis tristessa,
te quiero, desnuda, dormitando;
te quiero a 200km por las calles,
te quiero en cada sorbo de una cerveza londinense,
te quiero,
al final,
en mi tumba,
en una fosa común,
en una banqueta,
en un auto hecho trizas;
yo,
te quiero tanto,
que te recordaré hasta mi último trago,
hasta cuando despeguey agradezca el adios,
te quiero tanto,
que por eso me voy,
soy una mierda...
y tu lo sabes.

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Prometo hacerte daño


Si vas a ignorarme, si crees en los milagros, si buscas sin los guantes, prometo hacerte... prometo hacerte daño. Si el sol no te calienta,si solo quieres crucificarte, si te ekivokas con las palabras, prometo hacerte... Daño. Si nunca me proteges, si no vas a adivinarme, si todo son más problemas, prometo hacerte... prometo hacerte daño. Si crees que me conoces, si nunca me has gritado, si sólo buscas divertirte, prometo hacerte daño. Si el amor no consigue lo que ha conseguido el miedo, no esperes que sonría, prometo hacerte daño. Si tienes tanta prisa, si escondes lo que hay dentro, si no has estado solo, prometo hacerte daño. Si nunca te cuidaron, si nunca me cuidaste, si miras de reojo, prometo hacerte... Daño. Si crees que eres muy guapa, si crees que yo estoy solo, si sólo crees en los botones, prometo hacerte... Prometo hacerte... DAÑO.
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Nudozurdo - "Prometo Hacerte Daño"

Ella es flexible


viernes, 15 de julio de 2011

Mi tremendo pene


Mi vida está hecha de una furibunda rutina matemática. Día a día. Drásticamente comienza a las 7 de la mañana. Es la hora en que mi minimalista reloj acusa una sirena suave e insoportable. Me levanto. A las 7 y 10 despierto a mi hijo. Tiene 9 años y sé que es un crimen que vaya a un colegio en donde constantemente debo hacer el trabajo de que desaprenda lo que ha aprendido. Tonterías.

Toma su desayuno a las 7 y 20. El transporte llega a las 7.30.. Lo despido, le doy un beso. Se va. Vuelvo a la cama y duermo hasta las 9 de la mañana. Y es la hora en que verdaderamente sueño. Podría escribir numerosas páginas con mis sueños. Soy, no lo niego; carne de psicólogo. ¿Quién no lo es? Los psicólogos, los sociólogos y la C.I,A. conocen más cosas de nosotros que nuestra madre.Y sueño… Pero nunca como el sueño que tuve este último viernes. Después que se fue mi hijo. Soñé que estaba en el baño de mi casa. Que de improviso de entre mis piernas comenzaba a crecer algo descomunal. Era mi pene. Crecía. largo y grueso. La verdad que el crecimiento era vertiginoso y no paraba. No paraba de crecer. Y se paraba. Y crecía. Mi pene-verga-polla-pico; crecía. Más y más. Más que la de Jhon Holmes. Más que el semental italiano Rocco Siffredi. Ya iba en medio metro y un poco más. Me angustiaba. En el sueño pensaba que jamás podría hacer el amor con mujer alguna sin producir evidente hilaridad. Mi angustia sobrepasaba todo límite. Debo despertarme pensé en el sueño. Y desperté. 

Desperté aliviado. Contento. Era solo un sueño. Nada más que un sueño. Feliz de tener el pene pequeño de siempre. 

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TORO


Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
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Miguel Hernández

