jueves, 17 de febrero de 2011

En el abatimiento



Todo el gobierno esta muy preocupado, los ministros convocan reuniones extraordinarias y los consejeros buscan soluciones, guiados a su vez por los expertos. 
Tienen grandes dificultades para enseñar el mono a escribir poemas. Lo han atado con correas frente al escritorio. A la mano una estilográfica. Sobre la mesa le han clavado una hoja de papel. Todo preparado para la escritura. Mas tarde, aparece la ministra y con sumo cuidado se acerca por la espalda para susurrar  al oído del mono:


Te ves como un dios sentado aquí. Todos te esperamos. ¿Por qué no tratas de escribir algo?"

El mono tiene problemas con el estrés, no puede concentrarse en la tarea que le piden. Sin apenas mover los labios susurra a la ministra:


"Soy tan feo
Todo el mundo me ve tan feo... "


Y continua diciendo:

"Yo no sé por qué me molesto en comprar ropa elegante. Da igual. Me seguís mirando con la misma repugnancia, y nunca vais a compensarme de ninguna manera. Puto asco de cara de mono.
 ¿Por qué intentarlo?"


No hay nada que contar. El mono lo sabe. Incluso la ministra lo sabe. No es la verdad lo que se quiere anotar: 


"El vino por la boca, y el amor por los ojos"


Eso es todo lo que sabe el mono. Hacerse viejo y que "lo único que hacemos es morir". Esa es la verdad, y es de verdad. 

Si es así, le dice a la ministra: "El vino por la boca y el amor por los ojos. Señora ministra déjeme en paz".
Y la ministra se echa a llorar.

El comité de evaluación define pronto el problema. El mono tiene una profunda depresión.

El mono sueña que la belleza pasa como un sueño. El mono piensa que pronto descansará buscando un bosque de abedules. El mono intenta recordar cuando fue la última vez que alguien preguntó por él.


El mono lo sabe. El mono repite:


Yo soy la inercia criminal y el exilio de los perros. Tengo la amistad de los gatos y los pobres.  Todas mis mujeres me han sido infieles. Hundido en la locura insaciable. Imágenes y no de las almas. Dicen que estoy loco, pero lo que yo estoy solo es un poco triste. Escúchame. Te diré todo lo que ... Yo le había dado una cabra ... No. Yo no estoy loco. Si me das un cigarrillo, podré contarte el resto de esta historia.

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