domingo, 5 de septiembre de 2010

Secretos Dominicales

"Puede mirar por el ojo de la cerradura para saber por qué su mamá se encierra todo el día con un joven que no conoce, pero nunca grite: “¡Ánimo, mami! ¡Ya viene, ya viene!” En lugar de excitarla, le procuraría una lamentable turbación en sus tareas."

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