La estética de lo feo


"Grandes conocedores del corazón humano han profundizado en los horrorosos abismos del mal y han descrito las espantosas figuras que les han venido al encuentro en esa su noche. Grandes poetas como Dante han hecho más nítidas esas figuras; pintores como Orcagna, Miguel Angel, Rubens, Cornelius las han puesto ante nuestros ojos en forma sensible y músicos como Spohr nos han hecho percibir los atroces sonidos de la perdición con los que el mal grita y aúlla el desgarramiento de su espíritu.
El infierno no es sólo ético y religioso, es también estético. Estamos inmersos en el mal y el pecado, pero también en lo feo. El terror de lo informe y de la deformidad, de la vulgaridad y de la atrocidad nos rodea en innumerables figuras desde sus pigmeos comienzos a la deformidad gigantesca con la que la maldad infernal ríe sardónicamente enseñándonos los dientes. Y es a ese infierno de lo bello al que queremos descender. Es imposible simultáneamente penetrar en el infierno del mal, en el infierno real, pues lo más feo de lo feo no es lo que nos repugna en la naturaleza: en pantanos, árboles mutilados, sapos y salamandras, en monstruos marinos de ojos saltones y voluminosos paquidermos, en ratas y simios; lo más feo de lo feo es el egoísmo, que manifiesta su locura en los gestos pérfidos y frívolos, en las cicatrices de la pasión, en la mirada torva del ojo, en el crimen.Este infierno lo conocemos ya bastante. Cada uno es partícipe de él en su propio suplicio. El sentimiento, el ojo y el oído se ven afectados por él de forma diversa. Frecuentemente aquel que tiene una constitución delicada aquel que tiene una formación refinada debe sufrir inmensamente por él pues la crudeza y la vulgaridad, lo informe y lo deforme espantan al sentido más noble adoptando miles de transformaciones larvales. Un hecho puede ser suficientemente conocido y sin embargo no haber sido reconocido en todo su significado, en toda su extensión.Este es el caso de lo feo. La teoría de las bellas artes, la norma del buen gusto, la ciencia de la estética ha sido elaborada ampliamente por los pueblos civilizados de Europa, pero la elaboración del concepto de lo feo a pesar de que en todo momento se trata sobre él, ha quedado comparativamente atrasada. Si se mira con claridad se verá que la cara oscura de la figura luminosa de lo bello se convierte en un momento de la ciencia estética, lo mismo que la enfermedad y el mal en la ética. No, y así se ha dicho, como si lo estético no fuera suficientemente conocido en sus manifestaciones particulares. ¿Cómo podría ser esto posible, si la naturaleza, la vida y el arte nos lo recuerdan en todo momento? Pero todavía no se ha intentado una exposición completa de sus conexiones y un explícito conocimiento de su organización.Sin duda alguna a la filosofía alemana le corresponde el honor de haber tenido el valor de haber reconocido lo feo como lo negativo de la idea estética, como un momento integrante de ella y también haber reconocido que de lo bello se pasa a lo cómico a través de lo feo. Y ya no se podrá renegar de ese descubrimiento por el que lo bello negativo ha obtenido su estatuto. Sin embargo el tratamiento del concepto de lo feo ha sido hasta ahora de una breve generalidad poco detallada o se ha limitado a una visión excesivamente espiritualista y unilateral. Estaba exclusivamente encaminado a la explicación de algunas figuras como Shakespeare y Goethe o Byron y Callot u Hoffmann.Una estética de lo feo puede que le suene a algunos como un hierro de madera, porque lo feo es lo contrario de lo bello. Mas lo feo es inseparable del concepto de lo bello, pues éste último lo contiene constantemente en el extravío en el que puede caer con frecuencia por un pequeño exceso o por un gran defecto. Junto a la descripción de las determinaciones positivas de lo bello, toda estética está obligada a tratar de alguna manera la negatividad de lo feo. Al menos se hace la advertencia de que si no se produce según las prescripciones indicadas lo bello se malogrará y en su lugar se generará lo feo. La estética de lo feo debe describir su origen sus posibilidades y modalidades y de esa manera hacerse útil para el artista. Para éste último, naturalmente, siempre será más formativo representar la belleza sin defectos que dedicar su fuerza a lo feo. Concebir una figura divina es infinitamente más elevado y placentero que dar forma a una grotesca imagen diabólica. Pero no siempre el artista puede evitar lo feo. Muchas veces lo necesita como lugar de paso en la manifestación de la idea y como recurso de lucimiento. Finalmente, el artista que produce lo cómico no puede dejar a un lado lo feo.Desde el punto de vista del arte sólo se puede tomar en consideración aquello que es fin libre para sí mismo y es fin teórico para los sentidos de la vista y del oído. Las otras artes consagradas al servicio de los sentidos prácticos del tacto, el gusto y el olfato están excluidas. El señor Rumohr en su Geist der Kochkunst, Anthus en sus interesantes Vorlesungen über die Esskunst y Vaerst en su aguda obra sobre la gastronomía, de permanente valor sobre todo desde el punto de vista etnográfico, han elevado de nivel a esta estética sibarítica. Leyendo estos trabajos se puede uno convencer de que las leyes generales válidas para lo bello y lo feo son las mismas que las de la estética de la buena mesa que para muchos es la más importante de todas. Nosotros no podemos profundizar en ella. Que