
"
Jimmy pensó que se podía escapar, y que la fiesta terminaba si él cerraba los ojos. Pero los
pibes de Recepción ya le habían explicado que decir "todo es relativo"se vuelve muy rápido un enunciado absoluto. Las categorías kantianas, esas no las aprendió nunca. En la facultad leyeron el prólogo y los dos primeros capítulos. "Todo lo demás al
ciber" era la premisa pedagógica. Pero en el
cibers e juegan otros códigos."
Así empiezan las aventuras de "El conejo de la suerte" de
Juan Terranova.
y continúan en:
...
Después de ésto: El conejo de la suerte tiene su nueva casa
aquí.
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