Tengo una casa, es una casa pequeña y no está en el centro, no tiene colores y la empapelo con dibujos que simulan fotocopias de Xerox de cualquier copistería de barrio . Me gusta entrar y salir de mi chabola, sin dar explicaciones demasiado concretas sobre casi nada. Allí están las cosas que me gustan, las cosas en las que creo, y otras que me llaman la atención un momento, justo el tiempo en que tardo en pasar a otro tema. La gente entra y sale, y aunque es una casa pequeña, veo como cada vez entra más gente. Yo no invito a venir, simplemente dejo la puerta abierta. Algunos ya me conocen y no se molestan ni en saludar, pasan y se dan una vuelta, saben que aquí siempre hay cerveza fría, y algunos días la música muy alta. También saben que se pueden encontrar con actrices, modelos, pintores, músicos, escritores, acróbatas e incluso con ellos mismos. Otros entran despacito y te hacen un gesto, como que les gusta, que lo ven apartado y pequeño, pero bien orientado, con buena luz. Otros van y vienen, y muchos otros prefieren no perder mucho tiempo en su visita, y después de mirar de pasada deciden no volver. Bueno, yo estoy bien aquí, por ahora y entrar y salir, eso es, de mi chabola, sí.
Una vez conocí una casa como la tuya, pero creo que abusé...y me echaron jajajaja!!
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