una ciencia como la nuestra exija una total seriedad de entendimiento y al mismo tiempo no pueda ser tratada con extremado detalle, a menos que no se quiera asumir como norma la frágil elegancia de la estética de mesita de té para evitar con afectación lo cínico y lo abominable, es algo que se comprende por sí mismo pues en este caso no tiene lugar la cosa misma. La estética de lo feo obliga a trabajar con estos conceptos, cuya discusión y cuya sola mención puede ser considerado un atentado contra las buenas costumbres. El que toma en sus manos una patología y terapia de las enfermedades se ha de preparar para afrontar lo repugnante. Lo mismo ocurre aquí.No es difícil comprender que lo feo, en cuanto concepto relativo, sólo puede ser comprendido en relación a otro concepto. Este otro concepto es el de lo bello, pues lo feo es sólo en cuanto que lo bello, que constituye su positiva condición previa, también es. Si lo bello no fuera, lo feo no sería absolutamente nada, pues sólo existe en cuanto negación de aquél. Lo bello es la idea divina y originaria y lo feo, su negación, tiene en cuanto tal una entidad secundaria. Se produce a partir de lo bello. No como si lo bello, en cuanto bello, pudiera ser feo al mismo tiempo, sino en la medida en que las mismas determinaciones que constituyen la necesidad de lo bello se transforman en su contrario.Esta íntima conexión de lo bello con lo feo en cuanto su autodestrucción fundamenta la posibilidad de que lo feo se vuelva a superar a sí mismo. Que éste, en la medida en que existe como lo bello negativo, resuelva sus contradicciones con lo bello y retorne a la unidad con él. En este proceso lo bello es la fuerza que somete a su dominio la rebelión de lo feo. De esta conciliación nace una infinita serenidad que nos lleva a la sonrisa y a la risa. Lo feo se libera en este movimiento de su propia e híbrida naturaleza. Confiesa su impotencia y se convierte en lo cómico. Todo lo cómico incluye en sí un momento negativo con respecto al puro y simple ideal, pero esa negación queda reducida a apariencia, a nada. El ideal positivo se reconoce en lo cómico en tanto y en cuanto sus manifestaciones negativas se evaporen. La forma de considerar lo feo está delimitada con precisión por su propia naturaleza. Lo bello es la condición necesaria de su existencia y lo cómico es la forma en como él, frente a lo bello, se libera de su carácter exclusivamente negativo. Lo bello simple está por antonomasia en relación negativa con lo feo: es sólo bello en la medida en la que no es feo, y lo feo es sólo feo en la medida en que no es bello. No como si lo bello tuviera necesidad de lo feo para ser bello. Es bello sin necesidad del brillo que produce su contraste con lo feo, pero lo feo es el peligro que lo amenaza internamente, la contradicción que lleva en sí mismo por su naturaleza. Ocurre diferente en el caso de lo feo. Desde el punto de vista empírico es lo que es por sí mismo, pero aquello que es lo feo sólo es posible por su relación con lo bello que contiene su medida. Lo bello es, como el bien, absoluto y lo feo, como lo malo, sólo relativo.Sin embargo no ocurre de ninguna manera que aquello que es feo pueda ser dudoso en determinados casos. Esto es imposible porque la necesidad de lo bello está determinada por sí misma. Lo feo es, pues, relativo, porque no puede transformarse en sí mismo, sino en lo bello que es su medida. En la vida cotidiana cada cual puede seguir los dictados de su gusto, y lo que a uno puede parecerle bello a otro le puede parecer feo y viceversa. Mas si se quiere superar la contingencia, la falta de seguridad y claridad, del juicio estético-empírico, necesitamos someterla a la crítica y por consiguiente a la luz de los supremos principios. El ámbito de lo bello convencional, de la moda, está lleno de fenómenos que son enjuiciados desde la idea de lo bello y no pueden ser definidos como feos y tienen todavía la consideración provisional de bellos. Esto ocurre no porque sean bellos en sí, sino sólo porque el espíritu de una época hace propio unas formas adecuadas de expresión de su carácter específico y se habitúa a ellas. En la moda se trata ante todo de que el espíritu esté en consonancia con su impronta, a la que también lo feo puede servir como medio de expresión adecuada. Las modas del pasado, especialmente las modas del pasado reciente, son normalmente juzgadas como feas o cómicas porque el cambio de sensibilidad sólo puede desarrollarse a través de oposiciones. [...] Lo feo tiene por consiguiente dos fronteras: el límite inicial de lo bello y el límite final de lo cómico. Lo feo excluye de sí a lo feo. Lo cómico, por el contrario, confraterniza con lo feo, pero al mismo tiempo le extirpa su elemento repugnante haciendo ver su relatividad y nulidad con respecto a lo bello. Un estudio del concepto de lo feo, una estética de dicho concepto, encuentra por lo tanto su camino exactamente trazado. Debe comenzar recordando el concepto de lo bello, no para exponerlo en la totalidad de su naturaleza, sino en la medida en que se den las determinaciones fundamentales de lo bello, a partir de las cuales y como su negación se genera lo feo. Este estudio debe acabar con el concepto de la transformación que experimenta lo feo para convertirse en un medio de comicidad. Naturalmente lo cómico no es tratado aquí con todo detalle, sino sólo en la medida en que lo exige la demostración del paso de lo feo a lo cómico." 
Traducción de Miguel Salmerón