Hace Calor y arde un país entero. Las horas del verano se alargan hasta la madrugada Hierve la tarde y hierve el día, incluso la noche parece que hierve. Un sopor de bronce en llamarada y sabor a plomo. Todo parece denso, pesado, asfixiante y cegador. Se masca la tierra caliente. Mosquitos en remolinos sobre la cabeza.
En las ciudades, las calles paradas y mudas. Sin pasos que las transiten. Las persianas bajadas y los ventiladores girando sin parar. En los pueblos, los trabajos se adelantan desde la madrugada para no llegar a las horas del mediodía. Aún así hay muertos por golpes de calor.
El día pasa esperando que baje el calor, pero eso no sucede, y solo queda esperar al día siguiente y esperar lo mismo.
Luego viene la sombra, pasa por encima de la casa y hace que el cielo parezca encapotado y anaranjado. Caen cenizas y al fondo, en el horizonte aparece una columna gris que se eleva sobre nuestras cabezas. Es el fuego que arrasa Las Médulas y que avanza hacia nosotros. Todo se llena de gris y el cielo se llena de "Apocalipsis". Miro el mapa y veo que tenemos el desastre a 50 kilómetros. Desalojan a gente de sus casas y los llevan a La Bañeza. Aquí parece que no corremos peligro, porque el maizal y el regadío nos protege, pero estamos tan cerca del desastre que lo puedes ver desde la carretera.
El resto de España también arde y el mapa de incendios se extiende por toda la península. Se queman casas rodeadas de monte pero también se queman casa rodeadas de descampados alrededor de Madrid.
El calor hace que España se queme a la mínima intención.
Hace calor y fuego y España está en llamas

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