martes, 7 de julio de 2009

Tatuado


Para Rober, el tipo que nunca leyó "El hombre ilustrado", el tatuaje es mucho mas que una cuestión de estética.
Llevo mas de treinta años tatuándome. La primera vez fue por amor, cuando era un chaval, en la playa de Benidorm. Quería demostrarle a una novieta italiana que me ligué ese verano, que lo nuestro era para siempre: "Por amor a Luci", en el pubis. Y bueno, después del Verano, no la volví a ver. Luego pensé en quitármelo pero, en lugar de eso, continué pinchándome.
Son mis pinturas de guerra. Todos ellos indican un tiempo y un lugar. Este de aquí me lo hice cuando estaba metiéndome hachís en grandes cantidades. Quería que significara que lo mismo me daba que me apuñalasen, o algo así. También tiene las letras TCTTM-FR: Terry Connors To The Mother Fucker Rober, grabado con tinta china dentro de un corazón , me lo hice por mi segunda esposa: Terry, Inglesa, por que soy el cabrón que se caso con ella.
Tengo varias calaveras y códigos de barras. No se si sabías que los códigos de barras se numeran en 3 secuencias de seises: 666, el número de la bestia. Es el número con el que, como decía en el apocalipsis, todo se compra y se vende.
El tatuaje de la espalda tardaron como 10 horas en hacérmelo. Es algo que se ponía en las verjas de las grandes casas para alejar los malos espíritus. Las dos serpientes enroscadas son iconográficamente bastante conocidas, sugieren el significado del paso del tiempo, una masculina y otra femenina que denotan la trayectoria solar ( varón-día-sur) ; y la lunar ( hembra-noche-norte) a lo largo del paso rítmico del tiempo considerado por años solares.
Las piernas, los codos, el cuello, en todas partes, hay algo que tiene un significado. No entiendo la gente que se tatúa cosas que desconoce, que les parecen bonitas y ya está. Es la propia vida la que llevas escrita, es tu piel, tu sangre.

Claro que tengo la polla tatuada. Me lo hice a los veintitantos. Durante una noche de borrachera
de las que hacen historia, me hice tatuar la polla y los cojones. Me decoraron el pene con una espiral de alambre espinoso que, después de anudar mis testículos, subía hasta el final del prepucio. Lo hizo un buen artista. De tal manera que, cuando mi verga alcanza una erección sostenida, los pinchos del alambre logran un detalle increíble. Son tan reales que ofrecen un aspecto amenazador, agresivo, intimidatorio. Es la mejor inversión que he hecho en mi vida. Mi pasaporte directo para follar sin parar. Todas las tías quieren probarlo. Unas se lo dicen a otras, y no se cortan. Da igual si están casadas, tienen hijos o van a la Iglesia todos los Domingos. Les obsesiona.
Mi padre biológico también estaba lleno de tatuajes , debe ser algo genético.
Con lo que no puedo, es con el que me hice en Tailandia. Te gastas un dineral tatuándote unos pedazo de dragones en cada hombro y se te ocurre el detalle de tatuarte tu nombre en chino. Pero el cabrón del chino de la esquina te pone "Coca Cola" en lugar de tu nombre. Para rematarlo, tienes que ir a Tailandia 26 años después para descubrirlo.

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