Spam

Saco la basura a la calle, en bolsas de plastico atadas. Todo va mezclado, las sobras, las cáscaras, los envoltorios, los recortes. Son los restos del día anterior, de la comida, de la bebida, del tabaco, de la literatura publicitaria, de las facturas ya pagadas, notas de post-it, teléfonos sin titular, anotaciones sin mucho sentido en la memoria de quien se dá la vuelta y lo olvida todo. Las cosas que ya han vivido por un día, o las cosas que han esperado años a ser arrojadas al gran cubo de la calle. Cosas con las que juego a vivir, o que creo no existen hasta que las tiro. Las digo adiós.

Y el correo no es deseado, el correo es basura, es basura incluso sin usarla, por que todo lo que no nos hace falta es basura, junk mail, spam. Lo que no pedimos es basura. Un mensaje que no pedimos, que equivocó su destinatario. Una mierda de correo, un atentamente a nadie.

El correo basura, que inunda Internet con copias, de copias, de copias (incluso millones) del mismo mensaje, en un intento por alcanzar a gente que de otra forma nunca accedería a recibirlo y menos a leerlo. Anuncios comerciales, productos dudosos, métodos para hacerse rico o servicios no del todo legales. Cabreo y amargura de millones de usuarios que vacian una y otra vez su carpeta de correo no deseado. Spam viagra, valium, zoofilia, cámaras ocultas en un gimnasio de mujeres, fotos porno de gente famosa, alargamiento de pene, soluciones a la disfunción erectil o a la caida de pene, peticiones de ayudas económicas en nombre de Dios. Todo es basura. Los power-points supuestamente bonitos, supuestamente graciosos, de tus amigos, también supuestamente graciosos. Todo es basura.

Las listas de correo basura con las direcciones de correo electrónico de los clientes potenciales (o víctimas seguras) se crean frecuentemente cribando los mensajes de Usenet, robando direcciones en las listas de distribución o comprándolas en las bases de datos de los servicios en línea de Internet. O bien buscando direcciones por la red. Irónicamente, los propios spammers usan el spam para anunciarse.

Son poemas cortos, porno, fragmentados, sedimentados, basureados. Son la poesía de internet. Algo que no quieres recibir y que nadie espera. Algunos de esos emails, para desorientar a los bloqueadores de spam, incluyen una serie de palabras inconexas, casi sin puntuación. Algunas secuencias son de una extraña belleza. Es la escritura automática de hoy, surrealistas e imperfectos. la poesía del spam se debe a que son traducciones automáticas de a saber qué. De hecho, muchas mezclan varias lenguas (generalmente alemán e inglés), dándole un toque aún más radical.

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